domingo, 29 de noviembre de 2009

TODOS LO NECESITAMOS

Esta historia me ha sido seleccionada para ser publicada en un libro de creación literaria en el fomento de los derechos civiles.
Un reconocimiento más, un pequeño premio que, aunque no sea económico, sí me sirve de aliento para seguir ahí aunque mi verdadero premio es vuestra admiración y cariño.
Que os guste y feliz tarde de domingo.

A ver, ¿qué es ser diferente? ¿Puedo preguntarlo? ¿Querría decírmelo usted?
No, no puede. Ser diferente no está permitido en el país de los iguales.
Pues lo siento, habrá que apostar por la revolución. De donde yo provengo, siempre se ha admitido como un valor esa característica.
¿Y por qué ha venido, entonces, hasta aquí? Nosotros no queremos complicaciones.
Porque me hablaron de que encontraría a alguien especial, alguien que para ustedes es igual, pero… que, si se la sabía ver, destacaría por encima de todos.
¿Aquí, alguien especial? Imposible.
Sí, sí. Sé que tiene rostro de luna, cabellos de sol y mirada de estrellas. He venido en su busca para darle el papel que le corresponde.
Ah, pues sí así es, llévesela de nuestro mundo, nosotros no la queremos.
Mírela. Ahí está, la tiene delante.
Ah, ¿esa es? No, no puede ser. Es mi lucero. Yo la quiero por esposa y llama de mis días.
¿Lo ve? Al fin, usted también necesita lo que dice despreciar. Todos lo necesitamos, aunque nos neguemos a reconocerlo.

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jueves, 26 de noviembre de 2009

Las voces que me acompañan

Querida amiga:

¿Aún te acuerdas de mí? Hace demasiado tiempo, mucho más del que hubiera querido, que no te doy noticias mías.
Espero que tú y tu gente os encontréis bien y con ilusión. Sabrás que sigues contando con mi afecto y admiración.
¿Y qué puedo relatarte hoy?
Querría hablarte de las voces sintéticas. De lo mucho que me ayudan en mi desenvolvimiento diario. No te negaré, cómo hacerlo, que preferiría las humanas (como la tuya) para afrontar las diversas tareas, pero…
Y esto no significa, ni mucho menos, que abdique del uso y defensa del sistema braille. Sin embargo, desgraciadamente, hay muchas cosas que no me es posible llevarlas a cabo mediante los puntitos mágicos.


Las voces de las que quiero hablarte me acompañan para facilitarme muchas tareas. Y he de decirte que su calidad ha mejorado notablemente, cada vez son más “agradables”, más entendibles, casi más personales (incluso tienen nombres: Mónica, Jorge…).
Desde aquella voz macarrónica que me hacía de anotador parlante, el braille hablado, a las diversas funcionalidades del teléfono móvil, han cambiado mucho las cosas. A las de éste, accedo mediante el programa talks. Él me permite mandar y recibir los mensajes que me envías, los números de la agenda (ya no tengo que memorizarlos), la cobertura de que dispongo, la batería que me resta o la alarma.
Este medio con el que soy como tú, el ordenador, lo puedo manejar gracias al Jawss, revisor que me verbaliza todo el texto que aparece en la pantalla.
En la cocina, la báscula de alimentos me canta la cantidad que voy poniendo en los guisos y el robot con el que cocino me dice el programa que debo seleccionar y el tiempo de cocción.
Otra simpática báscula de baño, muy cantarina y educada ella (me dice adiós y todo) avisa cada sábado de cómo me he portado con los dulces. Si he engordado.
La calculadora, el termómetro, el reloj… todos ellos tienen su correspondiente síntesis de voz.
A veces pienso que ellas están ahí, junto a mí, que son mis compañeras. Pero no, son programas sintéticos. Y, no obstante, qué útiles me resultan.
Luego en la calle, en el Metro se me dice la próxima estación, lo mismo que en el autobús, y se está desarrollando un sistema de localización que me podría guiar en ese afán mío por pasear. Bien que éste aún tiene que mejorar su precisión para que no termine en medio de la calzada, si sigo sus indicaciones.
Y puedo escuchar tus novelas en formato mp3 para sentirte más cercana a mí y disfrutar con tus maravillosas creaciones. Afortunado de mí que las puedo leer.
Y así me voy apañando, amiga.
Sé que esto, que te cuento, te interesa gracias al cariño que me dispensas, así que por eso te lo he contado. Mas, en cualquier caso, tú pregúntame lo que te resulte curioso.
Bueno, y con mis sinceros deseos de que disfrutes de un merecido descanso y afrontes, con proyectos interesantes el fin de semana, me despido mandándote besos cariñosos y un cálido abrazo para ti y los tuyos.

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miércoles, 25 de noviembre de 2009

Historia del sacacorchos

El sacacorchos es, a buen seguro, el elemento más importante desde el punto de vista del somellier, ya que el arte de abrir una botella alcanza la categoría de ritual cuando el vino a degustar es de calidad, cuando los invitados a degustar de él están más o menos inmersos en la cultura del vino, y mucho más cuando la cita tiene cierto carácter protocolario.


La creación del sacacorchos se basa en un utensilio en espiral que era utilizado para extraer las balas del cañón de los fusiles hace aproximadamente cuatro siglos, y su aparición, como tal, data del siglo XIII cuando comienzan a taponarse las botellas con corcho. Hoy en día es un utensilio tan familiar y cotidiano que no sólo es utilizado para el trabajo del sumiller sino que si buscamos en el cajón de los cubiertos de cualquier casa encontramos uno.A lo largo de la historia se han diseñado muchos tipos de sacacorchos de los que citaremos algunos:
Primero fueron los de hélice, también llamados T, que con el tiempo han ido cambiando, ya que al tirar se remueve el líquido.
Los de doble palanca, de gran belleza y práctico manejo.
El más común y personal es el sacacorchos que llevan los sumilleres, llamado de impulso, que casi nunca nos falla.
Los seguros Screwpulls para la extracción del corcho con el mínimo esfuerzo.
Los de pared, sin duda los más rápidos.
Ahora sólo queda citar aquellos tipos de sacacorchos llamados especialistas a los que únicamente se recurre en algunos casos:
El de cava o champagne, con una pinza que agarra el corcho por la parte superior y permite su extracción con facilidad.
El de láminas, especial para botellas muy viejas.
Las tenazas para degollar los oportos vintage, en los que la física-química juega un papel muy importante pues han de calentarse las tenazas al rojo vivo, se abraza en cuello de la botella con ellas y al cabo de pocos segundos se retiran y se vuelve a abrazar con una pinza que previamente ha estado introducida en un recipiente con agua fría, con lo que se consigue un corte totalmente limpio.

