Me apetece compartir aquí una reflexión que ha surgido en la conferencia que he presentado y moderado esta tarde en torno a la enseñanza del braille. Ésta no es otra que la importancia del texto escrito frente a la transmisión oral del conocimiento.
La cuestión es que ahora, con la ayuda de las nuevas tecnologías, las personas ciegas podemos acceder a la información a través de audiolibros o síntesis de voz y, a mi entender, reducirnos únicamente a estos medios, supondría un retroceso a los tiempos previos a la invención del sistema braille.
Se afirma que uno de los hitos que marcan la entrada del ser humano en la Historia es la invención de la escritura, bien en tablillas de arcilla o jeroglíficos, ya que permitió fijar un saber y unas relaciones humanas, cada vez más complejas.
La oralidad está bien como forma de transmitir historias, saberes ancestrales en torno al fuego o en las noches del desierto, pero resulta insuficiente a la hora de establecer transacciones comerciales, preceptos legales, etc.
Por tanto, con la invención de la escritura, la humanidad da un salto notable hacia adelante en su evolución.
Las personas ciegas tuvimos que esperar hasta 1825 para disponer de un medio de escritura que nos permitiese alcanzar esas mismas ventajas que, el resto de los seres humanos, llevaban disfrutando desde milenios atrás.
Por eso caeríamos en una paradoja si renunciásemos al uso del braille en pro de las nuevas tecnologías, exclusivamente. De una parte volveríamos a las carencias superadas por Braille y de otra dispondríamos de medios avanzados.
No cabe duda que los nuevos medios aportan indudables ventajas, en cuanto a inmediatez, comodidad, almacenaje, etc, pero a cambio sólo el braille, o un método de lectura y escritura tradicional permiten leer un medicamento, saber qué botón del ascensor voy a pulsar, qué producto alimenticio voy a consumir,etc.
No es sólo una cuestión de nostalgia o integrismo en defensa de Louis Braille y de su sistema, sino que, partiendo de la complementariedad en la utilización de cuantas fórmulas tengamos, hemos de asumir que no es suficiente la lectura. La escritura es imprescindible y el leer por uno mismo, ya sea con los ojos o con las manos, ha de ser una aspiración irrenunciable para cualquier persona que se precie de aspirar a una vida libre.
Lo que para un hombre supuso la entrada en el mundo de la oscuridad (el niño Louis se quedó ciego al clavarse una lezna del taller de su padre), para el resto de los ciegos, esa misma lezna u otro punzón análogo nos trajo la luz a través de la escritura en puntos salientes.
miércoles, 18 de febrero de 2009
La importancia de lo escrito
Publicado por Alberto en 10:08 p. m.
Etiquetas: Reflexiones
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Tienes muchísima razón, no todas las cosas escritas están al alcance de las nuevas tecnologías, nunca se podrá perder el lenguaje escrito, sea tradicional o braille, y además no debiera; el placer de la lectura es insustituible.
Besos, amigo.
Me parece , como a tí, indispensable la lectura, fuente de abastecimiento de cultura...por mucho que quieras, estar estar a espensas de que nos llegue la cultura de forma únicamente oral es un riesgo demasiado grande a correr...¡No podría vivir sin la lectura! sin exagerar, la verdad es que no "querría" hacerlo.
besito volado
Hola! Definitivamente!, no se puede sustitír la lectura de Braile con la comodidad de la tecnología, ésta es solo una herramienta mas. La lectura braile es un elemento definitivo para el desempeño y desarrollo de cualquier persona ciega o débil visual. Estoy de acuerdo contigo
bye!
Publicar un comentario