lunes, 20 de abril de 2009

La Tsar Kolokol

El sonido de las campanas históricamente ha encerrado gran importancia por ser una forma muy práctica de dar los mensajes que afectaban a la vida cotidiana de los habitantes. Desde la indicación de la hora, los momentos de alegría y solemnidad hasta los tañidos por asedios, incendio,etc. Por su influencia en el transcurrir de los pueblos, ha dado lugar a numerosas leyendas e historias. ¿Quién no conoce al Quasimodo de Notre Dame, tan magistralmente pintado por Victor Hugo en Nuestra Señora de París?Recordamos también a esas señoras que ordenaban al servicio mediante su toque y evocamos la entrada a la tienda en nuestra ñiñez.Actualmente pueden ser objetos de colección, a modo de recuerdo de estancia en cada ciudad que hayamos visitado. Para mí, su sonido es dulce y hace que me traslade a otra época.En mi pueblo, en la hermita, está programada (cosas de la tecnología) para que se active un campanillo a determinadas horas como reminiscencia de otros tiempos.Como homenaje a los que, de una manera u otra, estuvieron dedicados al arte de la campanología hoy día casi ya extinguida, quiero hablaros de la campana más grande del mundo...


Tsar Kolokol, en ruso), que significa campana del zar, es una enorme campana que se exhibe en el Kremlin de Moscú, Rusia.Se trata de la campana existente más grande del mundo. Fue encargada por la emperatriz Ana de Rusia, sobrina de Pedro El Grande.Pesa 216 toneladas, con una altura de 6,14 metros y un diámetro de 6,6 metros. Fue fundida en bronce por los maestros Iván Motorin y su hijo Mijaíl entre 1733 y 1735.Los ornamentos, retratos e inscripciones fueron hechos por V. Kobelev, P. Galkin, P. Kokhtev, P. Serebryakov y P. Lukovnikov.La campana se rompió durante un incendio en 1737 y en 1836, la Tsar Kolokol fue colocada en un soporte al lado de la torre campanario de San Iván. Anteriormente hubo dos campanas con el mismo nombre, un molde en el siglo XVII y en 1654 (de aproximadamente 130 toneladas). Este último se rompió durante un incendio en 1701 y sus restos fueron utilizados para crear la Tsar Kolokol.

2 comentarios:

Mercedes Pajarón dijo...

Albertito, con esta entrada, has dado la campanada, ja, ja, ja!!! Bah, un chiste malo, pero es que no he podido evitarlo...

Fíjate qué sórdida soy, que a mí me gusta cuando tocan a muerto, por su tono tan solemne y ese ritmo tan triste...

Pero a ti te mando besos repiqueteados, hala!!!

Alberto dijo...

Sí que es solemne, sí; ese sonido.
Ah, y ya sabes... La campana del gorriaga o las campanadas de medianoche que anuncian el cambio de año, acompañadas de uvas y cava, menos mal que son uvas que si lleggan a ser huevos duros... jejejejejej.
Besos repiqueteados también para ti.

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