miércoles, 11 de febrero de 2009

El libro electrónico

Sabida es la vieja polémica existente entre los que afirman que con las nuevas tecnologías el libro impreso va a desaparecer y los que pensamos que esto no va a suceder porque el tener un libro en las manos, su tacto, su olor, el crujido del papel al pasar las páginas, el abrir un cofre lleno de aventuras, misterios y magia; es insustituible frente a la inmediatez o a la comodidad de acceso.
Os pego aquí la última noticia en relación a este tema.
En cuanto a mí no dejo de reconocer las ventajas de los audiolibros o la posibilidad de leer a través de la síntesis de voz, pero repito que el sentir el libro, en mi caso, en braille, es insustituible y auguro larga vida al libro impreso.



2009 será el año del libro electrónico en España
FUERA DE NUESTRO PAÍS YA HA TRIUNFADO. EN ESTADOS UNIDOS, AMAZON, QUE MAÑANA PRESENTA SU NUEVO KINDLE, HA VENDIDO MEDIO MILLÓN DE ESTOS EQUIPOS. EN ESPAÑA, SEGÚN GRAMMATA, SE HAN VENDIDO 8.000 EL AÑO PASADO
El número de Kindle vendidos por Amazon durante 2008 podría superar el medio millón, según varias consultoras. La compañía presentará una nueva versión. 2009 será el año en el que el libro electrónico entre en España de forma decidida. Sony traerá sus lectores y el contenido empezará a crecer. Las búsquedas de libros se han doblado en 2008.
Nunca hay que juzgar un libro por la cubierta, y menos en el caso de Kindle.
Cuando salió al mercado a finales de 2007, los libros electrónicos eran el sueño desgastado de la industria de la electrónica. Desde finales de los años 90 varios dispositivos habían intentado, sin éxito, atacar al viejo libro de papel. «Si viajamos en el tiempo vemos cómo el paisaje está lleno de cadáveres de lectores digitales», dijo Jeff Bezos, fundador de Amazon, durante la presentación del dispositivo. Caros, sin un estándar definido y con un catálogo esparcido en varias tiendas diferentes y con precios variables, había más bien pocas razones para hacerse con uno.
Durante los últimos 12 meses, sin embargo, la actitud del mundo editorial y de los consumidores ha cambiado. El libro electrónico ya no es un capricho de tecnófilos. Las búsquedas de libros en la Red se han duplicado en Estados Unidos y el Reino Unido, y el catálogo crece a un ritmo vertiginoso. Kindle, por ejemplo, empezó su andadura con 88.000 títulos disponibles y ahora tiene ya más de 230.000 con precios sensiblemente inferiores a los de los libros impresos -menos de 10 dólares, aunque depende del título y la antigüedad-, todos listos para descargar en menos de un minuto sin necesidad de tener un ordenador cerca, usando tan sólo la conexión a la red de telefonía integrada.
ÉXITO. En 2008 Amazon ha vendido más de medio millón de dispositivos Kindle, según datos de varias consultoras, un 30% más de lo que predecían los analistas más optimistas en el año 2007. Pero esa es sólo una parte de la historia.
Gracias a la exposición que ha tenido en medios de comunicación generalistas, la idea de un libro electrónico ya no suena a una novela de ciencia ficción para el usuario medio. El pasado mes de octubre la popular presentadora estadounidense Oprah Winfrey, que tiene un inmenso poder en el mercado editorial gracias al éxito de su club de lectura y las recomendaciones que hace a sus telespectadores, llevó a su programa el lector de libros electrónicos de Amazon. Desde entonces, hacerse con uno ha sido una misión casi imposible, especialmente durante las navidades. El éxito de Kindle se ha contagiado a otras empresas, como Sony, que vende modelos similares aunque con funciones algo diferentes –sólo el modelo de Amazon permite la descarga directa desde Internet a través de la red de telefonía-.
Ni siquiera el usuario típico responde al perfil del entusiasta tecnológico.
La mitad de los lectores de libros electrónicos son mujeres, por ejemplo, cuando tradicionalmente los hombres suelen tener mayor peso en los mercados de adopción temprana, los 'early-adopters'.
Del nuevo Kindle apenas se conocen aún detalles, pero desde la consultora Citigroup Internet Research se apunta a que podría repetir el precio de la versión actual, que por ahora sólo está a la venta en Estados Unidos a poco más de 300 euros al cambio, y convertirse en un negocio de más de 1.000 millones de dólares para la compañía durante el presente año.
Si la segunda versión funciona y Amazon consigue solucionar la disparidad entre oferta y demanda, Kindle podría convertirse, realmente, en el iPod de los libros, un equivalente en el mundo editorial de lo que ha sido el iPod para la industria de la música.
Es precisamente en el iPod, o mejor dicho, en su evolución, el iPhone, donde Amazon podría encontrar un serio competidor. Stanza, una aplicación para la lectura de libros electrónicos ha sido descargada más de dos millones de veces de la App Store de Apple. Cuatro veces más que los Kindles en circulación, y eso sin contar otra docena de aplicaciones que permiten leer textos electrónicos en la pantalla del teléfono. Los teléfonos móviles gozan de cierta popularidad como dispositivos de lectura en Asia, pero hasta ahora ninguna gran editorial en Occidente ha intentado dirigir sus esfuerzos de digitalización hacia este tipo de dispositivos. Con móviles dotados de pantallas cada vez más grandes y detalladas, sin embargo, la competencia para lectores electrónicos basados en tinta electrónica, como el Kindle, podría ser muy real, incluso a pesar de la incomodidad que supone leer en una pantalla TFT comparado con la claridad y contraste de la tinta electrónica, que se comporta de forma similar a la tinta real y el papel impreso.
La nueva versión de Kindle, además, podría mantener la exclusividad con el mercado estadounidense, como en su primera versión.

