domingo, 25 de noviembre de 2007

La tronada

Del álbum “Banderas de humo” de
La ronda de Boltaña

Esta letra con las imágenes y música que más abajo podéis escuchar pinchando en el enlace que figura al final de esta entrada representan a Aragón, una tierra que forma parte de mi vida y en la que tantas buenas gentes he conocido.

De Alfonso I, "El batallador", sus montañeses y las enamoradas murallas de la Ciudad blanca que conquistó, hasta las galeras de los almogávares. Todo cabía
junto en los sueños de aquel niño que escuchaba llegar desde el lejano Pirineo un remoto rumor de truenos y veía en las nubes los rostros del pasado, la
historia de su pueblo. ¿Cabrán los sueños en una canción?...

Con la tronada, ¡ven a rondar!
que ya se vé relampaguear.
Si sopla aire de puerto,
¡la que se va a armar!...

¡Tú dale al guitarrico,zagal!,
las gotas llevarán el compás.
¡Buen tiempo pa rondar,
rondar y no parar!.

Rondar para decir que no nos van a sacar de aquí;
tu tierra estará viva, mientras viva en tí.
Rondar para decir con la voz de la lluvia
cosas que yo solo no te sé decir.

Rondar para decirte, país, mil palabras de amor;
si un trueno las apaga, ¡mejor que mejor!.
Tú mira bien mis labios, ¡verás qué misterio!:
pronunció "Sobrarbe", y digo "¡Aragón!.

Tienes nombre de río, pequeña nación
agua del Pirineo que al mar no llegó.
Encontraste tu lugar, una tierra a la que amar
y has llegado a olvidarte del mar.

Somos un pueblo de agua en un seco país;
abrazados a un río queremos vivir.
No veremos nunca el mar, como no echemos a andar.
¡Vamos juntos, que se oye tronar!.

Con la tronada, ¡ven a rondar!,
¡Que cante todo el que ha de cantar!
seremos los heraldos
de la tempestad.

En cuanto el viento quiera soplar
a Tierra Baja hay que marchar.
¡Banderas desgarradas
volved a ondear!.

Ejército de lluvia, en la noche se te oye llegar
por sierras y llanadas hacia la ciudad.
Las piedras que hace siglos te esperan insomnes
entre ellas se ponen a cuchichear.

El Ebro les escucha contarse delirios de amor:
que vuelve a conquistarlas "su Batallador".
"¡Ya están aquí otra vez aquellos montañeses!"
"...¿O es esa tronada que grita: ¡Aragón!".

Tienes nombre de río, pequeña nación...

Con la tronada, ¡ven a rondar!
y haremos las ventanas temblar,
¡Tambores de Calanda
detrás del cristal!...

¿Qué pasa con la trompa, zagal?
pa mi que hay truenos que suenan más.
Como el Moncayo sople
¡verás que es soplar!.

Como el Moncayo sople verás un bajel navegar;
surcando la tronada, su rumbo buscar.
Bajel de nubes negras, bajel almogávar
¡déjame ir contigo por el ancho mar!.

Ancho mar de sueños que juntos soñamos tú y yo
-romper siento sus olas en mi corazón-.
Pon rumbo a Neopatria, o lee en mis labios:
la patria que sueñas se llama Aragón.

Tienes nombre de río, pequeña nación...

Somos un pueblo de agua en un seco país;
abrazados a un río queremos vivir.


No veremos nunca el mar como no echemos a andar
"¡Desperta, Ferro !", ¡Que te oigan tronar!.
http://www.youtube.com/watch?v=I6iq8x-Kzeo

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martes, 20 de noviembre de 2007

El poder evocador de la música

Estoy seguro de que cada uno de vosotros tiene una canción favorita que le trae recuerdos, que le traslada a la infancia (cuando nos cantaban nanas o coplas populares), a aquel baile con la persona que nos robó el corazón o el momento solemne en que fuimos importantes.
Mucho se ha escrito acerca del poder de la música: amansa las fieras, es la voz de los dioses…
Una canción nos traslada en el tiempo y el espacio. Nos hace ver hermosos paisajes, simboliza la tradición de los pueblos y es el resultado genial de la capacidad creadora del ser humano.
¿Y las letras? Son auténticos poemas, pequeñas historias que discurren en poco más de cinco minutos.
Para mí, la música es una parte importante de mi vida. Hace que me relaje, me inspira para escribir y me transporta a momentos vividos, evocando situaciones y seres queridos.
Por eso en esta aventura virtual que tan amablemente me estáis ayudando a llevar adelante, quiero dedicar un espacio a compartir con vosotros letras y música que para mí tienen un significado. Espero que alguna de las canciones que iré poniendo os ayuden a vosotros también a disfrutar de momentos felices. Si así es, me demostraréis que este blog merece la pena.
El tema de poner música en el blog era uno de los objetivos clave por lo que os digo y porque creía que anima y da ligereza a los contenidos. Pero me ha costado mucho ya que las formas que se nos ocurrían no eran detectadas por la adaptación con la que contamos los ciegos para acceder al ordenador.
Al fin, como siempre, después de dar muchas vueltas, lo evidente es lo más práctico. Se trataba de copiar y pegar al final de cada entrada de la etiqueta “canciones” la dirección del link correspondiente al vídeo referente y ¡eureka! Ya está.
Que disfrutéis del a música y que os ayude a soñar.