La propagación del sacacorchos se sitúa históricamente a partir del siglo XVIII (aunque existen algunos modelos del XVII), coincidiendo con la difusión de las botellas de vidrio soplado y del corcho como el elemento destinado a mantener el líquido en su sitio hasta el momento del consumo. La primera referencia textual a un sacacorchos procede de Inglaterra y corresponde al Tratado de la Sidra, escrito por James Worligge en 1676, donde habla de "un tornillo de acero utilizado para extraer los tapones de las botellas". Técnicamente, no se trataba exactamente de un sacacorchos tal y como hoy lo conocemos, sino más bien de una especie de barrena similar a la que se empleaba para limpiar las armas de fuego. A partir de entonces, y con la imposición del espiral metálico como elemento básico para la extracción de los tapones de corcho, la evolución del sacacorchos se centra en el desarrollo del método más cómodo para realizar la operación, es decir, en el perfeccionamiento del mango y el sistema mecánico.
La primera patente de un sacacorchos es también inglesa, del año 1795, aunque en los años subsiguientes se produjo un boom en el registro de diferentes modelos, en todo el mundo: Francia, Estados Undios, Canadá... Tan sólo en Inglaterra, en el siglo XIX se patentaron hasta 350 modelos diferentes de sacacorchos.Si bien los primeros se basan en el sistema de una básica T con espiral, a partir de 1850 comenzaron a llegar los sacacorchos de palanca, que reducían notablemente el esfuerzo en la extracción. A finales del siglo XIX apareció el modelo primitivo del que quizás sea el sacacorchos más importante de la historia: el de una sola palanca, el preferido de los camareros y sumilleres de todo el mundo, incluso en nuestros días.Evidentemente, de forma paralela al desarrollo técnico se producía la estilización estética, con aplicaciones de madera, nácar, grabados, etc., además de la incorporación de accesorios prácticos como cuchillas, escobillas para limpiar la boca de la botella...
Los sacacorchos para botellas de Champagne tienen su origen a finales del siglo XIX, época a la que corresponde también un invento en forma de grifo que permitía perforar el corcho y dosificar en copas sin que el resto del contenido de la botella perdiera efervescencia.En la actualidad prevalecen algunos modelos clásicos, como el de camarero o el sacacorchos de láminas -adecuado sobre todo para extraer corchos dañados-, que conviven y comparten escaparates con otros de última tecnología, como los modelos de palanca desarrollados por la casa Screwpull, de una gran precisión y comodidad.Mientras el placer por disfrutar de un buen vino se mantenga intacto -y se mantendrá, qué duda cabe- el cerebro humano continuará pergeñando artilugios y nuevos modelos de sacacorchos para hacer más fácil y confortable el momento del descorche, aquel en el que se abren las puertas del placer.

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martes, 24 de noviembre de 2009

El león y el mosquito luchador

Es verdad, a veces nos ciega la euforia por el éxito y no nos damos cuenta de que podemos, inmediatamente fracasar.
No se trata de ser un aguafiestas sino de tener cabeza y celebrar los éxitos pero sin perder de vista la realidad.


Un mosquito se acercó a un león y le dijo:
-- No te temo, y además, no eres más fuerte que yo. Si crees lo contrario, demuéstramelo. ¿ Que arañas con tus garras y muerdes con tus dientes ? ¡ Eso también lo hace una mujer defendiéndose de un ladrón ! Yo soy más fuerte que tú, y si quieres, ahora mismo te desafío a combate.
Y haciendo sonar su zumbido, cayó el mosquito sobre el león, picándole repetidamente alrededor de la nariz, donde no tiene pelo.
El león empezó a arañarse con sus propias garras, hasta que renunció al combate. El mosquito victorioso hizo sonar de nuevo su zumbido; y sin darse cuenta, de tanta alegría, fue a enredarse en una tela de araña.
Al tiempo que era devorado por la araña, se lamentaba de que él, que luchaba contra los más poderosos venciéndolos, fuese a perecer a manos de un insignificante animal, la araña.

No importa que tan grandes sean los éxitos en tu vida, cuida siempre que la dicha por haber obtenido uno de ellos, no lo arruine todo.

Esopo

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domingo, 22 de noviembre de 2009

Cuento de Navidad


Es verdad, parece increíble pero de aquí a nada, tenemos la Navidad otro año más.
Qiero compartir con mosotras y vosotros mi último cuento que habla de recuperar una ilusión: la de adornar nuestras casas y, sobre todo, nuestro espíritu, a pesar de todo, de símbolos navideños.
Que os guste. Con cariño.
Buena tarde de domingo.


-Mamá, mamá la nueva profe quiere que este año adornemos la casa de forma especial. Que se celebra el cumple de un señor que nació hace 200 años y que inventó unos puntitos mágicos para que los ciegos pudieran leer. Dice que se llamaba Louis. Nos ha enseñado un libro de ésos y, jo, es muy difícil leer con puntos, pero a mí sí me gustaría intentarlo porque además sientes cosquillitas al pasar la mano.
-Bueno, hija. Pero no me hagas como siempre, que sacamos todos los adornos y luego tú no les haces ni caso y tenemos que ser tu padre y yo los que nos demos la paliza.
-que no, mamá. Que este año quiero prepararlo yo solita. Bueno…. Y con Noralí, aarón y Susana, si me dejas que les invite. Sabes que son mis amigos y… ejem…, Noralí me dijo que ella no podría hacerlo porque a sus papás no les gustan esos rollos. Qué tontos, con lo bonito que es instalar el belén y el árbol y las bolas y los regalos.
A la mamá de Isabel le ha salido una sonrisilla emocionada y triste a la vez, aunque qué bobada: ¿cómo puede haber sonrisas tristes?
-Vale, hija. Tómate la merienda, haz los deberes, que siempre te lo tengo que estar mandando, y diles a tus amiguitos que el sábado se vengan por la tarde. Y después les combidamos a empanada, sandwichs, bocadillos de Nocilla, zumos y pizza.
-Vaale, yuupi. Recuerda que Aarón traerá su silla de ruedas, así que tendremos que despejar el salón. Qué pobre y qué difícil lo tiene para jugar y hacer todo. Lo quiero mucho porque siempre está contento.
Y llegó el sábado. Isabel apenas si había podido dormir la noche anterior de lo ilusionada que estaba. Sentía que lo iban a pasar muy requetebién.
Su casa, vaya, la de sus padres y hermana mayor, la pesada, era bonita. Tenía su jardín y todo, sus dos plantas y bodega. Y lo que a ella más le gustaba: el desván. Aquí era donde se guardaban las cajas con cosas que ya no se usaban. Y las bicis. Y los papelotes de su padre, y los libros. Y disfraces. A ella, todo eso le parecía mágico: cofres de tesoros con los que soñar y crear nuevos mundos.
Nuestra prota era una niña aplicada pero muy fantasiosa. A veces decían de ella que siempre estaba en las nubes. Pero, aparte de que eso no era verdad del todo, tampoco le importaba demasiado porque le gustaba creer que las bufandas eran columnas de catedrales _le había impresionado mucho la que vio en verano: tan grande y con esas ventanas de colores_; que el lápiz de labios de su mamá era un cohete espacial para enanos;o que la boina del abuelo, la tapadera de una olla en la que se cocían las pócimas de la bruja.
Isabel no era muy alta, algo flacucha, ¿pero qué quieren si estaba siempre saltando y brincando? Era rubia, con el pelo como el trigo de junio, que lo solía llevar casi siempre recogido en una coleta. Lo que más gustaba a los mayores de ella, aparte de su gracia, eran sus ojos entre azules y verdes. Y que era bastante buena estudiante aunque algo testaruda.
La campana del timbre sonó.
-¡Ya vienen! Voy a abrir, mamá.
-No, que vaya Rosalía, tu hermana, no sea que en vez de tus amigos, sea Luisito que viene a buscarla para irse a estudiar.
-Sí, sí; para estudiar. Qué morro tiene la lista de mi hermana.
-Ya estamos aquí
Lola, la madre de Susana se había encargado de traer a los tres niños, además porque en su coche cabía bien la silla de Aarón. Venían cargados con los abrigos, y un regalito cada uno.
-gracias Lola. ¿Quieres un café o algo?
-No, deja. Que tengo un montón de líos con eso de que se acercan, otro año más, las navidades. ¿A qué hora me paso a buscarlos?
-Ah, no. Que ya los llevaremos nosotros. Tú no te preocupes. Vete tranquila. Mírales, qué felices se les ve. Y lo bien que unen.
Los cuatro niños se han aislado del mundo de los mayores y han empezado a sacar las bolas, cuidado no se rompan, las campanitas, la estrella, el espumillón, el algodón, en forma de copos de nieve, la bota. Y el árbol, claro.
Aarón, él tan habilidoso con las manos, se ha puesto a recortar el papel brillante que cubrirá el cubo donde apoyar el abeto.
Noralí ha empezado a colgar las cosas según se las van dando las otras niñas.
Isa dice que en la copa habrá de ponerse la estrella de plata.
-¿Y las luces? _pregunta Susana_.
-Ah, eso lo último. Que antes habrá que ordenarlo todo bien y habrá que dejar hueco para enganchar los regalos que dejen Papá Noel y los Reyes.
-En Varela, la ciudad donde yo nací se dan los aguinaldos y a cambio, a los que los traen, con sus cantos, y regalitos, se les obsequia con carato de acupe, dulce de lechoza y leche de burra. Y luego se celebran las patinatas para estrenar los regalos.
-Bah, Noralí no te acuerdes de Venezuela, que aquí también se pasa díver.
-¿Cómo vais, niños? Uy, si ya casi lo tenéis listo. Qué chulo os está quedando. ¿queréis merendar? Que da mucho hambre esto de adornar abetos.
-Va, sí; venga. Que mi mamá nos va a dar cosas ricas.
Mientras los niños devoran todo, Mercedes recoge lo que han ido dejando desperdigado aquí y allá. Ha de reconocer que esta vez el árbol tiene una Luz diferente, un brillo especial. Vuelve a sonreír. Da la espalda para volver a la cocina y por eso no la ve.
No ve a una misteriosa mujer que ha aparecido no se sabe de dónde. Es muy guapa, con un vestido blanco largo adornado y con una cara de ángel. Mira el árbol. Le lanza, con la punta de sus finos dedos, un beso y…
-Ya nos lo hemos comido todo, mamy. ¿Podemos salir a jugar al jardín un ratito? Aún hace sol.
-Buueno, pero sólo un ratito. Que pronto tendremos que marchar.
Mercedes tiene que llamarlos. Se les ha olvidado.
-¡Vamos, niños! Que hace frío y ya anochece casi, Venga que nos vamos.
-Joooo, ¿ya nos tenemos que ir?
-ale, sí. Entrad a lavaros y despediros del árbol.
Así lo hacen, pero cuando lo ven, no pueden creerlo. Abren los ojos todo lo que pueden y siguen sin poder creerlo. El árbol está cargado, ahora de cuatro increíbles cajas. ¿qué contendrán? ¿quién las habrá depositado allí?
-¡Mamáaaa! ¿Tú?
-No, no. Yo no sé tampoco. Pero, cogedlas, deben ser para vosotros.
Cada caja lleva el nombre del destinatario.
Aarón abre la suya. Son unos patines que acoplados a las ruedas de su silla harán que salga volando. Y así podrá jugar, por fin, a fútbol.
Noralí contempla, fascinada, un libro con imágenes de su país. Pero es un libro especial. Cada vez que se fije en una de ellas, se transportará al lugar fotografiado.
Susana tiene un telescopio. Mira a través de él y ve estrellas y planetas. Es lo que siempre había soñado hacer.
¿E Isabel? En su caja hay un duende de trapo y peluche. Es cálido, amoroso y con cara de travieso. Sólo ella le puede escuchar:
¿Yo haré que seas feliz, muy feliz. Y que todos quieran ser tus amigos porque les alegrarás con tu risa y tu bondad. Serás la mejor niña del mundo.

