Internacionalmente el 15 de octubre está declarado como Día del Bastón Blanco. Aunque creo que han de ser todos los días buenos para recordar aquellos seres u objetos que nos ayudan, bueno es que haya un momento para llamar la atención a modo de toque de atención sobre cuestiones determinadas, como ésta del bastón.
Así que aprovechando la efeméride quiero compartir con vosotros algunas cosillas sobre el bastón blanco, ese elemento que para una persona ciega simboliza la independencia y el respeto de quienes nos rodean.
Antes de dejaros mis reflexiones sobre él, hagamos un poco de historia:
Aunque el uso de un bastón por las personas con vista deteriorada se remonta a las épocas bíblicas donde utilizaron el bastón del pastor como una ayuda
para el caminante solitario, se proclamó el 15 de octubre como el Día del Bastón Blanco cuando en 1964 el entonces presidente Lyndon B. Jhonson sancionó
una ley ideada por los abogados Russel Klistsen y Jacobston Brisk, ambos ciegos.
Desde ese entonces, el bastón blanco es reconocido internacionalmente como signo de decisión de los ciegos, y es también un símbolo de independencia.
A través de la historia hay mención del uso de un bastón, o de un palo para el recorrido seguro del deteriorado visualmente. No fue sino hasta después de
la Primera Guerra Mundial que el bastón, como lo conocemos hoy, fue promovido para el uso por los invidentes.
La primera ordenanza especial del bastón blanco fue sancionada en diciembre de 1930 en Peoria, Illinois, Estados Unidos, dando a peatones invidentes la
protección y el derecho de paso mientras llevaban un bastón blanco.
La iniciativa fue de George Benham quien descubrió un problema al observar a un hombre ciego tratando de cruzar la calle, infructuosamente golpeando su
bastón contra el pavimento, en medio de la calle, rodeado de automovilistas que no entendían que era una persona con impedimentos.
En su convención de 1931 llevada a cabo en Toronto, Canadá, el Club de Leones Internacional promovió el bastón blanco como dispositivo protector para los
invidentes.
Donald Schuur, abogado y miembro de ese club, promovió el bastón blanco en Michigan como símbolo visible para los ciegos.
Esta ordenanza fue firmada como ley por el gobernador Frank Murphy en 1937. La primera proclamación del bastón blanco por el gobernador del estado de Michigan
también fue publicada el mismo año.
Durante la Segunda Guerra Mundial, un número de veteranos ciegos recibieron rehabilitación en el hospital de los veteranos de Valley Forge Veterans en Pennsylvania,
y el hospital de Hines en Illinois.
El Dr. Richard Hoover desarrolló el método del “bastón largo”. Este bastón era más largo en longitud que el bastón pequeño, y fue utilizado sobre todo pues
era buena ayuda en la movilidad, es decir, el recorrido seguro independiente del veterano ciego.
Era como una extensión del brazo de la persona para detectar objetos debajo de la cintura. La instrucción de la orientación y de la movilidad para el uso
del bastón largo se ha formalizado y se enseña en centros y escuelas de rehabilitación para la visión.
Desde el paso de la primera Ley del Bastón Blanco en 1937, se han hecho varias revisiones. Una adición notable fue el uso de un perro guía. Otro cambio
eliminó la necesidad de levantar el bastón blanco en una intersección antes de la travesía.
Y ahora mis reflexiones:
Aún recuerdo la sensación de libertad que experimenté cuando, después de superar el cursillo de manejo del bastón, sentí por saber que desde entonces no sería dependiente de mis familiares y amigos que, sin duda,lo hacían con gusto pero que muchas veces dejaba de ir a eventos o lugares por no causarles la molestia de tener que acompañarme.
No negaré que junto a esa sensación también tuve que superar ciertos complejos porque el llevarlo suponía identificarme como persona invidente cara los demás y tener que asumir una realidad: que necesitaba inexcusablemente de su ayuda para moverme, que ya no podía usar la vista para ir por la calle.
Pero os aseguro que, una vez superados esos complejos, las ventajas eran palpables: no veía limitada mi asistencia a conferencias, paseos y demás porque se hiciera de noche, no tropezaba con señales de tráfico o escalones de bajada y no me tenía que escuchar la involuntaria cantinela de “a ver si mira por dónde va” cuando chocaba con alguien.
Es cierto: el bastón te diferencia de los demás pero yo apelo a la cualidad de la diferencia.
El blanco, que es el conjunto de todos los colores, parece una contradicción al relacionarlo con las personas que no son capaces de distinguirlos, es curioso si pensamos en estaparadoja.
Evidentemente el blanco es un color que se distingue de lejos y que nos identifica.
Y el bastón, no sólo es una guía, es un apoyo, una prolongación de uno mismo y el símbolo de nuestra tan ansiada lucha por ir hacia delante, seguros y sin miedo.
lunes, 15 de octubre de 2007
Mi bastón: mi guía y mis ojos
Publicado por Alberto en 8:38 p. m.
Etiquetas: अ Así soy
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4 comentarios:
quiero rendir un pequeño homenaje al bastón, bastones hay muchos, pero ese blanco es especial, es "los ojos" de mucha gente, aquello que te ayuda a percibir cosas, la realidad; por ello tal vez tendríamos que tener un bastón para enterarnos de la realidad.
Y... ¿quien no tiene un punto de apoyo seguir viviendo? ... el bastón es extraordinario.
Un saludo. eljuli
Dia a dia nos sorprendes mas...nos educas..nos haces entender el respeto a la vida ..la importancia de las peque#as y grandes identificaciones de lo cotidiano..y como se destacan algunos seres humanos ..en ayudar o crear implementos de ayuda ..para seguir sobreviviendo al final todos estamos en ese barco...pero dejame decirte que..leyendote..afirmo mi conviccion..las personas con luz propia..son maravillosas y tu eres una de ellas..el baston..solo identifica una condicion..y una advertencia para los que vemos pero no distinguimos...un abrazote!!
Es importante tener alguien en quien apoyarse, un hombro en el que poder llorar, una palabra amiga que te de consuelo, que te diga ¡sigue adelante, levantate, tu vales!
Gracias a Dios yo he sentido ese tipo de apoyo y lo agradezco un montón, nunca podrán saber cuanto.
Tú eres un gran apoyo para muchos.
¡Qué interesante! No sabía que existiera un día del bastón.
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