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domingo, 18 de noviembre de 2007

Uno de mis principios: la cordialidad

La cordialidad, como derivada de cordial, denota la fuerza del corazón. Su etimología así lo establece.
Soy cordial en el sentido de franqueza, de sinceridad y afecto.
El corazón es el motor que nos mueve y da vida, y por eso yo pretendo ser vital, optimista y animoso.
Una persona cordial es aquélla que tiende la mano, que regala una sonrisa a cambio de la ayuda recibida, que defiende sus planteamientos de forma tolerante y no excluyente. Eso trato de hacer yo.
No me gustan los malos modos, las malas contestaciones, las imposiciones o la acritud.
Me gustan, a cambio, dejar pasar delante de mí, abrir la puerta, ceder mi asiento, ayudar a quien me pregunta.
Hago las cosas de corazón: trato de aportar algo a quienes me escucháis o leéis, agradezco con afecto a quien me ayuda y pongo empeño en lo que hago.
Por eso me considero una persona cordial, ¿lo creéis vosotros también?

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Color esperanza

Del álbum “Un mundo diferente” de
Diego Torres

Sé que hay en tus ojos con solo mirar
que estas cansado de andar y de andar
y caminar girando siempre en un lugar
Sé que las ventanas se pueden abrir
cambiar el aire depende de ti
te ayudara vale la pena una vez más
Saber que se puede querer que se pueda
quitarse los miedos sacarlos afuera
pintarse la cara color esperanza
tentar al futuro con el corazón
Es mejor perderse que nunca embarcar
mejor tentarse a dejar de intentar
aunque ya ves que no es tan fácil empezar
Sé que lo imposible se puede lograr
que la tristeza algún día se irá
y así será la vida cambia y cambiará
Sentirás que el alma vuela
por cantar una vez más
Vale más poder brillar
Que solo buscar ver el sol
http://es.youtube.com/watch?v=3MhfnPvrQQI

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sábado, 17 de noviembre de 2007

Camino Soria

Del álbum “La culpa fue de Gabinete” de
Gabinete Caligari

Todo el mundo sabe que
es difícil encontrar
en la vida un lugar
donde el tiempo pasa cadencioso y sin pensar
y el dolor es fugaz.
A la ribera del Duero
existe una ciudad
si no sabes el sendero
escucha esto:

Lentamente caen las hojas secas al pasar
y el Cierzo empieza a hablar.
En una tibia mañana el sol asoma ya
no llega a calentar.
Cuando divises el monte de las Ánimas
no lo mires, sobreponte
y sigue el caminar.

Bécquer no era idiota ni Machado un ganapán
y por los dos sabrás
que el olvido del amor se cura en soledad,
se cura en soledad.
A la ribera del Duero
existe una ciudad.
A la ribera del Duero
mi amor te espero.

Voy camino Soria,
¿tú hacia dónde vas?
Allí me encuentro en la gloria
que no sentí jamás.

Voy camino Soria
quiero descansar
borrando de mi memoria
traiciones y demás,
borrando de mi memoria
camino Soria.

A la ribera del Duero
existe una ciudad.
A la ribera del Duero
mi amor te espero.

Voy camino Soria,
¿tú hacia dónde vas?
Allí me encuentro en la gloria
que no sentí jamás.

Voy camino Soria
quiero descansar
borrando de mi memoria
traiciones y demás,
borrando de mi memoria
pasiones y demás.

Todo el mundo sabe que es difícil encontrar
lentamente caen las hojas secas al pasar,
Bécquer no era idiota ni Machado un ganapán,
que el olvido del amor se cura en soledad.