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viernes, 20 de noviembre de 2009

20 de noviembre

Ya sé que lo recordáis, que entre el día de hoy el domingo, 22, hace ya más años de los que uno pudiera creer, en España tuvieron lugar unos acontecimientos que han quedado para la Historia.
Me apetece compartir aquí los pocos recuerdos que conservo de aquellos días. Yo tenía 9 años.



Era jueves y teníamos que ir a esperar al autocar que nos llevaba a la escuela a Ágreda (pueblo a 15 kms. Del mío). Hacía frío y cuando salíamos al esperadero de la carretera, alguien dijo que ese día no había clase, que se había muerto Franco.
Yo no sabía muy bien quién era ese señor, pero me alegré un montón de tener esa fiesta extra. Volvimos a casa, al calorcito de la lumbre.
Luego, en mi mente hay recuerdos de música clásica, una gran cola de gente que se dirigía hacia una sala en la que había un ataúd escoltado por otros señores muy tiesos, muy rígidos.
Y recuerdo, mi padre era el alcalde, cómo en la mesa camilla del cuarto de estar de casa había un libro en el que los mayores venían a firmar.
Y en la tele, en blanco y negro, un señor muy serio, casi llorando decía que “Franco ha muerto”. Luego supe que éste se llamaba Carlos Arias Navarro.
Y aún veo a un joven al que nombraban rey en una iglesia muy grande y bonita, Los Jerónimos. Y la corona depositada en un escabel cubierto de terciopelo rojo.
Y cómo se pusieron carteles en el pueblo con dos discursos: el testamento del Caudillo y el de la toma de posesión de Juan Carlos I.
Y cómo enterraban al fallecido con una losa pesada en un lugar de la sierra de Madrid.
La incertidumbre de los mayores, que hablaban de la guerra, de qué sería de España.
Luego, muchas veces, he vuelto a acercarme a aquellos acontecimientos, bien a través de lecturas o documentales (cómo no, con la voz de Victoria Prego) pero lo que yo veo, en mi mente, es un día más de fiesta, música clásica, mucha gente llorando, incertidumbre.
Gracias a Dios, de aquellos días surgió un futuro en paz. Ojalá que no se olvide la labor de tantas gentes como lo hicieron posible y que no vuelvan a repetirse episodios trágicos de nuestro pasado por la demagogia o estrecheces mentales de algunos.
Un brindis por un futuro en paz y de concordia.

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jueves, 19 de noviembre de 2009

El abedul


Durante el primer mes lunar del año los celtas usaban varillas de abedul para golpear los linderos y alejar el espíritu del año viejo, dos rituales importantes para restablecer los límites tribales y ordenar las estaciones.
En el mes de marzo los druidas hacían incisiones en el árbol y recogían su sabia azucarada para confeccionar un licor con el que celebraban el equinoccio vernal. Esto también constituía un gesto muy simbólico para soltar el espíritu del árbol (driades), en el momento en que también el sol liberaba su luz hacia la humanidad.
Además, en el calendario herbal druídico el abedul tenía un continuo ciclo de usos a lo largo de todo el año, y cada una de las partes del árbol constituyen un remedio o producto específico. Mientras que sus observaciones de las leyes rítmicas de la naturaleza eran fundamentales para sus costumbres sociales y para su calendario agrario, el abedul era, espiritualmente, el alfa y la omega; el principio primero y último que significaba la eternidad de dios y la inmortalidad del alma.
La característica del abedul es la de contener la semilla potencial de todos los signos. Se atribuye a este signo la virtud de la paciencia, un requisito necesario cuando se trabaja con semejante potencial. Las personas nacidas bajo este signo dirigen su energía por medio de estrategias ambiciosas, cada uno de sus pasos llevan en mente una meta específica. No obstante, los obstáculos pueden ser formidables.

Como signo de amor por este árbol os pongo una poesía alusiva que espero os guste.



