martes, 3 de noviembre de 2009

El ilo invisible del tiempo

Sabido es que hay tres tiempos, aunque sólo sea por aquello que nos enseñaban en la escuela sobre los verbos.
Pero, poder comprimir de forma práctica, en un momento, ese axioma, sucede pocas veces, al menos a mí.
Pues bien, este fin de semana he tenido la oportunidad de disfrutar de una de esas ocasiones.



El pasado encarnado en Marta, una gran y excelente amiga con la que tantas cosas compartí hace en torno a 15 años, recordar aquellos tiempos, añorar a los ausentes, ponernos al día cara a cara de lo que, a través de la distancia hemos ido contándonos. Verla, estar a su lado después de tantos años como si hubiera sido el otro día cuando dejamos de estar juntos. Conocer a sus niños, su hogar. Saber que hemos seguido ahí pese a todo y que seguiremos estándolo.
El futuro hecho realidad a través de Mercedes yJaume, y su familia, de Lidia, al conocernos de forma física, por primera vez, darnos un abrazo, sentir su mano cercana, recibir su generosidad. Comprobar cómo Internet engendra estos milagros de dar lugar a una amistad tan cálida y profunda. Es muy emotivo que me hayan acogido con tanta naturalidad, con tanto interés y ver que era uno más. Percibir que mi ceguera dejaba de tener importancia junto a ellos. Gracias por tanto, por ese mañana tan ilusionante.
Y el presente como hilo conductor invisible entre los panillets y castañas de mi primer trabajo leridano de 1990 y los actuales de estos días, el viaje en tren, saber que pude hacerlo pese a ir solo y no conocer los itinerarios, el pasear por esa Barcelona que tanto significa para mí, pero hacerlo de otra manera: sentir, conocer lugares _una fuente, un jardín increíble, Les heures, El Laberinto_ que ya, el día de mañana, también formarán parte de esos recuerdos y, ante todo, atesorar momentos compartidos, la mayor de las riquezas. No importa haber dejado de “turistear”, salir de noche o presenciar grandes espectáculos; lo esencial ha sido saberme acogido como a uno más, algo aparentemente banal, pero, muy al contrario, mágico.

6 comentarios:

Mercedes Pajarón dijo...

Albertito, has escrito algo muy hermoso, pero discrepo en algo: siéntolo en el alma, pero no eres uno más. Tú eres un hombre excepcional que nos has hecho muy felices con tu inteligencia, con tu conversación, con tu sentido del humor, con tu alegría, con tu sensibilidad, con tu cariño, con tu entrega. Que sepas que hemos pasado un fin de semana inolvidable. Hala, y ahora... átame esa mosca bosnia por el rabo, ja, ja, ja!!!

Besósculos emocionadósculos y amistósculos de Jaume y míos! Mua!!!

Rosa Sánchez dijo...

Alberto, eres una de esas personas que enseñan por vocación. Tus escritos, tus reflexiones, trasmiten con exactitud lo que siente tu corazón. Y es verdad, tenemos suerte de encontrar personas por la red con las que aprendes, compartes, puedes ser tú mismo/a sin miedo a qué dirán, pues las personas bienintencionadas siempre comprenden o se esfuerzan por comprender.
Pues eso, que es lujo leerte.
Un abrazo y disculpa que no pase más por tu fabuloso blog. A veces entro y me voy sin dejar comentarios, muy a mi pesar.

Alberto dijo...

Gracias, Merceditas por esa retahila de piropos innecesarios y no sé si tan mereciedos. Simplemente trato de ser uno más, lo digo y lo diré siempre, aspiro a la normalidad, nada más.
Feliz miércoles para ti y Jaume.
Un abrazo agradecido.

Alberto dijo...

Rosa, gracias también a ti por tus palabras tan alentadoras.
Estoy seguro de que podría repetir lo escrito aquí cuando nos conozcamos personalmente.
Cuídate y muchos éxitos.

silvia zappia dijo...

Qué hermoso, Alberto! Siento como si hubiese estado allí!

Mil besos!

Alberto dijo...

Me alegro, Rayuela que sientas eso. Tú sabes que también estuviste, aunque faltase la torta de pimienta y azúcar. La próxima.
Cuídate y feliz día.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...