lunes, 29 de marzo de 2010

El braille en los alfabetos no latinos

Permitidme hoy copiaros buena parte de la conferencia que, en el marco del Club Braille de la ONCE en Madrid que coordino, impartió Pedro Zurita, toda una autoridad en la materia.
Espero os resulte de interés, pese a ser algo extensa.


En una conferencia internacional celebrada en parís en 1878 para la mejora de la situación de las personas ciegas y sordas, tras controvertidos debates, se adoptó la recomendación de que el braille debería constituirse en el sistema de lectoescritura en relieve de las personas ciegas.
En primer lugar el braille se adaptó en Europa y en los Estados Unidos. En América Latina el primer país en que se aplicó fue en Brasil. A medida que fue surgiendo la educación de los ciegos el braille se aplicó progresivamente en todos los países del mundo.
Muchos estiman que es muy significativo el hecho de que el sistema de los seis puntos mágicos lleve el nombre del apellido de su inventor. Mis exploraciones sobre el tema me han conducido a la conclusión que en una gran cantidad de lenguas se lo designa con la palabra braille con variantes propias de la fonética del idioma respectivo. En muchas lenguas se ha adoptado esa palabra con la pronunciación inglesa, "breil". Sin embargo, lenguas orientales como el chino, el japonés o el coreano emplean un vocablo propio que quiere decir "escritura puntiforme". En chino a veces se lo nombra con una expresión que quiere decir "la escritura de los ciegos". Resulta curioso constatar que en alemán existen tres palabras para nombrar al sistema: Brailleschrift (escritura braille), Punktschrift (escritura de puntos) y Blindenschrift (escritura de ciegos). SE apunta ahí una cercanía semántica con las mencionadas lenguas orientales.
A finales del XIX en Rusia se inicia la educación de los ciegos. En la creación del braille para el alfabeto cirílico se conserva una mayor proximidad con el alfabeto latino. Así, por ejemplo, el sonido "s" en tinta se escribe con la forma de nuestra "C" y el sonido "R" se representa con una letra igual a nuestra "p". En la escritura ordinaria, URSS, que es SSSR en tinta se escribe CCCP.
El alfabeto cirílico está inspirado en el alfabeto griego. En países occidentales se concibe pronto un código para el griego clásico siguiendo el principio de universalidad que guió la creación del alfabeto cirílico. Más tarde, al iniciarse la educación de los ciegos en Grecia se ideó un alfabeto para el griego moderno.
Las características de percepción táctil del braille son evidentes en todas partes. A finales del XIX se inició la educación de los ciegos en Japón. En el japonés el problema arduo que se presentaba es que la escritura ordinaria se basa fundamentalmente en el sistema de escritura chino en el que puede haber hasta varios miles de signos diferentes que representan objetos y conceptos. En japonés, se utiliza también un silabario, el Katakana o hiragana, que reproduce los sonidos de palabras extranjeras y onomatopeyas y que sigue muy vigente en la actualidad. Este silabario es el que se utilizó para confeccionar el código braille japonés. Un profesor vidente, Kuraji Ishikawa, en colaboración con otros colegas y alumnos ciegos, desarrolló un código braille para el silabario "katakana", y uno de los objetivos que se propuso fue el encontrar signos que empleasen un solo cajetín para representar de manera fácilmente identificables al tacto los 48 símbolos del "katakana". De los 63 posibles signos que permite el generador de seis puntos del braille, él extrajo 44 e ideó para los signos que faltaban símbolos en los que se utilizan dos cajetines. Cada signo del código japonés incluye un punto o puntos que indican la vocal y otros que representan a la consonante. Los signos del katakana no corresponden a fonemas aislados sino a sílabas. Ya en 1901 el gobierno japonés publicó en su boletín oficial el código braille. Es innegable que culturalmente el código braille, basado en su silabario, se aparta bastante de la escritura japonesa vigente. Es, sin embargo, un hecho positivo que el braille se haya aprobado oficialmente para su uso en procesos electorales, en exámenes académicos, etc. Merece señalarse el hecho de que el código de ocho puntos, muy popular hoy en Europa en los dispositivos periféricos del ordenador, las líneas braille, que exhiben en braille electrónico sin papel caracteres y que pueden, alcanzar un máximo de ochenta, se ha empleado en Japón para reproducir convencionalmente los caracteres (los logogramas) de la escritura china, la que en japonés se denomina "kanji". Para los "kanji" existe también un código basado en los seis puntos. Gracias a la informática, las personas ciegas pueden aprender a utilizar el ordenador y ya existen, naturalmente, programas que ayudan a transformar el "katakana" en "kanji". A propósito del código de ocho puntos que siempre se ha concebido como complemento del código de seis puntos, es oportuno que digamos que en España El profesor de música ciego Gabriel Abreu ya elaboró un código para la música en 1854.
