martes, 13 de octubre de 2009

Un Tuareg: “aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo”

Os traslado esta entrevista realizada por Víctor-M. Amela a Moussa Ag Assaridd.
Me parece muy aleccionadora y digna de tener en cuenta, además de por lo que cuenta, por el espíritu que representa.Espero os guste.

No sé mi edad: ¡nací en el desierto del Sahara, sin papeles...! Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastorde los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier- 1. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg.Soy musulmán, sin fanatismo- ¡Qué turbante tan hermoso....!- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.- Es de un azul bellísimo...- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados...- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.- ¿Por qué?- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.- ¿Quiénes son los tuareg?- Tuareg significa abandonados, porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: señores del desierto, nos llaman. Nuestra etniaes la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.- ¿Cuántos son?- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!",denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.- ¿A qué se dedican?- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio...- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba... Así hizo mibisabuelo, y mi abuelo, y mi padre... Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!- ¿Sí? No parece muy estimulante. ..- Mucho. Alos siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista,orientarte por el sol y las estrellas... Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.- Saber eso es valioso, sin duda...- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allínadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja...- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté... Después, en el hotel Ibis, vi el primergrifo de mi vida: vi correr el agua... y sentí ganas de llorar.- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...- ¿Tanto como eso?- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió... ¡Ella lo eratodo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.- ¿Qué pasó con su familia?- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir,y una señora me daba de comer al pasar ante su casa... Entendí: mi madre estaba ayudándome...- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y selo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...- Y lo logró.- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.- ¡Un tuareg en la universidad. ..!- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cadanoche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.- Sí... ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí,prisa... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y susperfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...- Fascinante, desde luego...- Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidosdel corazón se acompasan al pot-pot del hervor...- Qué paz...- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.

6 comentarios:

brujita dijo...

Leyendote hoy , supongo Alberto, que a todos los que lean tu entrada les ocurrirá lo mismo que a mi...me he quedado con la sensación de la enorme pobreza en que vivimos los del primer mundo...dentro de toda la riqueza y comodidad de que nos rodeamos estamos perdiendo nuestra mayor riqueza la del amor, la solidaridad, la compañía y el roce humano. Necesitamos de tanto y tanto para seguir corriendo en búsqueda de más y más que consiga llenar nuestro vacío sin fondo, pues allá en el fondo de nosotros se esconde ese ser humano en paz que nosotros fuimos enterrando en riqueza y ansiedad...

Besito volado niño, desde el fondo.

Alberto dijo...

Es cierto lo que dices, estimada Brujita pero no lo es menos que aún estamos personas que tenemos claro que la verdadera riqueza está en saber disfrutar de esas pequeñas cosas de las que habla ese tuareg.
Por eso, quienes pensamos como él nos sentimos cercanos.
Cuídate y feliz día.
Besitos volados y sentidos también para ti.

Mercedes Pajarón dijo...

¡Sorpresaaaaa! Y milagroooo! ¡He podido conectarme a internet!!!! Me leeré la entrevista y te diré algo....

Ciberbesósculos, mua!

PD.- Recuerdos del general del caballo, ahora fumando la pipa de la paz con el señor Freud.

brujita dijo...

Alberto, he enviado tu entrevista a un montón de amigos, espero que ellos disfruten leyéndola como yo lo he hecho y que recapaciten después...

Más besitos volados.

Alberto dijo...

Pues sí, Merceditas. Sí que es una sorpresa muy agradable leerte estos días.
Que disfrutes por esos lares.
Cuidado con esa pipa de la paz, no se vaya a comvertir en guerra.
Besósculos.

Alberto dijo...

Me alegro, Brujita de que te gustase tanto como a mí esta entrevista y te agradezco que la hayas divulgado por ahí.
Así, tus amigos sabrán de mí. jejejejje.
Besitos volados y sentidos también para ti.

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