martes, 30 de marzo de 2010

Hipocorístico

Hace unos días, Merceditas me lanzaba el embite de recuperar la costumbre de poneros el origen de alguna palabreja, es decir, su etimología.
Aquí va una bien curiosa.


Llámanse así los apodos cariñosos, habitualmente de origen familiar, formados mediante alteraciones de los nombres originales, tales como Pancho, Mingo, Charo o Lola, incluso a partir de la pronunciación errónea de los niños que están aprendiendo a hablar.
La palabra llegó al español por vía culta, procedente del griego hypokoristikós ‘acariciante’, derivada de hypokorizomai ‘hablar como los niños pequeños’. En la composición de este último vocablo está contenida la palabra griega koré ‘niña’.
Esta voz está registrada en castellano por lo menos desde 1867, pero apareció por primera vez en el Diccionario de la Academia en la edición de 1927.

4 comentarios:

silvia zappia dijo...

Qué interesante! No sabía ésto!

besos,Alberto!
hipocorísticamente Rayu

Rosa Sánchez dijo...

Muy interesante, Alberto. ¿A quién no le han llamado en diminutivo alguna vez? Muchos, cuando éramos pequeños, no atendíamos por nuestro nombre de pila... bueno, este es un secretillo que quería compartir contigo, a raíz de tu entrada. Me llamaban Rosi y yo no quería que me lo cambiaran por nada del mundo... je, je, ahora es al revés, no me gusta el diminutivo... señal de que vamos haciéndonos mayores, ¿verdad?
Un cordial saludo.

merceditas dijo...

¿Y a ti te han hipocoristiqueado alguna vez, Albertito?

Bueno, puedo decirte con relación a tu entrada que es inmejorable. has superado mis expectativas. Muy interesante, sí señor. Agradecida quedo. Un besósculo de feliz Semana Santa. Mua!

brujita dijo...

Mi familia es de lo más "hipocorística" y yo no lo sabía hasta ahora "Bertito" Je,je.
En verdad me ha encantado conocer algo nuevo y de donde viene. Muy buena la idea que te pasó MerC.

Besitosa volados

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