jueves, 12 de noviembre de 2009

¿Lo merecía?

Por tantas veces en que se nos hacen regalos, no precisamente materiales, y no los sabemos valorar en toda su grandeza. Son símbolos de afecto supremo.
Buena noche.


Hubo, hace muchos años, en un lejano país de arena un buen hombre, abnegado y luchador pero triste, solitario. No era famoso por sus acciones heroicas en la batalla o la caza, nunca buscó el poder, parecía poca cosa y, casi siempre, vagaba solo por las veredas alejadas del poblado. Su mejor saber consistía en narrar historias, seguramente aprendidas de las estrellas.
Y sin embargo, un día recibió un regalo mágico, un presente que muchos anhelaban poseer. Y resulta que le fue otorgado a él. Sabía que no tenía derecho, que no le debería haber sido entregado, pero así fue.
Se quiso preguntar por la razón de semejante don. No entendía, él que creía ser el último.
Quien se lo concedió, lo hizo al ocaso de uno de aquellos tantos días en que deambulaba taciturno. Quiso, por una vez, verle verdaderamente dichoso.
El hombre, Kalil, se dejó llevar y lo aceptó con el placer de creerse, por una sola vez, resarcido de tantos momentos de olvido. Lo tomó en sus manos, lo mimó, exploró y atesoró. No supo cómo devolver aquello, sino a través de la entrega y el recuerdo.
Pasaron los días y siguió evocando el instante glorioso de la cesión. Seguía diciéndose que no podía ser, pero lo era.
Y al final no pudo resistir más. Se dirigió a la Madre, la sanadora y sabia de la comunidad. Para ello tuvo que atravesar una duna y penetrar en la cueva.
-Madre, tú que todo lo sabes. Bien conoces del regalo que me han hecho poseedor. Pero la ansiedad me corroe: ¿soy merecedor de él, pese a que no tenga derecho? ¿Por qué me fue dado?
-Ay, los hombres. ¿qué importa saber, si quien te lo otorgó lo hizo porque quiso? Necio de ti. Valóralo, siente su presencia y sé feliz. Y ya.
Os preguntaréis por la naturaleza de semejante obsequio para que le tuviese tan atormentado. Pues bien: se trataba de la Luz,envuelta en una bola de colores brillantes, una luz única, resplandeciente., para otros muchos cegadora, mas para nuestro protagonista, auténtica fuente de libertad.
Y sí, desde aquel día quiso hacer caso a la que todo lo sabía y se dio cuenta de lo que realmente importaba: que poseía esa Luz por su persona, por lo que era. Y que la mayor muestra de gratitud para con su protectora, sería dejar de lado sus fantasmas y buscar nuevas metas, nuevos caminos. Al fin y al cabo, ahora podía hacerlo con el mejor de los apoyos: el de la Luz genuina
Pero, ¿quién fue quien se la había regalado? Sólo os diré que si sabéis mirar, vosotros también podréis desccubrirla. Tiene cara de luna llena.

8 comentarios:

Mercedes Pajarón dijo...

Albertito, esto ya no es un cuento precioso, sino poesía en estado puro! Con tus hermosas palabras y tus pensamientos optimistas, creo que nos acabas de regalar esa luz de la que hablas.

La pregunta es, ¿la merecemos?

Un besósculo inmensósculo de buenos y felices días! Mua!!

ChusdB dijo...

¡y la cantidad de sonrisas regaladas que te hacen a diario y tú casi no puedes agradecer,por no verlas! FELICIDADES, LO MERECÍAS.

Alberto dijo...

Merceditas, buenos días:
Alguien diría que tu pregunta es retórica. Sabes perfectamente que si siempre estáis ahí para darme afecto de amistad, sin duda que la merecéis.
Bueno, ojalá que con mis chaladuras os alegre vuestro día de viernes, al menos éste y si puede ser siempre, pues.....
Ale, cuídate y gracias de nuevo.
Besósculos.

Alberto dijo...

Ay ay ay, gracias Chus, gracias por dejar tu huella. Ojalá que tengas razón, que me sonreís aunque no pueda verlas, sé que ahí están, que hago todo lo posible por hacerme merecedor de ellas.
Feliz viernes para ti y me ha alegrado mucho de que hoy sí me dejases ver tu sonrisa.
Besos cariñosos y feliz viernes.

Anónimo dijo...

Buenas tardes, veo que vas mejorando tu técnica sobremanera; muy clarificador, ya sabes que sí que se merece y que también desde aquí te mandamos una sonrisa y un aplauso. Un buen trasfondo en tus palabras, me ha parecido entenderlo perfectamente. Ya sabes que hay quien mira y no ve y quien no ve y sí que mira con un prisma muy amplio. Ok. Saludos.

brujita dijo...

Quizá si no merecemos el regalo, debamos trabajarnos la búsqueda y algún día llegue a nosotros como regalo cumbre de nuestras vidas...

Besitos volados.

Alberto dijo...

Gracias a vosotros, anónimos que no lo sois (ni mucho menos) por ese aplauso, esa sonrisa y esa confianza.
Feliz día de sábado y siempre ahí estamos intando regalar.

Alberto dijo...

Brujita, estoy seguro de que tú sí eres merecedora de esa luz que la gente buena desea regalar a otros como ella y tú lo eres.
besitos volados y sentidos también para ti.
Feliz día de luz.

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