Aunque existen varios lectores de libros con características parecidas en España, construidos con una pantalla de tinta electrónica de proporciones similares, ninguno dispone de un catálogo tan amplio y el acceso inalámbrico de Kindle.
Los precios de estos dispositivos oscilan entre los 300 y los 600 euros según el tamaño de la pantalla, la memoria y otras funciones, como la presencia de un teclado, conexiones WiFi o pantallas táctiles.
La gran mayoría pueden funcionar como reproductor MP3 —la idea es escuchar canciones mientras se lee— y algunos permiten la anotación manual o mediante teclado de los textos mostrados en pantalla, una característica muy útil, por ejemplo, para estudiantes que buscan añadir sus apuntes a los materiales de lectura de las clases. Durante el año 2008 se vendieron en España 8.000 lectores de libros electrónicos.
Cybook Gen3 de Bookeen es uno de los modelos más económicos —300 euros—.
Incorpora una pantalla de seis pulgadas, 512 Mb de memoria y una autonomía de más de 8.000 páginas por carga. El peso es de sólo 174 gramos y puede recargarse desde el puerto USB de un PC. El iRex IlIad, otro de los productos disponibles en España, cuesta 200 euros más, pero incluye una pantalla de mayor tamaño —8,1 pulgadas— y mayor resolución. Sony no vende aún de forma oficial sus lectores en España, pero se espera que lo haga a mediados de este año.
Los contenidos aún son escasos pero, si se busca bien, es posible encontrar buenos títulos. Cervantes Virtual, un repositorio de grandes clásicos de laliteratura española, dispone de versiones electrónicas gratuitas de varios miles de obras. Ni siquiera es necesario registrarse, basta con acudir a la página web —www.cervantesvirtual. com— y descargar lo que se quiera. Todas las obras están libres de derechos de autor.
Leer-e —www.leer-e.es—, distribuidores de los dos lectores arriba mencionados, dispone de una página web con una gran selección de títulos con precios que rondan entre los dos y los cinco euros. Recientemente se han incorporado a la lista las obras representadas por la agente literaria Carmen Ballcells, que tiene los derechos, entre otros, de Cortázar, García Márquez, Cela o Vargas Llosa. Grammata —www.gram mata.es—, que vende en España el lector Papyre —300 euros— dispone también de un catálogo gratuito de 500 títulos.

2 comentarios:

Viperina dijo...

Yo no creo que sea la muerte del libro impreso; estoy contigo en que el tacto de un libro y el placer de pasar página tras página es insustituíble, y además, al menos en mi caso, frente a las varias horas que me puedo pasar frente a un libro tradicional, leer un libro electrónico es algo que no puede sobrepasar la media hora; es realmente agotador para la vista...Yo dejaré para la pantalla el placer de leer blogs y similares, y los libros, seguirán ocupando cada vez más sitio en mis estanterías, sobre los armarios, y en cualquier superficie que se preste, jajaja!!!
Besos, amigo.

Anónimo dijo...

En el año de la Astronomia y el Braille, entré a esta aventura de escribir libros o transcribir libros en Braille, pero sigo investigando que es lo que les interesaría mas que se escribiera, por ejemplo yo empece con Astronomia para Ciegos, se llama Siente el Cielo, ahora estamos haciendo uno para un curso que se va a impartir de Astronomía, mi meta es divulgar la ciencia y que tambien esté al alcance de las personas con deficiencia o ausencia visual.

Saludos... Alejandra
lanetslp@hotmail.com

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