A la Academia de los Sabios llega este manifiesto. ¿Qué os parece?
Sí, señores; soy yo. Mi nombre es bolardo y soy aquél que impide el paso a vehículos en determinados puntos establecidos o el que sirve para que las amarras no obstaculicen el tránsito en los muelles... Tengo forma puntiaguda o semicircular y sí, lo sé, cada vez abundamos más.
Y pese a este noble fin soy tildado de mataciegos o de picahuevos. Y qué quieren que les diga… ¡me ofenden tamañas descalificaciones y semejantes desprecios!
Nuestra misión, la mía y la de mis hermanos, es de servicio, pero no se nos entiende. Oigan, que nosotros somos los primeros dolientes cuando notamos que el sufrido ciego se golpea en su rodilla o en otra parte más o menos blanda y vemos su mueca crispada.
Querríamos estar hechos de otros materiales distintos al hierro colado, pero de ser así, nuestra misión no podría ser cumplida con la eficacia debida. Lo mismo que tampoco podríamos hacerlo de no estar bien clavados al suelo, bien anclados.
Sí, señores; nos gustaría no hacer daño, pero de no ser por nuestra labor los pasos se verían asaltados por ocupas desaprensivos que no les importa nada más que dejarse caer en el lugar más cercano a su destino.
Y nosotros ahí, impidiendo que una puerta de garaje se vea obstaculizada, que una salida deje de estar expedita y que un paso de cebra no se vea invadido.
Y todo ¿a cambio de qué? De nuestra mala fama, de nuestro desprecio absoluto, adornado de improperios nada benévolos. En vez de echar la culpa a los verdaderos culpables, hemos de cargar nosotros con la pesada carga de sabernos responsables del dolor del pobre ciego.
Reflexionen, señores. ¿No sería mejor dedicarnos a labores menos ingratas si todos colaborasen más? ¿No sería mejor que fuésemos destinados a juegos de bolos tradicionales o a maracas de gigantes en vez de a causar inseguridad y zozobra al caminante que, bastón en mano, osa atreverse a buscar nuevos caminos?
lunes, 9 de marzo de 2009
Alegato de un bolardo
Publicado por Alberto en 10:09 p. m.
Etiquetas: Relatos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Si, la verdad es que te los llevas por delante al menor descuído...y si eso nos sucede a ls que vemos, no quiero decir nada lo que a tí te pueden incordiar...
besito volado.
Publicar un comentario