martes, 19 de enero de 2010

Feliz cumpleaños, Mortadelo y Filemón

Preparando la clase que imparto, cada miércoles, de animación a la lectura braille para personas ciegas mayores, entre otros temas que busco está el de las efemérides que coinciden con el día de la sesión. Pues bien, mañana se cumple el 52 aniversario del comienzo de la publicación de Mortadelo y Filemón, toda una pareja clásica del cómic español. Apareció en la revista Pulgarcito.
No he podido resistirme, con no poca nostalgia, trasladarme a los tiempos de mi infancia, de cuando veía. Quiero, ahora, compartir esos recuerdos con vosotras y vosotros.


Siempre esperaba la llegada de mi padre de sus viajes porque venía cargado de tebeos para mí. También me los proporcionaba una vecina de mis abuelos maternos y los primos que venían de Madrid a pasar el verano al pueblo.
Yo los devoraba con avidez. Los había de todos los géneros: el capitán trueno, Roberto alcázar y Pedrín, el TBO (con sus Rigoberto Picaporte, solterón de mucho porte, las hermanas Gilda…) y sobre todos, los que a mí me gustaban más: Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio, Anacleto, agente secreto, Rompetechos (ya me olía yo algo de lo que me tocaría imitarle, jejeje) y los mentados agentes de la TIA, Mortadelo y Filemón, agentes de información.
Es verdad que en mi mente se van desdibujando las viñetas, los colores, las aventuras… pero aún permanecen, indelebles, los inventos del profesor Bacterio, los disfraces de Mortadelo, aquel palo que ponen entre las mandíbulas del cocodrilo, aquel decir “te mandaré a Cercedilla” que me sonaba a algo lejanísimo y cómo a Filemón se le llenaba la mano de alfileres como si fuera un puerco espín, el frack de Mortadelo, los dos pelos de filemón. No sé, tantas aventuras, tantos ratos de disfrute.
Las imprecaciones del Bacterio…. “¡Mortadeelínnnnn, Filemoncete….!”.
Recuerdo los enormes bocadillos de Otilio.
Destellos de color amarillo de la portada de Bruguera…
Rompetechos confundiendo las cosas, pobre cegatón.
Quiero dar las más sentidas y debidas gracias a Ibáñez por su genialidad y a la editorial Bruguera por haber sido capaz de hacernos reír, soñar, disfrutar en nuestra infancia.
Luego, cuando ya no veía leerlos, me dije que podría revivir aquella época tan divertida a través de las adaptaciones cinematográficas, pero ya no era lo mismo. Me perdía los efectos visuales de la acción: las caídas, los trompazos, las burlas. Me dejaban mal cuerpo, así que preferí quedarme con los recuerdos.
Ojalá que vosotras y vosotros también disfrutaséis con aquello y os felicito porque podáis seguir viendo sus dibujos, tan llenos de ingenio y sonrisa. Si así es, echadles un vistazo a mi salud y sonreír por mí.

3 comentarios:

Mercedes Pajarón dijo...

Bueno, bueno, Mortadelo y Filemón! Ya sabes, Albertito, cómo me han gustado siempre, y lo que mis hermanos y yo nos hemos reído con sus aventuras. Me uno a esta celebración, aunque con una duda: ¿los inmortales cumplen años?

Gracias por hacerme resucitar, quiero decir, por hacerme resucitar estos recuerdos, jee, jee (¿será esto humor de Mortadelo y Filemón o no?). Feliz miercósculo! Mua!

Susi DelaTorre dijo...

¡Qué buenos recuerdos!

Alberto, los tebeos siempre fueron uno de mis recursos infantiles. Eran algo mágico que me permitían perderme en mundos amables y en sonrisas.

Bonito homenaje a Ibañez y a la editorial Bruguera... que ya han formado parte de nosotros.


¡Gracias por el recordatorio!

Un saludo!

Rosa María dijo...

Hola amigo Alberto: Sabrás que personas como tú en mi blog, engrandece cada rincón y letra que se muestre en contenido y continente del susodicho. La verdad que te veo una personas muy feliz y vital; de esos que se agarran a la vida y se aferran a vivirla en cada minuto y segundo quitando el mejor partido. A eso amigo Alberto se le llama; saber vivir. Me gustaría tenerte anexo en mi blog como seguidor.
Un besiño desde Galicia un día de sol después de un fin de semana con vientos y lluvias.
Rosa María

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