Con las livianas semillasque al páramo trajo la brisavinieron con alas de aire y prisael adusto pueblo de las maravillas.Cruzaron la línea del rojo senderoDestellos del sol radiante,Los colonos de tronco austeroarraigando en el suelo, en aquel instante.Enraizadas firmes, las fértiles simientesCrearon el bosque de nuestra memoriaEspecie muda que observó nuestra gloriaCayendo en el olvido de nuestras gentes.Protectores fuisteis, de los pueblos alados¡Vosotros, tribu de los abedules!La diosa os prometió los caminos doradosLas sendas hacia los cielos azules.Recuerdos sois, de viejos santuariosDe nuestra tribu, raíces reencontradasSois siempre, mensajeros y emisariosde los alados entes y de las hadas.Os nombro, entre mi gentePara restablecer el círculo sagradoPara madurar en el vínculo añoradoY devenir uno, con vuestra simiente.Viejos amigos, enlazados con nuestra energíaSupremos, sabios y confidentes hermanosPacientes en quietud, calma y armoníaSois nuestros misterios y enigmas arcanos.Sabemos de vuestras riquezas divinasDe vuestras cortezas y mágicas ramasDe vuestras dulces savias y resinasSabemos de curativas medicinasQue sanan febriles cuerpos y ajadas almas.Flores de abedul en nuestros cabellosHechizos en las noches estancasVuestros espíritus como destellosen nuestras ánimas blancas.Hojas de vuestro ensueño y estrellasDe vuestro amanecer vitalOs admiramos como a hadas bellasCuando recorren la noche boreal.No importa las palabras que escribaNo es causa primordialImporta, esta emoción tangible y realVivir lo que el árbol nos inscribaen nuestro corazón tribalImporta lo que el espíritu recibadel abedul estoico y fraternal.Os abrazamos abedulesAspiramos el aroma de vuestras floresSaboreamos vuestros frutos de amoressoñando con Lunas Azules,cuando la diosa, atiende nuestros clamores¡Ya suena la danza de los abedules!Melodías entre zarzasLa diosa muestra sus primoresLa hoguera crepita en los alboresde la noche que se alzacon matices seductores.Se oyen grullas y garzasCon sus coros delatoresSon los compases que ensalzana estos árboles cantores.
Iolair Faol

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miércoles, 18 de noviembre de 2009

Inexorable

Es verdad, demasiado tiempo hacía ya que no ponía ninguna etimología, y creo que ya era hora.
En un mundo en que casi todo se relativiza decir que se ha adoptado una posición inexorable es casi todo un milagro.
Pues bien, veamos de dónde procede este vocablo tan poco usual.


Esta palabra habla de cierta decisión que no va a ser modificada de manera alguna, no importa cuánto se ruegue al que la adoptó.
La palabra proviene del latín inexorabilis, un adjetivo que se aplicaba a aquel a quien no era posible conmover mediante ruegos ni oraciones porque era absolutamente inflexible.
Veamos cómo está compuesta: orabilis es en latín ‘aquello que es posible pedir’. Si se le añade el prefijo ex-, tenemos el vocablo exorabilis, que significa ‘que puede ser disuadido mediante ruegos’, y también ‘que se deja corromper o sobornar’. Inexorable sería, pues, aquel que no se deja convencer, que no es exorabilis. Horacio usaba inexorabilis auro para denotar ‘que no se deja convencer por el oro’.
Cabe añadir que orabilis proviene de orare ‘rogar’, ‘pedir’, ‘solicitar’, que se derivó, a su vez, de oris ‘boca’, presente también en oral, oración, orador, perorata y hasta en el oráculo de la pitonisa.

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martes, 17 de noviembre de 2009

Los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra

Me parece ésta una frase de lo más sugestiva. Se le atribuye al poeta norteamericano James Russell Lowell (1819-1891).


La considero acertada en cuanto a lo que significan los libros de alimento para el espíritu. Al menos, amí me lo proporcionan. Y estoy seguro de que a vosotros y vosotras también.

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lunes, 16 de noviembre de 2009

Los monasterios de Rumanía


Sabéis bien de mi gran afición viajera, así que no me he podido resistir a disfrutar, y hacerlo con vosotros, soñando con darme unna vuelta por los parajes de los que habla este interesante artículo, extraído del suplemento de viajes de El Mundo:
http://www.ocholeguas.com/
Que se os pongan los dientes tan largos como a mí.


Rumanía es un país de naturaleza privilegiada, aire puro y silencios balsámicos, en el que se siente en todo momento con fuerza la cálida amistad de sus habitantes. Romanos, húngaros y sajones dejaron su huella en aquellas tierras montañosas, de verdes esplendorosos, donde el tiempo se ha detenido, conservando hasta hoy una estampa ancestral en la que hay mucho que descubrir.
Ascendiendo desde Sighisoara por las suaves colinas transilvanas, se atraviesa la ciudad de Tirgu Mures, tan famosa por sus flores como por la hermosura de sus mujeres y la peculiaridad de sus tejados y fachadas. Más adelante, Bistrita ha pasado a la historia por ser la ciudad transilvana que eligió Stoker para ambientar las andanzas del conde Drácula. Bistrita fue famosa en los tiempos medievales por los juicios de brujas que se celebraban entre sus murallas y por sus renombrados mercados, pero no conserva otra cosa que el barrio de Sugalete, en la parte vieja, donde vivían los antiguos mercaderes. Hoy día, la ciudad vive más de la leyenda de Drácula que de su propio pasado. Por supuesto, no falta el hotel Corona de Oro, donde Stoker hizo pasar a Harker la noche de San Jorge.
A la salida de la ciudad, camino del paso de Borgo, aguarda como un encantamiento el feliz reencuentro con los Cárpatos, cubiertos aquí de un terciopelo boscoso. La carretera asciende entre laderas tupidas de pinos y robles. Es un paisaje remoto que aleja de la civilización y conduce inevitablemente a la edad media. El tráfico es muy escaso y, a medida que se asciende el puerto, la naturaleza se apodera de todo, enseñoreándose incluso del ánimo del viajero.
El otoño salpica estas montañas de tonos verdes, amarillos y ocres. Los idílicos valles aparecen sembrados de casas con sus característicos tejados de forma semipiramidal, donde relumbran a menudo brillantes cubiertas de latón. Es una tierra maderera por excelencia, rica en pastos y cultivos, que ha permanecido inalterable en el tiempo, sin apenas reflejar los violentos cambios políticos que ha sufrido el país. Los Cárpatos brindan siempre la belleza de paisajes inigualables, como la garganta de Becaz, un estrecho paso entre paredes de granito tan altas que el cielo apenas se ve como una lejana línea de luz azul.
En esta remota región de Europa, el viajero se reconcilia con el pasado y llena su corazón de paz Cuando la garganta se abre entre pendientes laderas jaspeadas de verdes y amarillos, aparece el llamado Lago Rojo, un pequeño ensanchamiento del río erizado de troncos que asoman como alfileres sobre unas aguas ferruginosas que el sol viste de rojo al atardecer. Son pinos petrificados por los sedimentos minerales del agua que han muerto de pie, aprisionados en su mortaja mineral. Desde las iglesias/fortaleza donde el pueblo guardaba sus tesoros, hasta los delicados frescos de los monasterios, pasando por los castillos, las fortalezas medievales, las torres y el paisaje virginal de los Cárpatos, cubiertos por viejos bosques de hayas, robles, arces y abetos, todo lo que el viajero encuentra en esta remota región de Europa le reconcilia con el pasado y llena su corazón de paz.
Pronto llegamos al monasterio de Moldovita, una joya polícroma construida por el hijo de Esteban, el Grande. Los innumerables monasterios de la región presentan unas características semejantes: grandes murallas rodeando el perímetro; adosadas a su parte interior, las celdas de los monjes (o monjas). En el centro del amplio patio, a menudo, un primoroso jardín, se levanta la capilla ortodoxa de tres cuerpos en forma de cruz griega de cortos brazos, orientada al este.
Lo más extraordinario de estas capillas monásticas no es su sencilla arquitectura, sino los impresionantes frescos que adornan sus paredes exteriores e interiores. Los afortunados dibujos de brillantes colores representando escenas bíblicas eran utilizados por los monjes para transmitir las enseñanzas bíblicas. Siguiendo por angostos valles en el corazón de los Cárpatos orientales, se llega a Sucevita, otro monasterio fortificado con impresionantes murallas que, en ocasiones sirvió de acuartelamiento a las tropas que guerreaban por la región.
El monasterio de Voronet, en la Bucovina, está considerado la Capilla Sixtina del Este por la categoría de sus pinturas Pero de todos los monasterios que ocupan los más recónditos y hermosos valles de la Bucovina, ninguno como el de Voronet, considerado la Capilla Sixtina del Este por la categoría de sus pinturas y los brillantes azules que han resistido perfectamente el paso del tiempo, particularmente, el enorme fresco que representa El Juicio Final. Ya en Moldavia, el estilo cambia a ojos vistas. El enorme monasterio de Agapia, por ejemplo, rompe con la tradición de los frescos y alberga a una desbordante comunidad de más de doscientas maikas, o monjas, que, en algunos casos, se ven obligadas a vivir extramuros del monasterio en casitas de madera.
Vralec es el más moderno de los monasterios de la región. Construido en 1807, sustituyó las infranqueables murallas por porches floridos. En el interior hay un jardín jubiloso donde las flores compiten para mostrar sus formas y colores. La iglesia central es grande y blanca como una paloma, mientras en el contorno se suceden las casas y los porches con el único denominador común del estallido floral.

