viernes, 18 de septiembre de 2009

El sentido de la ilusión

Quienes de forma tan atenta y fiel me leéis, sabéis bien la importancia que concedo a la ilusión, al marcarse retos y aspirar a superarlos y, aunque a veces no pueda lograrlo, lo importante es seguir planteándoselos.
Pues bien, en esa misma línea querría hablar de una experiencia digna de ser conocida y alabada.



Recientemente, en mi pueblo, Fuentestrún, a partir del aprovechamiento que el ayuntamiento hizo de las subvenciones que la Junta de Castilla y León, otorga para el fomento del uso de las nuevas tecnologías en las zonas rurales, aprovechó para la creación de un telecentro dotado de ordenadores.
En principio, con las vacaciones estivales, esa iniciativa fue disfrutada por la gente de fuera que vamos a pasar el verano, pero después se organizaron unos cursillos de iniciación para personas mayores.
Con gran satisfacción comprobé que dicho cursillo salía adelante con pleno éxito de participación y no sólo eso, sino que a partir de ellos, personas mayores con un escaso nivel cultural, hechas al trabajo del campo y las faenas de la casa, han seguido usando los ordenadores y lo hacen con ilusión y constancia.
Me emocionó escucharles que dijeran: “ya ves, a nuestros años, volvemos a la escuela. ¿Quién lo iba a decir?
Me cuentan mis padres que les encanta verme, visitar Tiflohomero, que querrían utilizar el Mesenger para comunicarse conmigo, que otros de los que van, ya lo hacen con sus hijos a pesar de vivir lejos, que visitan la página web del pueblo y más y más.
Son indudables las ventajas que supone Internet y las nuevas tecnologías, especialmente en zonas aisladas como las rurales o, mi caso lo demuestra, para personas con dificultades añadidas. Y por ello merece la pena decidirse a utilizarlas.
No hay duda de que al principio estos trastos imponen, parece que es muy difícil su manejo, que los vas a estropear, pero pronto se comprueba que no, que están al alcance de cualquiera que se atreva aprovecharlos.
No es menos cierto que, como todo, han de tomarse con la debida precaución y han de ser utilizados de manera adecuada, sin caer en la dependencia.
Porque sé que me leen y porque merece la pena, he sentido la necesidad de compartir esta noticia. Una vez más se demuestra que no hay que renunciar a priori a las nuevas experiencias, que hay que empeñarse, que merece la pena.
Felicidades sinceras y emocionadas a mis paisanos fuentestrunos por ello y a seguir aprendiendo cosas nuevas cada día, sin que importe la edad o el nivel cultural porque, por encima de todo, la ilusión es lo que da sentido al progreso.

7 comentarios:

Rosa Sánchez dijo...

Hola, Alberto: tienes razón. Las personas debemos crecer con las tecnologías, no quedarnos rezagados tras el pretexto: "de esas cosas no entiendo".
Internet es una herramienta estupenda, su uso correcto depende siempre de las manos que la utilizan.
Me uno a la ilusión de que las personas mayores de tu pueblo hayan decidido dar el paso aprovechando la oportunidad que se les brinda.
Y es que vivimos en un mundo maravilloso... que pena que no siempre obremos con amor.
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Buenos días, abro el ordenador y ¡vaya sorpresa! me encuentro "El sentido de la ilusión"; vaya acierto, ayer cuando fui a la comida de Olvega y volví a despedirme a casa, me dicen,... ahora nos iremos un rato al telecentro que se pasa un buen rato.
Es el testimonio de lo que cuentas en tu artículo; nunca pensé que llegaríamos a esto. Pero la verdad es que menudo día el que se decidió implicar a la gente en el cursillo y que fuese aceptado. Seguiremos en ello.
Muy acertado como muchos de tus artículos.
Te hemos llamado y debes estar recogiendo el Premio "Bastón Blanco 2009" o... vete a saber ande andarás.
Saludos y ok.

Mercedes Pajarón dijo...

Las nuevas tecnologías, bien utilizadas, pueden dar muchísima satisfacción, miles de alegrías y más de una sorpresa agradable! Y mira por dónde, tu pueblo se ha acercado un poquito más a ti...

Buenas noches sabadósculas! Muamua!

silvia zappia dijo...

Qué buena experiencia,Albertito! Y crezcamos, nunca paremos de crecer!


Mil besos!

Alberto dijo...

Tenéis razón:
Nunca hay que parar de crecer interiormente, que en el exterior, en lo físico, ese crecimiento es inevitable, pues intelectualmente debería ser igual.
Felicito, cómo no, a ese ayuntamiento que tuvo la iniciativa de dar el curso. Que sea un comienzo para alcanzar nuevas metas. Se demuestra, como decía, una vez más, que lo que a priori parece que es una utopía, algo absurdo, puede dar frutos muy hermosos.
Merceditas, sí. Ahora mi pueblo está más cerca de mí a través de Tiflohomero. Y a mí, esto me supone otro motivo más para seguir esforzándome en darle la calidad y continuidad adecuadas.
Pero Rosa tiene razón especialmente: los medios están ahí, lo que hemos de hacer es utilizarlos con más amor.
Besos para todas y feliz día.

amelche dijo...

Me alegro de que tus paisanos disfruten de internet y todas sus ventajas. Y que sigan haciéndolo por muchos años. Un abrazo.

Alberto dijo...

Gracias, Ana Por tus buenos deseos.
Tú como profe, sabes lo difícil que resulta a veces inculcar esa idea de que se puede, que sólo hay que atreverse.
Besos cariñosos y feliz día.
Cuídate.

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