jueves, 26 de noviembre de 2009

Las voces que me acompañan

Querida amiga:

¿Aún te acuerdas de mí? Hace demasiado tiempo, mucho más del que hubiera querido, que no te doy noticias mías.
Espero que tú y tu gente os encontréis bien y con ilusión. Sabrás que sigues contando con mi afecto y admiración.
¿Y qué puedo relatarte hoy?
Querría hablarte de las voces sintéticas. De lo mucho que me ayudan en mi desenvolvimiento diario. No te negaré, cómo hacerlo, que preferiría las humanas (como la tuya) para afrontar las diversas tareas, pero…
Y esto no significa, ni mucho menos, que abdique del uso y defensa del sistema braille. Sin embargo, desgraciadamente, hay muchas cosas que no me es posible llevarlas a cabo mediante los puntitos mágicos.


Las voces de las que quiero hablarte me acompañan para facilitarme muchas tareas. Y he de decirte que su calidad ha mejorado notablemente, cada vez son más “agradables”, más entendibles, casi más personales (incluso tienen nombres: Mónica, Jorge…).
Desde aquella voz macarrónica que me hacía de anotador parlante, el braille hablado, a las diversas funcionalidades del teléfono móvil, han cambiado mucho las cosas. A las de éste, accedo mediante el programa talks. Él me permite mandar y recibir los mensajes que me envías, los números de la agenda (ya no tengo que memorizarlos), la cobertura de que dispongo, la batería que me resta o la alarma.
Este medio con el que soy como tú, el ordenador, lo puedo manejar gracias al Jawss, revisor que me verbaliza todo el texto que aparece en la pantalla.
En la cocina, la báscula de alimentos me canta la cantidad que voy poniendo en los guisos y el robot con el que cocino me dice el programa que debo seleccionar y el tiempo de cocción.
Otra simpática báscula de baño, muy cantarina y educada ella (me dice adiós y todo) avisa cada sábado de cómo me he portado con los dulces. Si he engordado.
La calculadora, el termómetro, el reloj… todos ellos tienen su correspondiente síntesis de voz.
A veces pienso que ellas están ahí, junto a mí, que son mis compañeras. Pero no, son programas sintéticos. Y, no obstante, qué útiles me resultan.
Luego en la calle, en el Metro se me dice la próxima estación, lo mismo que en el autobús, y se está desarrollando un sistema de localización que me podría guiar en ese afán mío por pasear. Bien que éste aún tiene que mejorar su precisión para que no termine en medio de la calzada, si sigo sus indicaciones.
Y puedo escuchar tus novelas en formato mp3 para sentirte más cercana a mí y disfrutar con tus maravillosas creaciones. Afortunado de mí que las puedo leer.
Y así me voy apañando, amiga.
Sé que esto, que te cuento, te interesa gracias al cariño que me dispensas, así que por eso te lo he contado. Mas, en cualquier caso, tú pregúntame lo que te resulte curioso.
Bueno, y con mis sinceros deseos de que disfrutes de un merecido descanso y afrontes, con proyectos interesantes el fin de semana, me despido mandándote besos cariñosos y un cálido abrazo para ti y los tuyos.

5 comentarios:

Mercedes Pajarón dijo...

Albertito, suena a magia, pero no lo es. Es una maravillosa realidad de la que hay que sacar el mayor partido, y no dejar de agradecer que exista, porque al fin y al cabo, es el vehículo para poder comunicar contigo. Anda, trae el sacacorchos, que tenemos que brindar por esas voces amigas y cómplices.

Un gran besósculo de buen fin de semana! Mua!

Alberto dijo...

Vaale, Merceidtas, aunque he de dicrte que el sacacorchos no habla, ¿eh? ¿eh?
Pero sí, brindemos, brindemos por una larga y cálida comunicación de fructífera amistad creadora.
besósculos de fin de semana.

silvia zappia dijo...

Muy interesante...y también brindemos por las voces...y por la tuya, que yo oigo.Y por la amistad que supiste cuidar hasta hacerla florecer.


Mil besósculos!

Carmina dijo...

Bonita entrada a la que has dotado de una calidez y de una entrañabilidad increibles, casi me he sentido arropada por tus voces cálidas, por esas que te resultan tan útiles y que hoy ya tienen cadencias hermosas aunque sigan proveniendo de una maquina, dichoso tu que eres capaz de disfrutar con esas cosas que parecen grandes pero que tan solo son un pequeño paso en la integrabilidad en el medio físico en el que te desenvuelves, besos Alberto no me olvido de ti

Anónimo dijo...

Espectacular tu historia, nos ha llegado al alma. Uno no se para a pensarlo, pero es así, voces sintéticas que hacen posible todo un mundo para quienes teneis lo que teneis. ¡Qué gran avance de la técnica! Quien lo iba a decir, y nosotros que muchas veces no nos enteramos de la mitad de las cosas. Que eso siga avanzando que ya no sé ni hasta donde va a llegar. Lo del sacacorchos genial, supongo que con tus amigos oscenses habeis abierto alguna botellica para celebrar lo que sea.
Saludos.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...