Camino Soria, camino Soria cami-camino Soria,
camino-camino-camino Soria, camino Soria (Soria Soria)
http://www.youtube.com/watch?v=CrbLeMGVI8c

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Despídete

Del álbum “Grandes éxitos EBS” de
Ella baila sola

Despídete, es el momento de decir adiós
Recuerda que los que se quedan no lo pasarán
mejor
Y te das cuenta que es más fácil esperar
y alargar el camino que más tarde nos va a separar

Muchacho vete ya a otro lugar
Cabeza alta y lágrimas,
Porque regresarás, ya verás
Aguanta el tipo y anda

Despídete, pero no dejes de mirar atrás,
Abrázame, que tu calor me llene hasta que vuelvas
Y te das cuenta que es más fácil esperar
y alargar el camino que más tarde nos va a separar

Muchacho vete ya a otro lugar
Cabeza alta y lágrimas,
Porque regresarás, ya verás
Aguanta el tipo y anda ...
.....
Muchacho vete ya a otro lugar
Cabeza alta y lágrimas,
Porque regresarás, ya verás
Aguanta el tipo y anda
http://www.youtube.com/watch?v=Kck_OCaoip4

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20 de enero

Del álbum “Lo que te conté mientras te hacias la dormida” de
La Oreja De Van Gogh

Pensé que era un buen momento,
por fin se hacía realidad,
tanto oír hablar de tu silencio,
dicen que te arrastra como el mar.
Llené de libros mi maleta,
también de fotos tuyas de antes,
dibujé tu sonrisa junto a la mía,
me dormí con tu abrigo en el sofá.

Quiero estar a tu lado,
quiero mirarte y sentir,
quiero perderme esperando,
quiero quererte o morir...

y en el momento que vi tu mirada buscando mi cara,
la madrugada del 20 de enero saliendo del tren,
me pregunté que sería sin ti el resto de mi vida,
y desde entonces te quiero, te adoro y te vuelvo a querer.

Cogí un tren que no dormía,
y vi tu cara en un cristal,
era un reflejo del sol de mediodía,
era un poema de amor para viajar.

Te perdí y no te perderé,
nunca más te dejaré.
Te busqué muy lejos de aquí,
te encontré pensando en mí.

y en el momento que vi tu mirada buscando mi cara,
la madrugada del 20 de enero saliendo del tren,
me pregunté que sería sin ti el resto de mi vida,
y desde entonces te quiero, te adoro y te vuelvo a querer.

Te perdí, y no te perderé
Nunca más te dejaré
Te busqué muy lejos de aquí
Y te encontré pensando en mí

Y en el momento que vi tu mirada buscando mi cara
La madrugada del 20 de enero saliendo del tren
Me pregunté que sería sin ti el resto de mi vida
Y desde entonces te quiero, te adoro y te vuelvo a querer
http://www.youtube.com/watch?v=n_MAOe1wS10

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viernes, 16 de noviembre de 2007

El primer viaje en tren

Escribo este cuento pensando en mi sobrina y con el ánimo de haceros evocar momentos dichosos que, ojalá, tengáis la gentileza de compartir conmigo.
Que os guste.

