lunes, 16 de febrero de 2009

Cambio de ruedas


Como cualquier buen coche que se precie, sea un Ferrari o un Mercedes, mi bastón también necesitaba un cambio de rueda. El pobre hace sus buenos kilómetros, con lo andarín que soy. Así que me he dicho que de hoy ya no podía pasar y más, después de que ayer, en ese paseo por el Retiro, se quedase enganchada en una rejilla y tuviera que pelearme con ella para liberarlo. Se trata de la contera.



La contera actualmente es giratoria y ha supuesto un avance respecto de las antiguas fijas. Mi modelo de bastón es canadiense. Se trata de un modelo plegable de cinco tramos, algo pesado pero muy seguro, que al fin y al cabo es lo importante.
Hay otros tipos que la ONCE nos ofrece pero yo prefiero éste, por lo dicho, primero porque la contera es más duradera que la de los otros y la estructura de doble goma y ensamblaje de los tubos lo hace más resistente.De las versiones de bastones que existen os cuento: están los llamados síbmolo que son simplemente un distintivo de que quien los lleva padece una deficiencia visual. Y los denominados guía que se adaptan a la altura del ciego y que son para los que no vemos nada. Luego tenemos los plegables y los rígidos. Aquéllos son más cómodos pues te permite recogerlos cuando no los necesitas y llevarlos en el bolsillo, pero a cambio pueden perder algo de información; y los rígidos dan mayor información, pero son más incómodos.
En cuanto a la técnica para llevarlos consiste en imaginar que la contera, o punta del bastón, hace de pie, por tanto sabremos que lo que vamos a pisar es seguro, porque antes lo habremos verificado a través del bastón. Se trata de hacer un arco deslizando la contera a ras de suelo. Antiguamente se enseñaba a marcar los puntos, es decir, el ciego iba punteando el suelo, pero claro eso supone que entre punto y punto había una zona intermedia que no se rastreaba, con el consiguiente riesgo.
La cuestión es que la contera sólo detecta los obstáculos o agujeros que hay a ras de suelo, no avisándome, por tanto de lo que haya por encima: el manillar de las motos, los toldos, los carteles… que inevitablemente me llevaré por delante.
Este elemento de movilidad esencial para esa tan deseada autonomía ha de valorarse con la importancia debida, el hecho de portarlo supone que interiorizas que tienes una discapacidad visual grave, y esto no creáis que es fácil asumirlo. Es verdad, da mucha seguridad y te garantiza el respeto de quienes se cruzan contigo, pero a la vez es un estigma de una realidad que cuesta, no poco, asumir.
La ventaja que tenemos es que no necesitamos carnet, aunque sí adiestramiento y por ello no estamos sometidos a la presión de la temida pérdida de puntos. Ahora bien, esto no significa que hayamos de ir por la calle como si de una apisonadora se tratase. Pienso que, por una mera cuestión de respeto hemos de estar pendientes no sólo de no tragarnos los obstáculos, sino de no avasallar.
El mayor miedo que he pasado es el sentir que a tu paso, alguien tropieza con el bastón y cae al suelo: ese sonido de un cuerpo que cae os aseguro que es dramático. ¿qué habrá pasado, se habrá roto algo?
Y bueno, para terminar ppor el principio, como cualquier coche, ha de llevarse limpito, bien cuidado y someterlo a la operación Renove con regularidad.

6 comentarios:

Viperina dijo...

¡¡¡Jajajaja, ya te imagino pasando la revisión de los 20.00 kms.!!! Supongo que como cuentas, antes de dar el paso definitivo de salir con un bastón hay que estar mentalmente preparado y asumir lo que hay, pues al fin y al cabo es admitir que existe una diferencia...
Como cada día, aprendo una cosa nueva cada vez que entro aquí, y es un verdadero placer. Besos, Alberto.

Radamanth dijo...

como cualquier cosa que este sometida a desgaste y de la que dependamos... siempre he pensado que soys muy valientes, desde que coincidi en la universidad con un chico ciego y vi que se quedaba poco a la zaga nuestra solo pedia un hombro para bajar escaleras, empece a admirar a todo aquel que no se rinde ante lo evidente y lucha por sus sueños, un abrazo y despues de pasar la itv y cambiar la contera sigue paseando es muy sano

amelche dijo...

Bueno, bueno, conduce, pero seguro. No sabía que hubiera tantos tipos de bastones. ¿Y no te gustaría tener un perro guía?

Alberto dijo...

A la pregunta evidente de Amelche le contesto:
Es cierto que un perro guía reúne indudables ventajas, tales que quien lo tiene volver a moverse con bastón le resulta harto difícil. Pero el perro guía necesita de unos cuidados y una responsabilidad que, bien sea por mis circunstancias o por comodidad/vaguería hacen que me quede con mi querido palo.
Es como todo: pros y contras, ventajas e inconvenientes que, sopesados, hacen tomar la decisión.
Ya sé, el perro da mucho juego para entablar relaciones sociales, pero... el bastón no requiere sus atenciones.
Y sí, afortunadamente hay para elegir entre los bastones, lo cual está bien, por aquello de los gustos y los colores.
gracias a las tres por vuestro interés. Seguiremos paloteando por ahí, eso sí con la precaución necesaria.

Liliana dijo...

Pues no la había leído y no la he podido ver porque la foto ya no está disponible, pero me la imagino...me ha dado a pensar en algo, por lo que dices que no detecta ciertas cosas que no están al nivel del piso....hay un sensor de objetos que tengo en el carro, si alguien se acerca por cualquier lado, también funciona avisando....no sería algo que pudiese adaptarse?????....yo creo que sí....????

besito

Alberto dijo...

Liliana, cuando la escribí aún no había visitado tu casa. Espero que te haya parecido curiosa la historia. Es verdad que muchas veces se ha hablado de esto del sensor, pero el problema es que como hay tantos obstáculos nos podríamos volver locos (ahora sí que de verdad) con tanto pitidito.
Besito detectado.

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