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domingo, 15 de noviembre de 2009

Un nuevo blog ve la luz

Pues sí, hoy domingo, 15 de noviembre, san Alberto Magno nace un nuevo espacio en el que la literatura será la protagonista, aunque más aún el deseo de apostar por la amistad, el cariño y la magia de los sueños.



El espacio se denomina
http://jardindeencuentros.blogspot.com/
Y en él sus creadores, es decir la amiga Mercedes y yo, trataremos de crear historias a dúo para el disfrute de quienes lo visitéis.
OJalá que consigamos ese anhelo de procurar vuestro entretenimiento.
Igual que hace algo más de dos años, cuando empecé la aventura de Tiflohomero, lo hago ahora con la máxima ilusión y empeño, guiado siempre por el deseo de ser uno más, de contribuir a la amistad, el esfuerzo, la constancia y la superación.
Espero que dé tan buenos frutos, tantas satisfacciones como las que me ha dado ya este Tiflohomero.
Que disfrutéis con los cuentos y demás contenidos que iremos ofreciéndoos.

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Veo veo

Con el ánimo de haceros sonreír un poquito, al tiempo que os deseo una feliz semana, os pongo una anécdota atribuida al autor de Casa de muñecas.
Que os guste.




El dramaturgo Henrik Ibsen (1828-1906) iba un día por la calle y vio mucha gente agolpada ante un cartel. Se había olvidado las gafas en casa y no lo podía leer. Entonces preguntó a un desconocido: "¿Qué dice?", "Pues, no lo sé, yo tampoco sé leer."



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viernes, 13 de noviembre de 2009

Aspirante eterno a arqueólogo

Alguien dirá: ¿arqueólogo? ¿Adónde va ese ciego con semejante vocación? Otra de sus chaladuras.
Es verdad, seguramente tenga que darle la razón, pero ¿qué queréis?


Hice la carrera universitaria de Geografía e Historia soñando con descubrir vestigios de otras épocas, hacerme con ellos para tener en mis manos el pasado, por la aventura de explorar lo oculto, lo enterrado. Por la emoción que debe suponer sacar un objeto milenario, limpiarlo, clasificarlo, darle vida de nuevo.
Pero la ceguera se cruzó en mi camino y hube de ceder aquel impulso, acabar como pudiese; por hacer que les valiera la pena el esfuerzo y la entrega absolutas que habían puesto mis padres en legarme esa aspiración.
Y sin embargo, me sigo resistiendo a esa renuncia. Me considero aún, permitidme las analogías siguientes, un viajero en busca de revelaciones
Sigo aspirando a descubrir algo nuevo, que está ahí: nuevas personas, comidas exóticas, viajes, retos.
Continúo con el afán de atesorar, radiografiar con minuciosidad, aquello que me es dado aferrar con las manos.
Persisto en la fe, tal vez romántica, de encontrar algo especial, no visto por nadie más que yo. Y poder luego enorgullecerme de haberlo hallado. ¿Y si en las inmediaciones de mi pueblo se encontrase esperándome un yacimiento?
Mantengo intacto el gusanillo de acercarme a la Historia cuando visito un lugar emblemático. Imagino cómo serían las gentes que lo habitaron cuando surgió, qué pensarían, sus sueños, anhelos y sufrimientos.
¿No creéis que aún puedo soñar con lograr ese triunfo? ¿Sentir lo mismo que debieron percibir los que nos trajeron a la luz Altamira, los palacios de Cnosos, Troya o alguna de las tumbas egipcias?

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jueves, 12 de noviembre de 2009

¿Lo merecía?

Por tantas veces en que se nos hacen regalos, no precisamente materiales, y no los sabemos valorar en toda su grandeza. Son símbolos de afecto supremo.
Buena noche.


Hubo, hace muchos años, en un lejano país de arena un buen hombre, abnegado y luchador pero triste, solitario. No era famoso por sus acciones heroicas en la batalla o la caza, nunca buscó el poder, parecía poca cosa y, casi siempre, vagaba solo por las veredas alejadas del poblado. Su mejor saber consistía en narrar historias, seguramente aprendidas de las estrellas.
Y sin embargo, un día recibió un regalo mágico, un presente que muchos anhelaban poseer. Y resulta que le fue otorgado a él. Sabía que no tenía derecho, que no le debería haber sido entregado, pero así fue.
Se quiso preguntar por la razón de semejante don. No entendía, él que creía ser el último.
Quien se lo concedió, lo hizo al ocaso de uno de aquellos tantos días en que deambulaba taciturno. Quiso, por una vez, verle verdaderamente dichoso.
El hombre, Kalil, se dejó llevar y lo aceptó con el placer de creerse, por una sola vez, resarcido de tantos momentos de olvido. Lo tomó en sus manos, lo mimó, exploró y atesoró. No supo cómo devolver aquello, sino a través de la entrega y el recuerdo.
Pasaron los días y siguió evocando el instante glorioso de la cesión. Seguía diciéndose que no podía ser, pero lo era.
Y al final no pudo resistir más. Se dirigió a la Madre, la sanadora y sabia de la comunidad. Para ello tuvo que atravesar una duna y penetrar en la cueva.
-Madre, tú que todo lo sabes. Bien conoces del regalo que me han hecho poseedor. Pero la ansiedad me corroe: ¿soy merecedor de él, pese a que no tenga derecho? ¿Por qué me fue dado?
-Ay, los hombres. ¿qué importa saber, si quien te lo otorgó lo hizo porque quiso? Necio de ti. Valóralo, siente su presencia y sé feliz. Y ya.
Os preguntaréis por la naturaleza de semejante obsequio para que le tuviese tan atormentado. Pues bien: se trataba de la Luz,envuelta en una bola de colores brillantes, una luz única, resplandeciente., para otros muchos cegadora, mas para nuestro protagonista, auténtica fuente de libertad.
Y sí, desde aquel día quiso hacer caso a la que todo lo sabía y se dio cuenta de lo que realmente importaba: que poseía esa Luz por su persona, por lo que era. Y que la mayor muestra de gratitud para con su protectora, sería dejar de lado sus fantasmas y buscar nuevas metas, nuevos caminos. Al fin y al cabo, ahora podía hacerlo con el mejor de los apoyos: el de la Luz genuina
Pero, ¿quién fue quien se la había regalado? Sólo os diré que si sabéis mirar, vosotros también podréis desccubrirla. Tiene cara de luna llena.