---Vamos, abuelo. Ya llega nuestro tren. Ya verá qué bonito es y qué viaje más bueno va a tener.
---Ay, hija. Mi tren está ya a punto de llegar a su última estación. Una estación negra, destartalada y vacía.
---Pero, ¿por qué se pone así? Déjese de bobadas, si a usted aún le quedan muchos viajes por hacer.
--No, hija. Querida niña. Sólo me quedas tú para acompañarme, pero ya ni viaja conmigo tu abuela, ni los amigos… Será un tren muy nuevo y muy moderno, y todas esas cosas que tanto os gustan a los jóvenes, mas, qué quieres que te diga. Me gustaban más los de antes, aunque fueran lentos, olieran a carbonilla o tuviesen los asientos de madera.
El abuelo, con su chaqueta de pana negra, su gorra calada y su bastón deja vagar una mirada triste, perdida en los recuerdos.
La nieta, Susana, pone calidez en la voz y se nota en ella gran afecto por ese hombre que tiene a su lado.
A ella no le importa que sus amigas le digan que pierde el tiempo, que lo pasaría mejor yendo de marcha o de compras. Ella dice que no, que su abuelo es lo que más quiere en el mundo y que ya que no conoció a sus otros yayos, que quiere regalarle su cariño y el apoyo de un brazo joven y fuerte que le sostenga la soledad y la tristeza.
Y es que don Ramón hace ya años que le robó el corazón. Con su voz serena, sus historias y dichos, sus juegos y propinas de los domingos la había cautivado. Era un abuelo de cuento, de los que uno nunca olvida y que se hace cómplice de tus miedos, de los primeros amores y en quien depositas los más atrevidos sueños.
Había trabajado como guarnicionero con manos expertas, hechas a pulso firme de la constancia y la paciencia, para crear herrajes, talabartes, cinturones y adornos, primorosamente repujados. En el taller había pasado las horas entre leznas, punzones y clavos.
Y las noches, junto a su Amalia, las dedicaba a leer el diario, calentarse en la lumbre y fumar pitillos que liaba con esas mismas manos expertas.
Mientras, su mujer, Amalia, cosía, preparaba el puchero y cabeceaba pensando en que su Ramón tal vez no la mereciese, que era demasiado hombre para ella, tan poquita cosa, tan pequeña.
Los altavoces de la estación anuncian la próxima llegada del tren AVE con destino a…
La gente parece nerviosa, se aproxima al lugar de embarque. Parejas que se despiden con besos de cine, Los niños que corretean alegres ante la aventura, ejecutivos que regresan a casa…
---Mire, abuelo. Qué señoritas tan simpáticas nos van a pedir el billete, qué guapas y qué sonrisa más alegre. Y qué bien van vestidas.
---Sí, no están nada mal.
Una pequeña lucecita se ha encendido en la mirada del viejo.
---Son mozas de postal. Aunque tu abuela también era guapa, no te creas. Era una muñeca, pequeña, delicada y con la piel de nácar. Y eso que siempre decía que no debía haberme casado con ella. Que otras podrían haber sido más dignas de mí. Eso no era verdad. Yo la quería con toda el alma y cuando murió mi corazón se fue con ella.
---Si usted la quiso tanto, debió de ser una gran mujer.
---Sí que lo fue, sí. Qué pena que tú casi no puedas acordarte de ella.
El primer viaje que hice en ferrocarril fue cuando la feria de artesanía en el cincuenta y nueve. El Manolo y yo Fuimos a aprender técnicas nuevas y ver qué novedades se impondrían en los años siguientes, ya los sesenta. Nos duró casi un día entero, con paradas, gente que subía, bajaba, mujeres con cestos llenos de hortalizas, labradores con la piel curtida… Fue largo pero se nos pasó en un soplo. Compartimos pan blanco de hogaza, chorizos, tortilla de patatas y rosquillas. Y, claro, buenos tragos de vino de la bota. Ah, qué bueno sabía todo. Aunque la vuelta fue mejor aún, porque volvíamos a casa y quería ver que cara pondría tu abuela cuando viese el regalo que le llevaba: ¡una cafetera! Cuánta ilusión le hizo. Se la quedó mirando y dijo: “marido, yo no voy a saber utilizarla”. Que sí, mujer; que sí, que ya verás qué café más rico saca, con espumita y todo.
Una lágrima furtiva rueda por la mejilla, perdiéndose en el mapa de las arrugas de don Ramón, esas líneas que marcan una vida entera.
Susana le da un beso fresco y musical que pretende hurtar esa lágrima para sí y disimular la pena por saber que él tiene razón, que pronto su abuelo ya no necesitará de su compañía y de su risa.
---Pues, mi primer viaje en tren fue a ver al tío Alberto. Recuerdo que no dejaba de mirar por la ventanilla al ver cómo íbamos en pos del paisaje, pero cuando parecía que lo íbamos a atrapar se nos escapaba veloz. Y recuerdo a aquella señora que me regaló un trozo de pastel de chocolate. Era una señora con el pelo blanquísimo y parecía muy buena. No he podido olvidar aún la ilusión que me hacía ir en tren y pasar el día junto al tío.
---Ay, hija. Tú siempre tan buena. En vez de hacer el viaje con las amigas o a la playa, lo hiciste para regalar tu compañía. Qué felices nos has hecho siendo como eres y qué orgullosos.
---Bah, abuelo. Si yo es como mejor me lo paso. Y leyendo, eso también. Soñando con historias lejanas y de príncipes y princesas.
Ya les toca el turno para subir al tren. Delante de ellos va un matrimonio joven con un bebé en un carrito. Para éste también será su primer viaje.
Se han acomodado en los asientos mullidos, amplios. Cada uno calla. Deja vagar su mirada, perdida. ¿Adónde les conducirá el destino?

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viernes, 9 de noviembre de 2007

Grandes investigadoras de la Historia, 1

Doy comienzo aquí a una serie en la que pretendo rescatar la memoria de esas mujeres que, en medio de una sociedad dominada por hombres, supieron legarnos
su saber y arrojo, aportando progreso a nuestro mundo.
Ellas nos enseñaron a creer en uno mismo y a superarnos en medio de grandes dificultades.
Que os guste y sirva de estímulo su estela.

