Siguiendo con el texto que os dejé hace unos días acerca de mis formas de leer, quiero compartir con vosotros esta noticia recientemente publicada en un periódico aragonés.
Antes de ello, sin negar las indudables ventajas de los audio libros a la hora de dormir o viajar, yo manifiesto mi firme defensa del braille para paladear un libro. Pero vaya, aprovechemos todo lo que nos ayude a leer.
Que os guste.
Escuchar la palabra escrita
El método de lectura por excelencia para las personas invidentes, el sistema braille, ha comenzando a ser sustituido por otro tipo de "lectura" mucho mássencilla, manejable y cómoda, la de los libros sonoros.
V. DEL MORAL AZANZA. Zaragoza El escritor argentino Jorge Luis Borges dijo: "Siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca". Uno de losmayores dones del ser humano es su capacidad para relatar, mediante la palabra escrita, su historia y su pensamiento. Ningún obstáculo ha sido capaz demermar la necesidad del hombre por acceder al mundo de la cultura a través de los libros. Ese interés no se ha visto sometido, ni siquiera, por otro tipode barreras, las físicas. Los obstáculos que encuentran las personas que sufren algún tipo de deficiencia visual, total o parcial, ven limitado su accesoa la información a través de los medios convencionales, pero la ciencia y el ingenio consiguen, cada vez más, paliar esta situación. Según los últimosdatos de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), su número de afiliados asciende a unos 70.000, de los cuales, 1.984 se encuentran en Aragón.Pese a no ser un colectivo mayoritario, el avance de las nuevas tecnologías, lejos de alejarse de sus necesidades, ha supuesto un gran apoyo para la integraciónde estas personas.
Del tacto al oído
Un sencillo sistema de lectura y escritura a partir de la combinación de varios puntos en relieve, el braille, fue el primer método de comunicación escritapara las personas ciegas. Actualmente, este sistema está comezando a ceder su protagonismo. El motivo: el auge de otras formas de "lectura"como los audiolibros.Creados para uso exclusivo de invidentes, consisten en una casete o un cedé donde hay grabados todo tipo de libros: didácticos, literarios, científicosy revistas, que posteriormente pueden escucharse con un reproductor especial. Hoy en día, los audiolibros ya suponen la forma de "lectura" mayoritariaentre los ciegos. Algo que ya se preveía desde su nacimiento, en los años 60, ya que la acogida fue muy buena.
Desde entonces y hasta ahora, la responsable de la selección, grabación y gestión de los audiolibros ha sido la ONCE. Mediante una ley especial, este organismotiene derechos exclusivos sobre cualquier tipo de libro para trasnformarlo en un texto apto, ya sea escrito o sonoro, con la única obligación de garantizarque será destinado a personas invidentes.
Miguel Ángel Casanova, jefe del departamento de servicios sociales de la delegación ONCE en Zaragoza, siempre escucha la misma frase cuando recibe por primeravez a personas con deficiencias visuales: "Yo querría volver a leer". Y su deseo siempre se cumple, ya que toda persona afiliada tiene la posibilidad deobtener libros, en braille o audio, en la biblioteca que incluye la delegación. "Cuando les hablas sobre nuestra biblioteca y los audiolibros se les abremedio mundo, y cuando ya les cuentas las posibilidades que existen para acceder a Internet, se les abre el otro medio", explica ilusionado Casanova. "Elaudio se está imponiendo al braille en todas sus vertientes: de todos los lectores invidentes, un 95 % ya utiliza los audiolibros", asegura. La razón essencilla: transcribir las obras a braille es costoso en tiempo y en espacio, además de que exige que el usuario conozca el lenguaje. Limitarse a escucharel relato de una historia es mucho más sencillo y cómodo, sobre todo en el caso de personas de edad avanzada que, por accidente o enfermedad, pierden lavisión. "Al principio, algunos tienen dificultades para habituarse, se desconcentran, pero al final se aferran a este recurso. Tenemos afiliados que se"leen" 200 libros al año", dice Casanova.
Miles de libros hablados
En estos momentos, la biblioteca de ONCE en Zaragoza cuenta con unos 2.000 audiolibros y más de 800 usuarios. La producción de este tipo de libros correa cargo del servicio bibliográfico de la ONCE, con sedes en Madrid y Barcelona, que ya ha elaborado más de 40.000 títulos en voz. Lógicamente, la adaptaciónde todos los libros convencionales es inviable. Una comisión especial instalada en ambas sedes es la responsable de decidir, haciéndose eco de las peticionesde los usuarios, la selección de las obras que se van publicando.
Además, el servicio bibliográfico cuenta con una plantilla fija de locutores profesionales que ponen sus voces para grabar las diferentes obras. La locuciónde los audiolibros sigue una forma lineal, sin músicas o sonidos de ambiente para acompañar el relato ya que, según Casanova, "a los usuarios les desagradabastante los efectos o las entonaciones artificiales".
A la hora de adquirir un audiolibro existen dos opciones: el usuario puede dirigirse a la biblioteca de la delegación de la ONCE o, en caso de no encontrarla obra deseada, puede solicitar su envío desde las sedes principales. "Intentamos que la temática de los libros satisfaga todo tipo de gustos. Tenemosdesde "best-sellers" como "La catedral del mar", que es lo más demandado, hasta libros de poesía".
En cuanto al formato, la ONCE de Zaragoza solo dispone de audiolibros en cinta -los cuales son de préstamo- mientras que los libros digitales, en cedé,deben reclamarse a las sedes centrales, siendo su préstamo definitivo. Casanova expone que su objetivo ahora es "conseguir más audiolibros en cedé parasu biblioteca e incluir todas las obras grabadas en la web de la ONCE para su descarga y uso en el ordenador".
La responsable de toda esta revolución ha sido la tiflotecnología: la tecnología adaptada a los invidentes. "Las posibilidades que nos ha abierto son tangrandes, que toda la formación o gasto necesarios, merecen la pena", concluye Casanova.
El entusiasmo y el esfuerzo de estas personas demuestran que, a veces, no es necesario poner los cinco sentidos para conocer lo que nos rodea. Con la voluntadbasta.
Fuente: Heraldo de Aragón, 07.10.07, url:http://www.heraldo.es/heraldo.html?noticia=210243
martes, 9 de octubre de 2007
Más sobre la forma de leer de los ciegos.
Publicado por Alberto en 9:49 p. m.
Etiquetas: Mis lecturas
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