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miércoles, 11 de noviembre de 2009

Recomendaciones narrativas de octubre

Pidiendo mis sinceras disculpas por la omisión de mi habitual entrada con propuestas narrativas, y con mi gratitud a Mercedes por habérmelo recordado (ah, esos rabitos de pasas), aquí os las traigo, por fin.
Que alguna de ellas os seduzca. Todo por ayudar a ese sano vicio de la lectura.


LA COSTURERA
Frances de Pontes Peebles
Ed. Suma de Letras, 2009. 700 págs.
Novela realista
En el Brasil colonial de los años 30, dos hermanas huérfanas conviven con un trasfondo de inestabilidad política y desastres naturales. Emília y Luzia dos Santos, dos hermanas con una excelente destreza para la costura, sueñan con escapar de su pequeño pueblo, un anhelo que separa sus vidas. Luzia sufre una deformidad desde que un accidente en la infancia la dejara lisiada y se convierte en una muchacha ruda. Su única oportunidad de conseguir la independencia y la felicidad será casarse con el bandido que la secuestra, Antonio, el Halcón. En cambio Emília es delicada como una flor. Quiere una vida acomodada y refinada en la ciudad, por lo que contrae matrimonio con el hijo de un rico médico, a pesar de no estar enamorada de él. Los caminos de las dos hermanas se volverán a unir cuando la vida de una de ellas corra peligro, aunque ya no son las mismas que en el pasado: Emília se siente sola y desgraciada y Luzia se ha convertido en una forajida a la que apodan, la Costurera.

LO INESPERADO CUANDO SE ESTA ESPERANDO
Mary K. Moore
Ed. Vía Magna, 2009. 272 págs.
Literatura de humor
De modo que la prueba de embarazo ha dado un resultado positivo y lo único que aumenta más rápido que el deseo de comer fritos es la lista de preguntas: ¿Cuánto tiempo me queda antes de tener que comprar la ropa premamá que vale un ojo de la cara? ¿Existe algún modo para evitar que se apodere de mí el instinto que te lleva a preparar álbumes de recortes? Lo mejor es relajarse. Los consejos que ofrece este libro son tan fáciles de digerir como la cafeína que a estas alturas ya tienes prohibida y que solías beber en cantidades industriales. De acuerdo, el que tus riñones dupliquen su tamaño para convertirse en el sofá de esa personita suena bastante deprimente, pero ésa es una de las razones por las que toda mujer embarazada necesita una parodia tan divertida como ésta. Mary K. Moore no sólo explica las cuarenta semanas de embarazo, sino que también aborda el estupor de los seis primeros meses de vida del bebé, incluyendo temas como: Escoger el nombre del bebé: ¿Qué es mejor el nombre de una fruta o usar un verbo de acción? Planificar el parto: El parto de tus sueños, el toque humorístico del médico.

LA LUNA DE CLEA
Edward Wgright
Novela de intriga
Ed. Pamies, 2009. 304 págs.
Novela de intriga
Una vez fue Sierra Lane, el héroe en innumerables películas de serie B del oeste. Ahora, después de dos años en prisión, John Ray Horn vive de forma muy modesta en el Los Ángeles de después de la Segunda Guerra Mundial. Su mujer le ha dejado, los estudios de cine le tienen en su lista negra, y se gana la vida cobrando deudas de juego para Joseph Cuervo Loco, su antiguo compañero en la gran pantalla. Una noche, Scotty Bullard, un antiguo amigo cuyo padre —un poderoso promotor inmobiliario— acaba de morir, le telefonea. Entre las cosas del viejo Bullard, Scotty ha encontrado una serie de fotografías obscenas de chicas menores de edad, una de las cuales, tomada ya hace varios años, cree que es de Clea, la hijastra de Horn. Dos días después, Scotty muere de forma violenta y Clea, que ahora tiene dieciséis años, desaparece sin dejar rastro. Horn siente que el asesinato de su amigo y la desaparición de la joven están relacionados, y que alguien poderoso está detrás de todo.

ME LLAMO NOYUD, TENGO DIEZ AÑOS Y ESTOY DIVORCIADA
Noyud Ali, Delphine Minoui
Ed. Martínez Roca, 2009. 160 págs.
Literatura de testimonio
“Me llamo Noyud y soy una niña yemení. Tengo 10 años, o eso creo. En mi país los niños campesinos carecen de documentos, ya que no se les registra al nacer. Mi padre me casó a la fuerza con un hombre que me llevaba treinta años. Me ha pegado y ha abusado sexualmente de mí. Sin embargo, una mañana, cuando salí a comprar el pan, me subí a un autobús y me refugié en un tribunal hasta que un juez me quiso escuchar”. Este libro es la historia de una pequeña yemení que ha tenido la valentía de desafiar las arcaicas tradiciones de su país pidiendo el divorcio... ¡Y lo ha conseguido! Toda una conquista en Yemen, donde más de la mitad de las muchachas son entregadas en matrimonio antes de cumplir los dieciocho años. La propia Noyud, que ha podido volver a estudiar, y cuya máxima ilusión es convertirse en abogada para defender a otras niñas como ella, nos cuenta su historia. Lo hace para romper el silencio y animar a otras muchachas de su edad a no caer en la misma trampa.

MUJER BLANCA
Kira Salak
Ed. Belacqua, 2009. 360 págs.
Novela de aventuras
Marika Vecera, una veterana reportera de guerra de treinta y dos años, está cubriendo el Congo cuando unos soldados rebeldes la capturan y casi la matan. Al regresar a Boston se ve inmersa en una relación con Seb, un psicólogo que le permite vislumbrar un mundo menos hostil. Pero cuando se entera del suicidio de su héroe, el famoso periodista Robert Lewis, premio Pulitzer de periodismo, no sabe si algún día se recuperará de su pérdida. Empieza a escribir su biografía cuando recibe una sorprendente carta de un misionero que afirma haber visto a Lewis con vida en una remota selva de Papúa Nueva Guinea. No puede sino preguntarse: ¿Y si, en realidad, Lewis no ha muerto? Resuelta a averiguar si la carta encierra la verdad, deja a Seb y emprende un viaje agotador a través de uno de los lugares más peligrosos del planeta.

LA PLUMA DE LA VERDAD
Julián Contreras Ordóñez
Ed. Martínez Roca, 2009. 256 págs.
Novela romántica
Un niño criado en un orfanato es adoptado a los 14 años por un maestro que le iniciará en una educación exquisita: lectura, música, informática, idiomas y. lo que es más importante, el camino del conocimiento interior a través de la sabiduría de la cultura japonesa y los principios ancestrales del arte de la guerra. El joven, convertido ya en el Caymán, estará listo para plantearse el resto de una vida diferente, una existencia plagada de aventuras ante el desafío de ser el ladrón de guante blanco más famoso del mundo. Pero una bella mujer trastocará sus planes y su corazón. Tendrá que recurrir a su control y su inteligencia para salir airoso de la prueba más difícil: el amor.

UN SOMBRERO LLENO DE CEREZAS
Oriana Fallaci
Ed. La esfera de los libros, 2009. 840 págs.
Novela histórica
Esta fascinante saga lleva al lector desde el último tercio del siglo XVIII hasta finales del siglo XIX y permite a la autora regalarnos un retablo de personajes inolvidables como Francesco, marino y negrero, o Giovanni, soldado, revolucionario y enamorado de Teresa.También es la historia de mujeres como Caterina, quien, para que su futuro esposo, Carlo Fallaci, pueda identificarla, acude a la feria con un sombrero lleno de cerezas. No sólo es la suma de las increíbles aventuras de todos estos personajes, sino el extraordinario homenaje de una autora imprescindible a la historia de su país y de Europa.