Hypatia de Alejandría (370-415)

Fue una mujer científica, filósofa y maestra que, con su sabiduría y sus enseñanzas, contribuyó, en gran medida, al desarrollo de las matemáticas y la astronomía.
Nació en Alejandría en 370 y su padre, Teón, era ya un célebre matemáticoMuy apreciado por sus contemporáneos y que no se contentó con guardar sus conocimientos
para sí y sus discípulos, sino que hizo partícipe de ellos a suhija, lo cual era verdaderamente insólito en aquella época.
La joven era una mujer abierta a todo el saber, que su padre quisiera volcarle, por lo que se educó en un ambiente académico y culto. Además le inculcó lapasión por la búsqueda de lo desconocido.
Se asegura que le superó y que muchos de los escritos atribuidos al padre, fueron realmente obra suya.
Aprendió también acerca de la historia de las diferentes
religiones que se profesaban en aquella época, así como oratoria, filosofía y sobre los principios de la enseñanza.
Viajó a Atenas y Roma, siempre con el
mismo afán de saber, de tal forma que a su vuelta, su casa, se convirtió en un centro de aprendizaje al que acudían alumnos de todas partes del mundo conocido,
atraídos por su fama. Se dice también que los magistrados acudían a ella para consultarle sobre asuntos de la administración y que fue muy influyente en
aspectos políticos.
Se interesó, además, por la mecánica y puso en práctica la técnica para inventar un aparato para destilar el agua, un hidrómetro graduado
para medir ladensidad de los líquidos y un artefacto para medir el nivel del agua.
Pero Hypatia era pagana y le tocó vivir en tiempos duros para el paganismo,
por lo que su situación se tornó muy peligrosa en una ciudad que se iba haciendo cada vez más cristiana y fanática. En fin, resultó ser para sus enemigos,
no una mujer culta, sino una bruja peligrosa.
El obispo Cirilo fue enemigo suyo porque a la vez la admiraba y la temía, pero a la que no podía comprender.
Creó un ambiente de odio y fanatismo haciaella, tachándola de hechicera y bruja pagana y en el mes de marzo de 415 fue asesinada de la manera más cruel por un grupo de monges que la desnudaron y arrastraron por toda la ciudad hasta un templo, llamado Cesareon, donde la torturaron hasta la muerte y posteriormente
la quemaron. De esta manera creyeron dar muerte a lo que ellos llamaban idolatría y herejía.
Un alumno suyo, Orestes, informó de los hechos a Roma, pero
por falta de testigos, la investigación se fue retrasando hasta que llegó un momento en que se afirmó que aún vivía en Atenas.
Con su muerte se terminó la enseñanza del pensamiento de Platón y el interés por las ciencias fue decayendo. La Historia entró en el oscurantismo, aunqueprimero en bizancio y luego en el mundo árabe, pronto se volvería a retomar el espíritu del saber.
Vaya para ella mi homenaje y que sea símbolo de tolerancia y espíritu libre para
todos vosotros.

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miércoles, 7 de noviembre de 2007