A finales del XIX un misionero evangélico escocés inició la educación de los niños ciegos en China e hizo un intento de aplicar el braille a la escritura china basándose en un código inteligente y complejo de números que representaban a los 408 sonidos del mandarín... En el siglo XX se ha ideado un código braille basado en una transliteración fonética del chino. Por cierto, ha habido más de un código de escritura fonética del chino, pero actualmente en la República Popular China y en otros países donde hay grandes poblaciones chinas, como es el caso de Singapur, se ha oficializado el denominado "pinyin" que emplea el alfabeto latino con unos supersignos en las vocales para indicar los tonos. Este pinyin lo utilizan los chinos para oficializar la ortografía en lenguas no chinas de nombres de personas o topónimos y en los últimos años también con fines limitados en los primeros años de escolarización. No obstante, es preciso decir que el braille chino se basa en una transliteración fonética del idioma y es complejo para los occidentales que aprenden mandarín, pues es necesario dominar bien la lengua para determinar el valor de ciertos signos indicativos de secuencias de sonido que varían según los fonemas que les precedan. No tengo noticias de intentos que se hayan hecho en China para reproducir para los ciegos sus logogramas. Sí sé que personas ciegas allí escriben con el ordenador sus caracteres.
Otro misionero inglés aplicó a finales del XIX el braille para el árabe en Egipto. La lectoescritura árabe tiene algunos rasgos propios, por ejemplo, el que la lectura se hace de derecha a izquierda y no de izquierda a derecha. Para el caso del braille, se adoptó finalmente un código que, al igual que el cirílico y el griego, guardase lo más posible un paralelismo con las lenguas latinas y se optó por aplicar la escritura de izquierda a derecha para el braille. No faltaron preocupaciones religiosas por la introducción de estos cambios. En 1951 se celebró en Líbano una conferencia panárabe que a partir de más de una variante de código braille adoptó uno unificado para todos los países que utilizan esa lengua. Hace pocos años, Arabia Saudí encabezó una iniciativa para promover la unificación del braille en todos los países de lengua árabe y en las distintas especialidades. También en este entorno la informática jugó un papel muy importante.
Hoy día, el braille se utiliza universalmente para todas las lenguas escritas.
El tailandés, por ejemplo, también tiene alfabeto propio y actualmente allí ya cuentan con programas informáticos de traducción automática. En Tailandia la educación para ciegos y el braille lo introdujo en los años 40 del siglo XX una señora ciega estadounidense, Genevieve Caulfield, que pasó primero muchos años en Japón y llevó a cabo una auténtica labor pionera en ese país del Sudeste de Asia.
Hace no mucho se elaboró un código braille para el dongkha, la lengua principal de Bután, para el kinyaruanda, de Ruanda, el kirundi, de Burundi y el guaraní, de Paraguay. Sabriye Tenberken, no vidente alemana que estudió lenguas orientales, incluido el tibetano, en la universidad, concibió un código braille para este idioma y fundó una escuela para ciegos en Lhasa, la capital de ese país que aspira a liberarse del yugo chino.

2 comentarios:

brujita dijo...

¡Cuanta lucha, a lo largo de los años,para conseguir mejorar la situación de las personas ciegas!...y que mundo tan enorme se les abrió con el braille. Hoy en día nos parece lo más natural del mundo, que alguién ciego como tu Alberto, tenga su blog, trabaje, sea independiente y autosuficiente, por no hablar de las excursiones y senderismos que te nos marcas je,je... Pero no olvidemos que a ésto se llega a través de un enorme esfuerzo de la persona ciega, y a través así mismo, de años y años de esfuerzo e investigación de otros que propiciaron éste hoy.
Y finalmente la informática da un empujón de oro facilitando su acceso a las personas ciegas.
Me ha encantado leer esa parte de la conferencia y la verdad que no me ha resultado largo y ahora conozco un poquito más del braille y su extensión mundial.

Besito volado.

Mercedes Pajarón dijo...

Vale, Albertito, aquí me has pillado. No había pensado nunca en este tema. Me ha gustado muchísimo saber más.

Por cierto, hablas de los alfabetos...¿y de los analfabetos? ¿eh? ¿eh? Hala, con esta bromeja (esconde la mano que viene la vieja), te deseo buenas noches. Mua

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