Pretendo, con esta entrada, haceros esbozar una sonrisa, o mejor aún, una carcajada. No es mi intención hacer una crítica sino comentar acerca de las obviedades que, al hablar, solemos decir y luego, por aquello de la ironía traer algunas expresiones de doble intención con las que me encuentro cuando me ayudan. De cualquier manera, ya sabéis que cualquier apoyo que se me brinda lo recibo con la gratitud debida.
Aquí van algunas, pero seguro que vosotras tenéis más.
Esta mañana en la oficina: una compañera dice respecto del ordenador de otro compañero: “es que Fulano lo tiene todo tan chiquitito…”. A lo que quienes nos encontrábamos en la sala rápidamente se nos ha ocurrido la respuesta fácil: “no sabemos si su mujer pensará lo mismo”… claro, el afectado no estaba delante. Todo por minimizar los varios programas en uso.
Otra historia: voy a pasar el torniquete de entrada al Metro y viene una señora, toda amabilidad y me dice: “¿me dejas que te lo meta yo”… ummm… creo que se refería al abono transporte y su lectura en la ranura correspondiente.
En el andén de ese mismo Metro: llego justo cuando se encuentra el tren que debo tomar y un señor me dice: “¿va a subir?” Sonrío, pero para mí pienso…”no, que he venido a contar a los pasajeros, ¡pues qué sino!
Te das de lleno en la cara con el portón de una furgoneta de descarga y viene, se supone, que el repartidor: “¿se ha hecho daño?” Yo… “no, que he creído que era una joven y he querido rozarme con ella… ¡no te digo!”
Como la mayoría de las veces es a mí a quien ayudan, cuando yo puedo hacer algo, no dudo en disponerme a ello: abro la portezuela de salida de los torniquetes del Metro y yo, siempre tan galante, digo: pasa, guapa (guiado por el sonido de los tacones) a lo que me responde: “gracias, pero sino le molesta, me llamo Ricardo y llevo barba”. Pequeño fallo de vista.
Voy con mi bastón en ristre por la calle a lo que un señor me dice: “lleve recto el bastón porque alguien va a tropezar con él y se va a dar una leche”. A lo que yo digo: “perdone, pero es que el bastón se lleva haciendo un arco para mayor seguridad”. El señor insiste: “pero es que, oiga, que alguien va a tropezar y…”. Mire, un poco harto de esa sabiduría enciclopédica propia de los españolitos, le digo: “mire, me han dado el carnet de primera en la conducción de bastones, así que…” Y aprieto el paso no poco irritado. “¡qué manía, tenemos que saber de todo!”
En fin, vivir para ver.
Buena noche.
jueves, 2 de abril de 2009
De obviedades y dobles sentidos
Publicado por Alberto en 9:19 p. m.
Etiquetas: अ Así soy
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10 comentarios:
Alberto, me has hecho reír mucho!!! gracias y buena noche para tí también.
besitos
Ja, ja, ja, ja, ja!!! Qué manera tan genial de empezar mi mañana! Gracias!
Hablando de la sabiduría innata de los habitantes de la piel de toro, un día me para un señor en la calle y me pregunta cómo ir al hospital tal. Le doy las indicaciones, y el hombre me contesta: "no, no, no, me parece que por ahí no es!". ¿Sabes qué le respondí? "Ah, pues no, seguro que no es por donde le he dicho", y me fuí...
De dobles sentidos recuerdo una frase que un amigo le dijo a una amiga hace mil años, en la universidad, hablando de cuestiones mentales: "quiero entrar en tu interior...". El pobre se estaba refiriendo a la mente, pero los demás amigos entendimos lo que nos dio la gana, ja, ja ,ja!!
Feliz viernes obvio y un beso con un solo sentido!
Liliana, seguro que en tu tierra también tenéis este tipo de equívocos basados en el lenguaje. A mí me gustan porque sin caer en la grosería se utiliza el ingenio, con todo respeto por supuesto.
Buen día también para ti.
Besos.
Mercedes, tú también me has hecho reir con tus dos anécdotas que inciden en lo que decimos: utilizar el ingenio para la ironía y sacar punta.
Ah, y ese beso de un solo sentido está muy bien, así no habrá accidentes por aquello de que no habrá choques con los que vengan del otro sentido. Está muy bien ir en el mismo sentido.
Ese otro beso mañannero de viernes y también de un solo sentido.
Cuídate.
Hola Alberto
En días pasados pasé por aquí porque te tenía desde hacía varios días en la mente y de tantas cosas se me iba pasado venir a saludarte, pasé entonces el día en que publicaste la fabula "Los dientes del rey" y te escribí u comentario muy sentido (muy bonito, diría yo) y luego de haberme fajao en la redacción y cuidando el sentido (por lo de los dobles sentidos) le dije "publicar" y ¡zaz! se me cayó el sistema de internet y no supe, hasta hoy, que el mensaje nunca llegó.
Alberto, quiero agradecerte tus visitas y el que tengas tan presente a Casa de los Cuentos. Gracias por recomendar la página. Recuerda que las puertas de mi Casa están abiertas. Te tengo muy presente.
Un saludo desde Venezuela. Jabier.
Muchas gracias, Javier por tu visita. Claro, las puertas de tiflohomero también están abiertas para ti.
Me gustaría recibir de nuevo ese mensaje que no llegó a Los dientes del rey. Seguro que era bonito.
Te diré que hablé de ti con una amiga que vivió en tu ciudad y que ahora, por razones de casamiento, vive en España al casarse con uno de mis mejores amigos.
Un abrazo y gracias por regalarnos cada día un cuento.
¡Que razóntiene,y que divertido resulta! Hay cosa como lo de: "¿Subes para arriba?"...¡Toma no, si te parece subo para abajo o bajo para arriba!...en lo de los dobles sentidosrecuerdo uno que me pasó ya hace algunos años, estaban hablando con unos amigos sobre y algo dijeron de las edades...y yo contesté "¡Ni hablar que yo soy una pollita!"...¡lo que pusieron armar con el tema!
Besito volado.
Brujita, me alegro de que te haya parecido divertido.
Es verdad, sube para arriba y baja para abajo no parece muy lógico, pero.... en fin y eso que se supone que usamos bien el lenguaje que los que ahora están reinventándolo a base de chats y sms ni te cuento.
Besito de sábado primaveral.
Bueno, bueno, al menos, te lo pasas bien y le sacas punta a todo.
Hacemos lo que podemos, qué remedio. Hay que verle la chispa a las cosillas de la vida.
Y así luego puedo contaros algunos chascarrillos y andanzas.
Besito de punta.
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