Un paseo por Madrid

Quiero compartir con vosotros lo que, en gran medida, representa, a mi modo de ver, un día feliz. Además pretendo daros a conocer una pequeña página de Madrid, descrita desde mi óptica particular.
El motivo fue la visita de unos amigos para mostrar una panorámica de la ciudad a unos familiares. El tiempo, espléndido, impropio del mes de noviembre y el ambiente, digno de una ciudad europea moderna y llena de alicientes para el turismo.
Comenzamos el paseo con un desayuno típico madrileño, a base de porras con chocolate. Había que empezar la jornada con buen pie.
Después recorrimos la Cuesta de Moyano. En esta calle se congregan casetas de compra-venta de libros y es tradicional, de las mañanas de domingo, acercarse a pasear por ella para bucear en los expositores de libros de todas materias y géneros. La calle está dedicada al ministro que implantó la educación pública en España, en la segunda mitad del siglo XIX y, tras su reciente remodelación, para peatonalizarla, está coronada por una estatua de Pío Baroja, uno de los escritores clave de la Generación del 98.
Seguimos, a continuación, recorriendo el Paseo del Prado, con el Jardín botánico para acercarnos al museo que se alza en él y que es una de las mejores pinacotecas del mundo. Tuvimos la suerte de coincidir con las actividades organizadas con motivo de su ampliación. Una orquesta de cámara ponía la nota musical y unos actores, vestidos de época daban color a la mañana.
Contemplamos las estatuas de Murillo y Velázquez, y proseguimos nuestro recorrido hacia las fuentes de Neptuno y Cibeles para, girando por la calle de Alcalá, atravesar la plaza de la independencia (con la emblemática puerta) y acceder, por fin al parque de El Retiro.
En él, recorrimos su estanque y nos llegamos al Palacio de Cristal y la pequeña cascada. Era increíble la animación reinante: titiriteros, marionetas, mimos, echadores de la buena ventura, músicos y bailarines de tango, familias enteras patinando o en bicicleta. Vaya, toda una fiesta para los sentidos.
Con el ánimo pleno y los pies prestos, decidimos dejar el Madrid de los borbones para, tomando el Metro, cambiar de zona e ir al distrito de Latina. En su plaza se encuentra uno de los teatros emblemáticos de la ciudad, propiedad de la genial humorista Lina Morgan.
Tras una buena comida, en un ambiente distendido, subimos por las calles Estudios y Toledo para dirigirnos al bar El madroño. Típico por su decoración castiza y por la degustación, en vasos de barquillo, del licor, fruto del árbol representativo de la Villa.
Bordeando la Plaza Mayor entramos en el corazón del Madrid de los austrias.
Accedemos a la Plaza de Oriente que enmarca la catedral de la Almudena, el Palacio Real y el Teatro de la Zarzuela.
Finalizamos el paseo atravesando la calle Arenal, en uno de cuyos establecimientos moraba el ratoncito Pérez, , tan amigo él de los niños, y llegamos a la puerta del Sol, con el reloj que marca la frontera de cada año nuevo, el Kilómetro Cero de donde parten todas las carreteras del país, en un sistema radial y la pastelería La Mallorquina, toda una tentación para el paladar.
Hasta aquí, sería la parte descriptiva. Ahora quiero exponer el lado sentimental de lo que experimenté ese día:
Satisfacción por haber ejercido de anfitrión, con el orgullo de enseñar la ciudad en la que vivo.
Emoción por visitar, bien acompañado, los lugares históricos de mi ciudad. Sentía que estaba pisando la Historia.
Percibí la música, la tranquilidad de la gente, paseando y disfrutando de una relajada mañana de domingo alejada de las prisas cotidianas, y el calor de un día soleado en otoño.
Los tíos de mis amigos, de origen venezolano, disfrutaron y, con emoción, descubrieron un mundo que para mí resultaordinario, pero que a ellos les pareció increíble. Éste fue mi mejor premio: saber que ayudé a hacerles un poquito más felices.
Acabé con los pies doloridos, pero con el alma alegre porque me creí útil y fui uno más, como el resto de ciudadanos.
Fue toda una carga de energía para los días sucesivos.
Y una anécdota para finalizar: cuando recordaba, al pasar por la calle Mayor, el momento en que en 1906, un anarquista atentó contra el rey Alfonso XIII, el día de su boda, un señor se dirigió a mí para felicitarme, admirado de cómo estaba narrando un episodio histórico. Luego mis amigos dijeron, entre risas, “ese hombre se ha creído que eras uno de los que presenciaron el atentado”. Jejejejeje
Las fotos del margen fueron realizadas a lo largo del paseo que os describo. Que os gusten.

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viernes, 2 de noviembre de 2007