SONATA DE AMOR: CUARTETO DE CUERDA
Blanca Álvarez
Ed. Anaya, 2009. 168 págs.
Literatura juvenil
Carmen, una chica de diecisiete años que toca el violín, necesita dinero para viajar con su novio a Normadía. Decide formar un cuarteto de cuerda con el que poder hacer bolos y así ganar dinero. Para ello, pone un anuncio en el conservatorio y enseguida recibe las llamadas de las que se convertirán en las integrantes del cuarteto: Carla, una chica bien aparentemente tímida; Celia, muy resuelta e independiente; y Cloe, una francesa que vive en Oviedo tras la separación de sus padres. Estas cuatro adolescentes compartirán alegrías y tristezas, deseos y decepciones, mientras descubren la increíble historia que envuelve a la "Sonata de amor", en tres tiempos y un lamento de Glenn Glondelier.

EL TIBURÓN DE DOCE MILLONES DE DÓLARES
Don Thompson
Ed. Ariel, 2009. 338 págs.
Ensayo
¿Por qué razón invertiría un banquero multimillonario de Manhattan hasta 12 millones de dólares por la carcasa de un tiburón en proceso de descomposición? ¿Qué misteriosa alquimia hace que la pintura nº5 de Jason Pollock se venda por 140 millones de dólares? ¿Cómo llega una chaqueta de cuero con una cadena plateada tirada en una esquina a Sotherby’s dejando a la casa de subastas la suma de 690.000? En este recorrido ameno y fascinante por las casas de subastas, las galerías y el mundo de los coleccionistas, el autor desvela los secretos económicos y las estrategias de marketing que impulsa al mercado a producir los precios astronómicos a los que se cotizan las obras de Hirst, Koons, Tapies o Jasper Johns.

UNA TORMENTA
Imma Monsó
Ed. RBA, 2009. 288 págs.
Novela de intriga
Una escritor a se dirige a ofrecer una charla literaria en un pueblo del Pirineo catalán, y en la carretera, en plena tormenta, se encuentra con una ambulancia que transporta a un joven que ha sufrido un accidente mortal en el bosque. Los únicos indicios para averiguar su identidad son un teléfono móvil y el último mensaje que dejó alguien que le esperaba en casa. La escritora descubre gracias al mensaje que el joven asistirá probablemente a la conferencia, sin saber que la tragedia se cierne sobre su futuro. El conocimiento del destino ajeno y la ignorancia sobre la identidad precisa del joven originarán en ella un complejo y angustiante embrollo en el que se entremezclan la responsabilidad, el respeto y la necesidad de saber. El tema principal de la conferencia, el miedo, propicia un acercamiento a la verdad oculta. Y a medida que los miembros del público intervienen y dejan entrever su personalidad, la escritora va desvelando quién es la persona cuya terrible suerte conoce.

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martes, 10 de noviembre de 2009

EL LIBRO QUE LLORABA SANGRE

Comparto aquí uno de mis relatitos, de ésos que, gracias al impulso que me ofrece la generosidad de Mercedes, voy presentando a concursos.
No importa que no los gane, lo importante es que son la excusa necesaria para escribirlos y, de paso, para mantener prendida una llama: la de la ilusión.
Y si encima os gusta… ¿Qué más pedir?



"La sangre sobre la nieve es más roja". Se está derramando desde las páginas de un libro, caído de bruces, en medio de la blancura circundante.
Nadie ha reparado en él, hasta que lo recoge la detective Pacharetta, que se había apartado de la muchedumbre, que sólo tenía ojos para el cadáver de la niña.
Observa que, de sus hojas, está manando el fluido vital. ¿Cómo puede ser eso posible?
Sólo quedan ya vocablos inconexos, cuyas letras van desapareciendo conforme caen las partículas: Destino odio cueva clave.
Ella intuye, claramente, que la verdadera importancia del caso reside en ese objeto. El cuerpo mutilado sólo era un señuelo ¿o tal vez, el precio que había tenido que pagar para protegerlo?
Lo analizaría, rastrearía su origen y llegaría hasta el fin. Se lo debía a Claudia. Sí, porque ella ya sabía: su estirpe las había unido desde siempre en secreto y el destino no debía ser quebrado por nadie.

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lunes, 9 de noviembre de 2009

Quiero ser la viuda del Evangelio

Aprovechando este día de fiesta extra del que hoy los madrileños disfrutamos, por aquello de la patrona, Nuestra Señora de la Almudena, necesito compartir con vosotros una aspiración, un sueño (de ésos que hacen que uno siga sintiéndose vivo).


Sí, quiero ser la viuda del pasaje del evangelio de san Marcos que se leyó ayer en la iglesia.
Dice que Jesús, con sus apóstoles, se encontraba junto al cofre de las ofrendas y veían cómo cada cual iba depositando presentes hasta que llegó una pobre viuda y echó dos monedas de escaso valor, era lo único que tenía y se lo quitaba para darlo a otros.
Dijo Jesús que ésta había sido la que más había dado de todos porque se quitó de lo suyo para entregarlo a otros.
Pues bien, yo querría ser algo así y ayudar. Me gustaría servir de algo, dar ánimos a quienes estén tristes, demostrarles que se puede, que merece la pena tener ilusión, contar un cuento, yo qué sé…
No sé, soy consciente que puedo hacer poco a causa de mi ceguera, pero…. Siento que el dar algo material no me es suficiente. Cuando puedo hacer yo algo por alguien, de forma anónima, callada, aunque sólo sea un gesto, una palabra de ánimo, una sonrisa, una indicación, un abrir la puerta para que pasen, me siento feliz y lo sería más aún si pudiese hacer más. Admiro profundamente, y envidio, a quienes prestan voluntariado.
Quién sabe… algún día, algún día.
También ayer en la misa me sucedió algo que considero más que un gesto: la chica que estaba a mi lado se ofreció a acompañarme para comulgar. En los muchos años que llevo yendo a misa en distintas parroquias, ha sido la primera vez que me lo ofrecen. Sentí que no podía decirle que no, que era un signo de mano tendida de Dios, hecho a través de esa chica y ¿qué queréis?: me encontré muy bien.
En fin, como Tiflohomero es este espacio en el que vierto reflexiones, vivencias y relatos siento la necesidad de dejar hoy esta entrada. Quiero creer que me entenderéis, porque quienes me leéis sentís conmigo esa misma necesidad.

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sábado, 7 de noviembre de 2009

Aún soy sólo una niña

Me apetece compartir, esta tarde de sábado, el discurso que una niña canadiense de 12 años pronunciara en 1992 en río de Janeiro con motivo de la Cumbre de la tierra. Han pasado los años, pero…
No quiero caer en demagogias ni banalidades, mas sí creo que, en la medida que podamos, con humildad, sencillez y corazón, debemos de tratar de hacer de este mundo un hogar más cálido.


