Para que veáis cómo uno no puede fiarse de esas supuestas fuentes fidedignas.
Que os haga, al tiempo que sonreír, reflexionar.
Lewis Carroll se encontraba una vez en vagón de tren con una señora y su hijita, que venía leyendo "Alicia en el país de las maravillas". Cuando la niña cerró el libro, él se puso a hablar con ella acerca de la historia; también se unió la madre a la conversación. Sin saber que su interlocutor era el autor de la obra, la mujer comentó: "¿No es triste lo del pobre Sr. Carroll? Se volvió loco, sabe...". "¿De veras? -preguntó el autor- nunca había escuchado eso". "Oh, yo le aseguro que es cierto, me lo contó alguien de quien no se puede dudar". Antes de separarse de ella, Carroll obtuvo permiso para enviarle un regalo a la niña, quien pocos días después recibió un ejemplar de "A través del espejo" con la dedicatoria: "Del autor, como recuerdo de un viaje agradable".
(Fuente: Norman Brown)
martes, 6 de octubre de 2009
Encuentro en un vagón de tren
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas
10 comentarios:
Vaya, pues a mí me habían dicho fuentes fidedignas que el señor Carroll ya estaba loco cuando escribió "Alicia en el país de las maravillas", jeee, jeee...
Bromas aparte, mi amiga Marta siempre me dice: "de lo que te diga la gente, créete la mitad". Es un buen consejo a seguir, sobre todo cuando te hablan de una tercera persona que no conocen.
Que tengas un día tranquilo y sereno, Albertito! Besósculos, mua!!
Pues si Alberto de lo que te dicen a lo que luego realmente es puede haber algunas veces un abismo, por eso según que cosas que te dicen que le han dicho yo creo que habría que corroborarlas.
En un curso de relaciones interpersonales, nos pusimos en circulo y una persona dijo algo al oído a otra y ésta a la siguiente, bueno cuando llego al final la historia era increíble, pero que nos reímos un rato.
saludicos
cs
Las "fuentes fidedignas" siempre me llevan a una sospecha de lo más fidedigna...suelen estar trufadas de mentiras , malentendidos e intereses sin número, sobre todo dentro del periodismo de nuestros días.
Una velada intención en el fondo de tu entrada de hoy Alberto ¡Muy bien!...
Besito volado.
Merceditas, pues yo no sé si estaba loco o no el señor Carroll pero sí sé que escribió una obra maestra. A lo mejor tuvo que estar precisamente loco para poder escribirla.
Gracias por tus buenos deseos, tan necesarios.
Besósculos.
C.S. ese ejercicio del que hablas, yo lo he practicado en talleres literarios y sí que es divertido, sí, cómo se tergiversa y deforma la realidad una vez que se pasa a través de la oralidad. De ahí vendrían las leyendas: de un hecho real se llega a una fabulación. Lo malo es cuando los rumores se siembran con fines manipulativos.
Cuídate, feliz día y gracias por tu visita, una vez más.
Besicos.
Brujita, cómo me gusta que hayas leído entre líneas. jejejej.
Así es, habría que buscar y reclamar una mayor veracidad en las noticias que se dan y que luego se opine lo que proceda, pero de momento, objetividad.
Besitos volados y sentidos también para ti.
Alberto, voy a escribirte una rimilla que dicen las personas mayores en mi pueblo (Jaén):
"Amigo y más que amigo, y el más amigo la pega, no hay más amigo que Dios, y un duro en la faltriquera"...
Bueno, yo no pienso de esta forma, creo que hay que fiarse, hay que tener fe en muchas cosas y en algunas personas casi por "obligación": hay que fiarse que el médico que te atiende es realmente médico, y que la comida que comemos es sana... por citar dos ejemplos. ¡No se puede perder nunca la confianza! El que hace mal, allá él.
Un fuerte abrazo.
Es que, estimada Rosa, no hay duda que debemos confiar, pero también que hemos de ser cautos sobre las informaciones que nos llegan, tratar de contrastarlas y sobre todo no dejarse llevar por los prejuicios.
Buena tarde.
Cuídate y besos cariñosos.
Vaya vaya, está animado el "encuentro en un vagón del tren" y sí que tiene trasfondo, ... esa lectura entre lineas es obligada y la puedes llevar al terreno que quieras. En los medios de comunicación, claro que hay poca objetividad, que te voy a contar que no sepas y ... bueno en el terreno personal, sorpresas "haberlas hailas". Pero así es la cosa, vivir para ver (bueno o para escuchar con oido fino cual ojo de aguila)y que cada cual sepa lo que se debe hacer. Ahí es nada para leer entre lineas.
Es todo y ... relato acertadísimo.
Que la compañía sea grata y haya buenos ratos, ese chocolatillo con churros que no falte, que sea a mi salud y a mi costa, aunque con el trolebús gratis... ... no sé que vaya con cargo al GIF.
Saludos.
Es que me pareció muy divertida la anécodta en cuestión, sobre todo por lo de auténtico tiene.
Pues sí, trataremos de disfrutar y de darnos ese capricho chocolatero, ya todo un clásico cuando uno recibe buena compañía.
Buen día también para vosotros, aquí después de la lluvia.
Un abrazo y pa lante.
Publicar un comentario