Apuesto por el humor

Tal vez os esté dando la impresión, por lo que hasta aquí os voy dejando, que soy una persona aburrida, seria en exceso y demasiado trascendente. No es del todo cierto. Sí, es verdad que a la hora de escribir quizá sea demasiado profundo, pero es que me gusta que mis textos tengan la posibilidad de hacer varias lecturas, como una cebolla, con distintas capas.
Pero apuesto por el humor, aunque sea negro, la ironía y la risa franca.
Es claro que alguien que no es capaz de reírse de uno mismo, es un ser limitado. La risa nos relaja, da vida y dicen que es el mejor cosmético contra la fealdad.
Me encantan los juegos de palabras hijos del ingenio y buscar el lado cómico de la vida, porque de otra manera, no pocas veces, nos veríamos abocados al fracaso y la frustración.
Cuando me dicen: “tú ves”. Yo respondo: “sí, cuando me choco veo las estrellas de colores”. Jejeje.
La ironía al expresar algo por medio de la exageración: “vamos, parece que haya descubierto América diciendo semejante tontería”.
Y sé verle los aspectos cómicos a los percances con los que me encuentro a menudo por ciego.
De éstos, algunos quiero recordar ahora:
Cua´ndo caí en un hoyo por pisar una tabla mal puesta y había un operario trabajando en él. A la típica pregunta de: “se ha hecho daño” Yo dije, con mis 90 kgs. Por delante: “yo, no; usted, no sé” Aquel trabajador experimentó la lluvia de ciegos.
Cuando un día me aprestaba a tomar un café y pensé que, como detalle de la casa, me regalaban unos churros. Oí una voz a mi lado que me decía: “vale que quiera que le invite a churros, pero al menos pregúnteme primero, porque el que tiene en la mano era mío”
Las ocasiones en que, cuando voy a sujetarme de una barra en el transporte público, en vez de tomar el asidero, tomo ciertas partes femeninas.. Con harto apuro debo pedir “perdón, señorita”.
Imaginaos qué puede hacer un ciego en la playa moviéndose con el bastón: los niños con los castillos de arena, las chicas tumbadas al sol… y el ciego dando palos de idem.
O llegar al alto de una montaña o al borde del acantilado y decirme mi acompañante: “ya puedes dar el paso” Yo voy y… encuentro el vacío. Adiós. (puro humor negro).
Y aquella vez en que otro amigo y yo nos presentamos en plena pradera de la hermita de san Isidro el día del patrón, en que medio Madrid se acerca a beber agua de la fuente. Saber que te franquean el paso por delante de una fila interminable, abriendo las vallas protectoras y luego ir de tómbola en tómbola a comprar boletos para terminar la faena.
El momento en que un vigilante, que más parecía un gigante, en el Museo Británico, en Londres, se dirige a mí en tono desabrido por tocar los restos del Partenón. Encima que no debería de estar allí, me riñen por tocar un trozo de piedra. Si aún me llamasen la atención por tocar otras columnas más cálidas y suaves…
No sé ni recuerdo chistes, pero os aseguro que muchas veces son más cómicas las situaciones cotidianas que éstos, sólo hay que saber verles la gracia, aunque de momento te suponga una buena medida de sonrojo y apuro.
Un brindis por el ingenio y la sonrisa amable.

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jueves, 1 de noviembre de 2007

Siguen a mi lado

Hoy, día de todos los santos, quiero dirigirme a esos santos que he tenido la suerte de que, una vez, me regalaran sus desvelos, sus enseñanzas y su afecto generoso y sin límites.
Ellos saben que una buena parte de lo que soy se lo debo porque me enseñaron a creer en mí mismo, en que podía llegar más lejos y porque confiaron en mí.Ahora los recuerdo aquí, pero ellos saben que siempre permanecen vivos en mi memoria, aunque ellos ya no estén junto a nosotros, fallecieron.
Y sin embargo, aún sé que siguen velando por mí, les noto cerca, ahí al lado. Su espíritu me alienta a no decaer y su recuerdo me sigue estimulando.
Tal vez no visite sus moradas, no les lleve flores: Pero todos los días rezo por ellos, por no olvidarlos y no dejar de agradecerles todo lo que, con tanta generosidad, me dieron.
Todos me enseñaron algo: cómo ser fuerte ante la enfermedad, cómo valorar lo que tengo y dejar de lado pequeñas frustraciones y rencores y, en fin, cómo mirar hacia delante y ser generoso.
Gracias por su ejemplo.
Estoy seguro de que todos encontramos en nuestra vida cotidiana seres sencillos y anónimos,igual que ellos, que nos guían.
Creo que, al menos, debemos seguir su estela y, siempre que podamos hagamos algo porque un día lejano alguien nos recuerde como yo les recuerdo a ellos. Ésa será una cierta seña de inmortalidad: dejar huella, eso sí: con humildad y discreción.

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Definición de los sentidos

Tal vez porque sólo nos damos cuenta del valor que tiene algo cuando ya no lo tenemos, quiero apostar por la grandeza de los sentidos, porque simbolizan algo más, mucho más, que meros órganos fisiológicos que tenemos ahí.
Los sentidos son un medio para integrarnos en el mundo y ser seres plenos. Por eso, debemos fomentarlos y cuidarlos. No nos damos cuenta de su importancia porque están ahí, los utilizamos a diario y sin más. Y claro, ¡disponemos de tanta tecnología, tantas herramientas…! que ¿para qué vamos a pensar en ellos?
Pues yo sí quiero ofreceros una definición amplia de sus dotes.