Hola, soy Severn Suzuki y represento a ECO (Environmental Children's Organization). Somos un grupo de niños de 12 y 13 años de Canadá intentando lograr un cambio: Vanessa Suttie, Morgan Geisler, Michelle Quigg y yo. Recaudamos nosotros mismos el dinero para venir aquí, a cinco mil millas, para decirles a ustedes, adultos, que deben cambiar su forma de actuar. Al venir aquí hoy, no tengo una agenda secreta. Lucho por mi futuro.
Perder mi futuro no es como perder unas elecciones o unos puntos en el mercado de valores. Estoy aquí para hablar en nombre de todas las generaciones por venir. Estoy aquí para hablar en defensa de los niños hambrientos del mundo cuyos lloros siguen sin oírse. Estoy aquí para hablar por los incontables animales que mueren en este planeta porque no les queda ningún lugar adonde ir. No podemos soportar no ser oídos.Tengo miedo de tomar el sol debido a los agujeros en la capa de ozono. Tengo miedo de respirar el aire porque no sé qué sustancias químicas hay en él. Solía ir a pescar en Vancouver, mi hogar, con mi padre, hasta que hace unos años encontramos un pez con cáncer. Y ahora oímos que los animales y las plantas se extinguen cada día, y desaparecen para siempre.
Durante mi vida, he soñado con ver las grandes manadas de animales salvajes y las junglas y bosques repletos de pájaros y mariposas, pero ahora me pregunto si existirán siquiera para que mis hijos los vean.¿Tuvieron que preguntarse ustedes estas cosas cuando tenían mi edad?Todo esto ocurre ante nuestros ojos, y seguimos actuando como si tuviéramos todo el tiempo que quisiéramos y todas las soluciones. Soy sólo una niña y no tengo soluciones, pero quiero que se den cuenta: ustedes tampoco las tienen.No saben cómo arreglar los agujeros en nuestra capa de ozono. No saben cómo devolver los salmones a aguas no contaminadas. No saben cómo resucitar un animal extinto. Y no pueden recuperar los bosques que antes crecían donde ahora hay desiertos.Si no saben cómo arreglarlo, por favor, dejen de estropearlo.Aquí, ustedes son seguramente delegados de gobiernos, gente de negocios, organizadores, reporteros o políticos, pero en realidad son madres y padres, hermanas y hermanos, tías y tíos, y todos ustedes son hijos.Aún soy sólo una niña, y sé que todos somos parte de una familia formada por cinco mil millones de miembros, treinta millones de especies, y todos compartimos el mismo aire, agua y tierra. Las fronteras y los gobiernos nunca cambiarán eso.Aún soy sólo una niña, y sé que todos estamos juntos en esto, y debemos actuar como un único mundo tras un único objetivo.Estoy enfadada, pero no estoy ciega; tengo miedo, pero no me asusta decirle al mundo cómo me siento.En mi país derrochamos tanto… Compramos y desechamos, compramos y desechamos, y aún así, los países del Norte no comparten con los necesitados. Incluso teniendo más que suficiente, tenemos miedo de perder nuestras riquezas si las compartimos.
En Canadá vivimos una vida privilegiada, plena de comida, agua y protección. Tenemos relojes, bicicletas, ordenadores y televisión.Hace dos días, aquí en Brasil, nos sorprendimos cuando pasamos algún tiempo con unos niños que viven en la calle. Y uno de ellos nos dijo: “Desearía ser rico, y si lo fuera, daría a todos los niños de la calle comida, ropa, medicinas, un hogar, amor y afecto”.Si un niño de la calle que no tiene nada está deseoso de compartir, ¿por qué nosotros, que lo tenemos todo, somos tan codiciosos?No puedo dejar de pensar que esos niños tienen mi edad, que el lugar donde naces marca una diferencia tremenda. Yo podría ser uno de esos niños que viven en las favelas de Río; podría ser un niño muriéndose de hambre en Somalia; un niño víctima de la guerra en Oriente Medio, o un mendigo en la India.
Aún soy sólo una niña, y sé que si todo el dinero que se gasta en guerras se utilizara para acabar con la pobreza y buscar soluciones medioambientales, la Tierra sería un lugar maravilloso.
En la escuela, incluso en el jardín de infancia, nos enseñan a comportarnos en el mundo. Ustedes nos enseñan a no pelear con otros, a arreglar las cosas, a respetarnos, a enmendar nuestras acciones, a no herir a otras criaturas, a compartir y a no ser codiciosos.Entonces, ¿por qué fuera de casa se dedican a hacer las cosas que nos dicen que no hagamos?No olviden por qué asisten a estas conferencias: lo hacen porque nosotros somos sus hijos. Están decidiendo el tipo de mundo en el que creceremos. Los padres deberían poder confortar a sus hijos diciendo: “todo va a salir bien”, “esto no es el fin del mundo” y “lo estamos haciendo lo mejor que podemos”.
Pero no creo que puedan decirnos eso nunca más. ¿Estamos siquiera en su lista de prioridades? Mi padre siempre dice: “Eres lo que haces, no lo que dices”.Bueno, lo que ustedes hacen me hace llorar por las noches. Ustedes, adultos, dicen que nos quieren. Los desafío: por favor, hagan que sus acciones reflejen sus palabras.Gracias.

Severn

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jueves, 5 de noviembre de 2009

Saber esperar

Cuando tanto se dice de aprovechar el momento, quemar los deseos, quedarse con el ahora yo digo que no, que es mejor saber esperar…


Esperar con ilusión, aguardar el instante en que llegue lo anhelado, sea un encuentro, un regalo o un capricho.
Porque, ¿no será más disfrutado, más saboreado, si pensamos que aquello aún está por suceder?
Esta tarde de jueves me da por reflexionar acerca de que es mejor saber sobreponerse al deseo inmediato de obtener el deleite tangible y pensar, a cambio, en cómo lo disfrutaremos, creo que es una forma de aumentar el placer que te proporcionará..
Me gusta eso de imaginar en que pronto haré tal cosa, estaré con tal o cual persona, me compraré algo o me permitiré un capricho, un viaje, un dulce.
En fin, que sigamos ahí, siendo capaces de saber valorar la uténtica dicha, la verdadera felicidad, hecha siempre de pequeños milagros.

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martes, 3 de noviembre de 2009

El ilo invisible del tiempo

Sabido es que hay tres tiempos, aunque sólo sea por aquello que nos enseñaban en la escuela sobre los verbos.
Pero, poder comprimir de forma práctica, en un momento, ese axioma, sucede pocas veces, al menos a mí.
Pues bien, este fin de semana he tenido la oportunidad de disfrutar de una de esas ocasiones.



El pasado encarnado en Marta, una gran y excelente amiga con la que tantas cosas compartí hace en torno a 15 años, recordar aquellos tiempos, añorar a los ausentes, ponernos al día cara a cara de lo que, a través de la distancia hemos ido contándonos. Verla, estar a su lado después de tantos años como si hubiera sido el otro día cuando dejamos de estar juntos. Conocer a sus niños, su hogar. Saber que hemos seguido ahí pese a todo y que seguiremos estándolo.
El futuro hecho realidad a través de Mercedes yJaume, y su familia, de Lidia, al conocernos de forma física, por primera vez, darnos un abrazo, sentir su mano cercana, recibir su generosidad. Comprobar cómo Internet engendra estos milagros de dar lugar a una amistad tan cálida y profunda. Es muy emotivo que me hayan acogido con tanta naturalidad, con tanto interés y ver que era uno más. Percibir que mi ceguera dejaba de tener importancia junto a ellos. Gracias por tanto, por ese mañana tan ilusionante.
Y el presente como hilo conductor invisible entre los panillets y castañas de mi primer trabajo leridano de 1990 y los actuales de estos días, el viaje en tren, saber que pude hacerlo pese a ir solo y no conocer los itinerarios, el pasear por esa Barcelona que tanto significa para mí, pero hacerlo de otra manera: sentir, conocer lugares _una fuente, un jardín increíble, Les heures, El Laberinto_ que ya, el día de mañana, también formarán parte de esos recuerdos y, ante todo, atesorar momentos compartidos, la mayor de las riquezas. No importa haber dejado de “turistear”, salir de noche o presenciar grandes espectáculos; lo esencial ha sido saberme acogido como a uno más, algo aparentemente banal, pero, muy al contrario, mágico.

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