Seguimos pintando la noche. Esperando qué o quién serán sus protagonistas.
La figura que aguarda, al tenue resplandor de una farola, se va haciendo visible. Se vislumbra a una mujer misteriosa. Su mirada destella en medio de aquel paisaje nocturno. Parece mirar algo que sólo ella pudiera contemplar.
Los pasos se oyen cada vez más cercanos, más compactos. ¿Quién será su dueño?
A lo lejos se oye el ulular de una sirena y los sonidos de la cotidianeidad se dejan sentir: ruido de cubiertos chocando contra los platos, ecos de la teleserie de turno y conversaciones que hablan de cansancio, hastío y desencuentros. .
viernes, 4 de septiembre de 2009
El salto, 3
Publicado por Alberto en 10:09 p. m.
Etiquetas: Relato de septiembre
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2 comentarios:
Escuché todos los sonidos, vi todas las sombras,..y también me pareció oir una lejana música de tango...
Excelente,Alberto!Me encantó!
Mil besos!
Albertito, insisto, esto promete, pero te sugiero que lo alargues un poco más, porfa, que de verdad sabe a muy poco. Vengaaaa, hoooombreeee, danos un poco más!
Besósculos domingósculos! Feliz día! Mua!
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