Después de un invierno de los que hacía años que no se daba por aquí, este fin de semana, en que por fin hemos vuelto a recibir los rayos de un sol vivificante, ayer estuve en el Retiro acompañado con un grupillo de amiguetes. Estaba increíble la tarde y el parque.
Así que se me pusieron los dientes largos, muy largos, y me dije que tenía que retomar mis paseos.
Ni corto ni perezoso he cogido mi bastón y esta tarde allá que me he ido.
Y con gran satisfacción os cuento que, no sólo no se me había olvidado el pequeño itinerario que aprendí de la mano de mis padres, sino que lo he hecho mejor aún. Es como cuando un bebé aprende a caminar que parece que no termina de aprender a soltarse, está un tiempo que incluso retrocede y, de repente… zas, que ya marcha solo. Pues algo así me ha sucedido a mí. Estaba algo desanimado con el tema, pues no terminaba de tener claras las referencias y, por aquello de mi tenacidad, digamos, tozudez, hoy lo he conseguido sin dudar: ese pequeño estanque que me queda a la izquierda, esos dos escalones que he de bajar, ese bordear de hierba y esa rejilla (en la que, por cierto, se me ha enganchado la contera del bastóny por poco consigo sacarla) y ese otro camino de tierra paralelo a la calle. Vaya que, genial. He dado cuatro vueltas (casi me dan, como a los toreros, las dos orejas y el rabo), como un chiquillo con zapatos nuevos, bueno con zapatillas, me he sentido.
Os parecerá tonta esta alegría mía, pero… ya sabéis lo que me gusta superar retos y teniendo un parque tan cerca, no hay tipo que se resista a pasear por él, con lo a gusto que se va y lo que uno escucha.
domingo, 15 de febrero de 2009
Mi vuelta al Retiro
Publicado por Alberto en 7:18 p. m.
Etiquetas: Operación Asalto al Retiro
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Ya te imagino disfrutando a tope de tu paseo...Aquí también hemos podido aprovechar para salir al sol un fin de semana entero, después de un par de meses de lluvias constantes y temporales que no nos dejaban ni sacar la nariz de casa. Pero lo bueno siempre es breve, y parece que la paz sólo va a durar un par de días más, así que volveré a hacer acopio de material de lectura y a darle al teclado durante las horas muertas.
Un abrazo, Alberto.
pues no me parece tonto, me parece sublime, y menos mal que eres tozudo hijo, vale la pena serlo y mucho, asi puedes disfrutar de uno de los grandes placeres de la vida, la autonomia, el salir a pasear cuando te apetezca, me gusta tu espiritu... seguire paseandome por tu blog otro dia...abrazos
¡Ooooleeeé!¡Torero,torero,torero! Yo te doy la vuelta al ruedo y te saco por la puerta grande...tan sencillo como resulta lo de "dí un paseo por el parque"...pero el reto que supone para alguien que no ve (con los ojos de la cara) decidirse a tirarse a ese ruedo con ese "Bicho" ¡Enhoerabuena de corazón!
besitos volados mil.
Publicar un comentario