domingo, 8 de febrero de 2009

Los dedos también pueden leer

Quiero compartir con vosotros este artículo de opinión, publicado hoy, por el escritor catalán Josep Mª Espinas en El periódico de Cataluña.
Me parece interesante que los escritores tomen conciencia de nuestro medio de acceso a la escritura y lectura, además de su importancia para los ciegos.



Se han cumplido ahora 200 años --concretamente el pasado 4 de enero-- del nacimiento de Louis Braille, inventor del alfabeto que lleva su nombre y gracias al cual los ciegos pueden leer. Como el lector ya sabrá, el método consiste en hacer unas impresiones en relieve sobre una superficie. A cada impresión le corresponde una letra o un número distinto. El invidente pasa el dedo por las sucesivas y pequeñas protuberancias, y gracias a identificarlas es capaz de leer a través del tacto.
Braille era ciego desde los 3 años y fue alumno, y más tarde profesor, del Instituto de los Ciegos de París. Su método abrió el camino de la lectura –es decir, un camino de placer y conocimientos-- a mucha gente que habría quedado totalmente marginada. También del mundo del trabajo.
Mi hija Gemma coincidió hace años con un par de chicas, Maria y Aurora, que pese a la falta de visión estaban perfectamente incorporadas al ámbito laboral.
Yo mantuve con ellas una larga y reveladora conversación en un programa televisivo.
De Braille se ha hablado poco, me parece. Su idea fue extraordinaria: la creación de un alfabeto táctil. Si los ojos no pueden leer, leerían los dedos.
Ignoro con qué criterio fijó la disposición de los puntos en relieve que identificaban cada letra --la b dos puntos, uno encima del otro; la c también dos puntos, pero de lado...--, quizá las combinaciones más sencillas corresponden a los signos más frecuentes en francés...
Lo cierto es que se trata de un lenguaje universal. También está el lenguaje de los sordos, el alfabeto morse... El ser humano se define por su voluntad de comunicación, que se manifiesta a través de distintos canales. Si uno es deficiente, se compensa con otros. O si no se inventa uno nuevo.
En una ocasión, una chica visiblemente ciega me comentó, con una sonrisa: "He leído tu libro, me lo he pasado muy bien". También el gran pianista Tete Montoliu, ciego, era un gran lector. Cuando oía hablar de un libro que pudiera interesarle, encargaba una edición en braille. Como se comprende, no era barata. Eso sí es un ejemplo de ganas de leer.
Creo que la ONCE cuenta con este servicio de lectura. Y es muy importante, porque todos los cerebros necesitan ser estimulados, conectarse con todo lo que está a su alrededor. Louis Braille tuvo una magnífica idea. Si un sentido decae, otro puede perfeccionarse. Es el resultado de la gran capacidad de artificio que caracteriza la especie humana.

2 comentarios:

brujita dijo...

un buén homenaje al creador de los "bultitos"...claro que con mi informador de cabecera, ya me lo sabía todo y más...ja,ja,ja

besito volado

Viperina dijo...

Si es que todos los seres necesitan comunicarse, de una forma u otra, y si los humanos no tuvieramos la posibilidad de hacerlo verbalmente, visualmente ni por el tacto, inventaríamos el lenguaje de los olores, o el que fuera necesario, pero sin comunicación y cultura, estaríamos destinados a desaparecer...
Besos, amigo; hasta muy pronto.

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