Después de unos días en los que os he dejado hacer la digestión del pastel y recuperaros de la resaca de cierta fiestecita, vuelvo por aquí con un cuento que me ha regalado mi amiga Princesita del Mar.
El cumple, por si a alguien le interesa, fue muy emotivo, con el mejor regalo que uno puede soñar, el afecto de mucha gente, traducido en llamadas telefónicas y huellas.
Además de la compañía física de mi familia y unas buenas viandas, cocinadas con el sabor de la madre y el olor de lo auténtico.
Aquí va el cuento…
Cuentan que cuentan que había una vez una princesa que vivía en un estante de una vieja biblioteca.
Su casa era un cuento de hadas, que casi nadie leía, estaba entre un diccionario y un libro de poesías.
Solamente algunos chicos acariciaban sus páginas y visitaban a veces su palacio de palabras.
Desde la torre más alta, suspiraba la princesa. Lágrimas de tinta negra deletreaban su tristeza.
Es que ella estaba aburrida de vivir la misma historia que de tanto repetir se sabía de memoria:
una bruja la hechizaba por envidiar su belleza y el príncipe la salvaba para casarse con ella.
Cuentan que cuentan que un día, justo en el último estante, alguien encontró otro libro que no había visto antes.
Al abrir con suavidad, sus hojas amarillentas salió un capitán pirata que estaba en esa novela.
Asomada entre las páginas la princesa lo miraba.
Él dibujó una sonrisa sólo para saludarla.
Y tarareó la canción que el mar le canta a la luna y le regaló un collar hecho de algas y espuma.
Sentado sobre un renglón, el pirata, cada noche, la esperaba en una esquina del capítulo catorce.
Y la princesa subía una escalera de sílabas para encontrar al pirata en la última repisa.
Así se quedaban juntos hasta que salía el sol, oyendo el murmullo tibio del mar, en un caracol.
Cuentan que cuentan que en mayo los dos se fueron un día y dejaron en sus libros varias páginas vacías.
Los personajes del libro ofendidos protestaban:
"Las princesas de los cuentos no se van con los piratas".
Pero ellos ya estaban lejos, muy lejos, en alta mar y escribían otra historia conjugando el verbo amar.
El pirata y la princesa aferrada al brazo de él navegan por siete mares en un barco de papel.
Liliana Cinetto
miércoles, 10 de junio de 2009
Amor en la biblioteca
Publicado por Alberto en 10:02 p. m.
Etiquetas: Relatos
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14 comentarios:
Cuentan que cuentan que voces enamoradas saliendo de entre las hojas de un libro,me han traído hasta aquí, para disfrutar de esta delicia...
Ml besos,Alberto!
Hermoso, me encantó de verdad...todo tan romantico y fantastico.
Saludos y nos leemos
¡Qué bello cuento!Y qué mejor espacio para enamorarse que en una biblioteca...evidencia total de un lenguaje compartido. Gracias Alberto por compartirlo. ¡Un abrazo de los orejas verdes¡
un bonito cuento si señor y sucede en uno de los lugares para mi mas magicos y maravillosos una biblioteca.... realmente precioso
Bueno, bueno, esto de que los personajes se escapen de los libros y campen a sus anchas me ha encantado, ya lo sabes, ¿verdad?
Me ha parecido fantástico, muy bonito y original. Una delicia leerlo!!!
Y.......no, Albertito, no se me olvida desearte un feliz jueves. Disfrútalo mucho!
Besósculos fiestósculos pero un poco envidiósculos! Mua!
Encantadora historia, Alberto. Felicita a tu amiga de mi parte. Me gusta mucho las obras que mezclan fantasía y realidad, pues esta conjugación, escrita desde el género que sea, despierta el niño que todos llevamos dentro haciendo sonreír al adulto que llevamos fuera.
¡Encantador!
Un saludo.
¡Que lindo Alberto, princesa que escapa de entre las lineas de su cuento...pirata enamorado que la libera del libro en desuso!... a mi también se me escaparon los serios personajes y ¡hasta una Venus! de los cuadros del museo...¿No seremos un poquito escapistas y libertadores?...
Besitos volados
Rayuela, muy buenos días. Me alegro de que te gustase este cuento, ojalá lo hubiese escrito yo.
Besos cariñosos.
Gracias Deigar por pasarte por aquí.
Así es la literatura... cuentan que cuentan...
Besos cariñosos y ojalá que sigas dejando tu huella.
Tenéis razón Orejas Verdes, no hay mejor cosa que compartir.
Un abrazo y un brindis por la fantasía.
Feliz día
Carmina, tienes razón la biblioteca es un lugar mágico, lleno de sorpresas y de encanto, al menos las bibliotecas de antaño, las de pueblo, las alojadas en castillos o palacios...
Besos cariñosos y feliz día.
Merceditas, sí ya sé que te gusta que los personajes de los libros cobren vida. A mí lo que también me gusta es dar vida a los objetos de los cuentos, ¿lo sabes tú también?
Feliz viernósculo.
Cuídate.
Tienes razónm, Rosa. Nunca debe perderse el niño que todos hemos de conservar.
Y las historias deben de tener su mensjae, su transmisión de sentimientos y valores.
Besos cariñosos y feliz día, también para ti.
Tienes razón, Brujita. Es que jugar a crear personajes y darle s vida a los puestos en un papel o pintados en un cuadro es jugar a ser magos.
Besitos volados y sentidos también para ti.
Feliz día
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