El sentido: cuando alguien lo pierde deja de ser, ccede su identidad al absurdo o a otra persona. ¿Entonces qué nos queda sino lo tenemos? Huyamos de las drogas que nos llevan a semejante pérdida.
La vista y los ojos: a través de ellos miramos la belleza y la fealdad, pero también nos desnudamos ante los demás. Cuando alguien quiere ocultarse se pone gafas oscuras. Pero qué fortuna poder ver, ver a un niño que sonríe, una flor con toda su belleza, el rostro del ser amado, una obra de arte. Y mirar, mirar para saber comprender esas cosas bellas que encierran el misterio.
El oído y las orejas: percibir la música que nos relaja y nos transporta al mar, a un pájaro de colores y a la voz, la voz susurrante o cálida de alguien que quiere guiarnos.
El olfato y la nariz: el olor deja un rastro imbolrrable en nuestra mente. Aquello que nos ha marcado desde el principio de los tiempos: la leña quemada en el hogar, el pan en el horno, el jabón en la ropa recién lavada o el perfume de aquella persona que nos sedujo alguna vez. Y la nariz, respingona, chata o contundente, un rasgo de personalidad.
El gusto y la boca: saborear los alimentos preparados con el cariño de una madre o la persona que nos ama. Tener buen gusto: ser elegante. Y darnos un gustazo: un placer, un capricho. ¿Y la boca? Besamos, sonreímos, nos expresamos.
El tacto y las manos: ¿cómo podríamos crear sin ellas? Acariciamos y ofrecemos apoyo cuando alguien está a punto de caer. Si tenemos tacto somos delicados. Es el sentido de mayor cercanía. ¿Hay algo más hermoso que dar una caricia? Deberíamos de poder tocar más y desterrar esa identificación despectiva de que si a alguien le gusta acariciar, se le dice “sobón”.

Pero hay además dos sentidos suplementarios a los anteriores tan importantes como aquéllos: el sexto sentido y el sentido común.
El sexto sentido: la intuición, la perspicacia, el saber cuándo algo importante nos acecha y poder atraparlo, fijarnos en él. Supone estar alerta, huir del ruido que nos impida utilizarlo.
Y el sentido común, algunos le dirían lógica. Es lo evidente, el reconocer en el esfuerzo, la familia, la virtud de la palabra dada y el compromiso las señas de identidad que nos hacen ser personas íntegras y dignas de quienes nos han creado en nombre de Dios y el amor.

Mi vista velada no me impide saber mirar de frente a quien se dirige a mí. Me enorgullece escuchar de alguien: “tú ves”.
Mi oído me hace saber cómo está anímicamente la persona que me habla e imaginar libremente cómo es. No importa que lo que yo esté imaginando no sea real, es divertido jugar especulando cómo es esa persona que se sitúa a mi lado.
La boca: a través de ella sonrío agradecido a quien me ayuda y saboreo un rico manjar acompañado de mis seres queridos.
¿Y las manos? Gracias a ellas puedo moverme sin miedo agarrado a un bastón o a un brazo generoso, percibo y leo.
Todo esto me sugiere el hablar de los sentidos ¿y a vosotros?

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La grandeza de una gota de agua

Una gota de agua, tan pequeña, diminuta, sencilla y pura, es lo que simboliza para mí una buena parte de toda una filosofía de vida.
En su simpleza encierra el misterio de la vida. Ella y otras muchas juntas, alimentan nuestra existencia porque el agua nosnutre, nos refresca, relaja y siempre fluye. Aún recuerdo cuando en mi pueblo pusieron el agua corriente en las casas. Era muy niño pero a partir de entonces ya no tendría que ir a la fuente con el botijo a llenarlo y mi mamá ya no debería dejarse las manos, arrodillada en el lavadero, para frotar la suciedad de la ropa. Me pareció algo mágico.
Cuando se les da la oportunidad, por medio de los rayos de sol, esas gotas son capaces de transformarse en un espectáculo increíblemente bello: el arco iris.
Esas gotas que caen de la lluvia en una tarde otoñal que te invitan a la sensibilidad y a evocar la compañía de un amor, su calidez y consuelo.
Pero también son gotas las que corren por nuestras mejillas cuando lloramos, lloramos de alegría franca o de tristeza por las ausencias.
¿Y esas miriadas de gotas que forman el mar? Un mar que nos llama a su inmensidad y a la aventura misteriosa de un mensaje encerrado en una botella ¿de quién?
Fijémonos en lo hermoso de lo pequeño, las cosas, como las gotas de agua, están ahí, sólo hay que saber verlas y… atraparlas para que, en medio del ruido, no se nos escape la belleza que nos ha sido dada por Dios.

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