domingo, 25 de octubre de 2009

El cambio de hora

Aprovechando el hecho de que nos encontremos, a partir de hoy, con unas tardes menos luminosas (por aquello del horario invernal) os cuento algo sobre el tema.




Llamamos cambio horario al adelanto y atraso de una hora que realizamos cada primavera y otoño respectivamente. Esta es una medida que llevan a cabo unos 70 países en todo el mundo, siendo Japón el único país industrializado que no se ha adaptado aún a esta normativa. El cambio horario tiene como fin reducir el consumo global de energía, haciendo coincidir el comienzo de la jornada laboral con las horas de luz. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el ahorro doméstico en iluminación desde el cambio de horario de Marzo al de Octubre puede ser de un 5%. El cambio horario fue una medida que se adoptó por primera vez en la primera guerra mundial, cuando algunos de los países implicados adoptaron esta medida con la finalidad de ahorrar combustible. Esta situación se repitió en 1973, en la crisis del petróleo, durante la cual la mayoría de los países industrializados adoptaron la misma medida para hacer frente a la complicada situación del momento. En España, esta medida se lleva adoptando desde 1974, aunque la última regulación a la que nos hemos adaptado ha llegado de la mano de la directiva Europea 2000/84, que entre otras cosas unifica los días en los que se producen los cambios de hora en todos los países de la Unión Europea, siendo estos el último Domingo de Marzo y Octubre, respectivamente. Dicha directiva se entiende con carácter indefinido, aunque cada 5 años la Comisión Europea publica el calendario de las fechas concretas en las que se producirá el cambio de hora durante los 5 años siguientes. El cambio horario afecta según los expertos al reloj biológico y puede provocar trastornos en el sueño especialmente en niños y ancianos. No obstante es algo temporal que se suele superar en 2 o 3 días.


6 comentarios:

Mercedes Pajarón dijo...

Bueno, ni soy niña ni anciana, pero este cambio me afecta, me afecta...¿tendré que irme a vivir a Japón?

Albertito, aprovecho para desearte una buena semana, y una buena noche de domingo! Un besósculo!!

Alberto dijo...

Gracias, Merceidtas. Seguro que así será, digo lo de la buena semana, más con la perspectiva de su final.
A todos nos afecta ese dichoso cambio de hora que, por mucho que digan, no sé yo si tanto se ahorra.
Ale, besósculos primorosos.

brujita dijo...

Alberto, mi entrada de hoy va sobre lo mismo , el dichoso cambio de hora... Y a mi me pasa lo que a Mercedes, es una situación que odio porqué me afecta físicamente y me cuesta adaptarme al nuevo ritmo; y no acabo de ver yo ese ahorro del que hablan...¡Con la sabia que es la naturaleza vamos nosotros y le enmendamos la lana!

Besitos volados atontados.

Anónimo dijo...

yo obtaría por dejar en paz el horarío y dejar este lío, no creo que se ahorre tanto, yo en mi oficina con luz tanto en un horarío como en otro.
¡quiero un horario fijo!

Alberto dijo...

Me sumo a vuestra opinión, yo también quiero un horario fijo para todo el año, y más un horario veraniego que aunque no vea la luz, pero sí se nota en el ambiente más alegría, más vida.
Un abrazo p ara los dos.
Feliz semana.

Anónimo dijo...

En una cosita discrepo contigo, a mi me gusta más el horario de invierno, en verano cuando el sol está hasta las 10 y no refresca ni una pizca, el cuerpo envuelto en sudor, te sientas en una terraza y sigues pasando calorrrrr, ¡que pereza!, si el sol se fuese antes refrescaría más y los veranos no serían tan tormentosos y disfrutaria más de mi cañica en la terracica con menos calor.
besotes
cs

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