Tal vez os parezca un contrasentido que un ciego pueda ser aficionado al cine, pero así es.
No negaré que pueda competir con la lectura o los viajes entre mis mayores aficiones, pero sí se encuentra entre ellas.
¿Y cómo puedo apreciar una película?
Aunque lo ideal para que un ciego siga bien el cine es a través de lo que se denomina como audiodescripción, en la que una voz en off va narrando, en medio de los silencios del diálogo, el decorado, la acción que no forma parte de los diálogos, etc, también puedo deciros que sin ella, también puedo hacerme una idea bastante aproximada de la trama de una película. Eso sí, para que esto sea posible debe haber mucho diálogo, como sucede en los géneros de comedia, drama, aventuras, intriga… Más difíciles son las de acción pura o lasmusicales con coreografía visual.
Por las voces de los protagonistas y según va desarrollándose la acción, si ésta es más o menos lineal, voy captando la historia.
En fin, os cuento que las pelis que más me gustan son las de intriga, las comedias románticas o las históricas.
Son algunas las ocasiones en las que he ido a una sala de proyección solo. Por una parte me he sentido orgulloso por estar allí como uno más, aunque por otra he añorado la compañía de alguien porque ves que quién más, quién menos, estaban acompañados y les he tenido envidia, por eso y porque a la salida, al escuchar sus comentarios, yo no tenía a nadie con quiencompartir los míos.
Pero ver una peli en una sala me evoca ese ritual romántico de los sábados por la tarde, las palomitas y la cena de después. Aunque también os digo que me molesta, no sé si también por envidia o por el ruido que hace, la gente que va cargada de bolsas de patatas, etc.
Me enternece escuchar al salir de una película sensible imaginar las caras de aquéllos (sobre todo las de las chicas jóvenes, claro) que han llorado de emoción.
Y por último, una anécdota: una vez, había sacado entrada para ver una película sobre Enigma, la máquina de claves que usaron los alemanes en la Segunda guerra Mundial y sin embargo cuando iba transcurriendo la cinta, me di cuenta de que lo que estaba viendo no tenía nada que ver con ello. ¿Qué había pasado? ¿Me habían vendido mal la entrada, me había equivocado yo? El problema era que había varias salas y la persona que me ayudó a entrar se equivocó y me metió en la que daban “Los otros” Así que… bueno, pasé la tarde entre seres extraños que no se sabe si los vivos estaban muertos o viceversa. En fin, paciencia.
Ah y lo que yo no hago es ir a ver películas que hay que ver porque están de moda. Voy a la que realmente me apetece y creo que me va a gustar, y si están basadas en una novela, siempre es mejor el libro aunque tiene la ventaja que en dos horas conoces toda la historia, lo que no sucede en caso contrario. Pero prefiero la espera de la novela porque con ésta puedo paladear más la historia.
¿Qué pensáis vosotros?
sábado, 6 de octubre de 2007
Mi afición por el cine
Publicado por Alberto en 1:12 p. m.
Etiquetas: Cine
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2 comentarios:
Me gusta como narras tu convivencia con las peliculas..en mi caso tengo un gran problema ..no soy amante de el cine ..miro alguna que otra pelicula y asi como tu debe de apetecerme. las ultimas que mire "La masai blanca" "Venus" que gano el Giraldillo de Oro.de las ultimas las que mas me impresionaron...tambien me gustan los documentales de viajes y animales...pero sigue siendo mi preferido un buen libro...un abrazo!!
¡¡¡Jajajajaja, menudo cambiazo con la película!!! No me extraña que estuvieras tan extrañado, nada más diferente que esas dos películas...Soy de la misma opinión que tú respecto a las pelis basadas en libros, aunque por lo general cuando veo la peli después de haber leído el libro, me suelo llevar un enorme chasco, pues aparte del evidente recorte para hacer caber en dos horas una historia mucho más larga, no sé por qué existe una tendencia entre los directores de cine a cambiar el final, con lo que me suelo quedar con cara de boba, y con la impresion de que me han tomado el pelo, así que hace tiempo que decidí no ver más versiones cinematográficas de los libros que leo, por si acaso...Aunque también me ha ocurrido el caso contrario, la peli El paciente inglés me encanta, y sin embargo cuando cayó en mis manos el libro, no pude terminar de leerlo, pues no tiene nada que ver, de hecho la historia que llevaron al cine es tan sólo una pequeña parte de la novela, en la que se tratan muchas otras historias y personajes, con lo que me resultaba dificil seguir el ritmo. Y dejo ya este rollo, como ves, no me quedo sólo en las últimas entradas, me gusta curiosear por todo lo publicado, así que me irás leyendo de vez en cuando por entradas antiguas.
Besos, amigo, y feliz día.
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