Al hilo de lo que mi hermano me comenta acerca de un apagón eléctrico (curiosa ironía que yo me preocupe por eso de los apagones) y de la novedad con la que nos hemos desayunado esta mañana en el trabajo, por la que vamos a tener que registrar nuestra huella para el control de presencias (tradicional fichado), me ha dado por reflexionar sobre si la tecnología supone aportar mayor libertad al ser humano o, si por el contrario, no será una nueva forma de esclavitud. Y lo dice alguien que, gracias a la tecnología se siente más autónomo, menos ciego. Pero…
Ah, también comentábamos esta mañana si no llegaremos a, en la ONCE, a tener que poner el ojo en un aparato para que nos controlen (algo así como la lectura de la retina) y claro cómo se controlaría a los que tienen prótesis en vez de ojos. En fin, humoradas.
Recuerdo el libro genial de George Orwell, 1984, y cómo ya vaticinó adónde podría llevarnos el progreso incontrolado.
Se va la luz y nos agobiamos porque no podremos hacer la cena en la vitrocerámica o en el microondas, o no podremos usar el ascensor ni ver la tele.
Se cae la red y ni podemos sacar dinero ni prestar libros ni registrar tal o cual gasto.
El caso es que, claro, no hemos de oponernos a la tecnología, pero… además de las posibles adicciones al Mesenger o al móvil, la intimidad y el derecho a la privacidad se ponen muy entre comillas.
Bueno, ya sé, ya. Son los tiempos y el peaje que hemos de pagar, pero me apetecía compartir con vosotros esta reflexión y poner un punto de cordura en las bondades de la técnica. Que no nos roben nuestra capacidad íntegra de seres creadores.
viernes, 5 de diciembre de 2008
¿A más tecnología más libertad?
Publicado por Alberto en 7:56 p. m.
Etiquetas: Reflexiones
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1 comentario:
hola soy carmen moral.dificil dilema es opinar con acierto lo bueni y lo malo de la tecnología; creo que todo en la vida tiene su precio, y también esto; creo yo que hemos de estar ojo avizor para no caer en el peligro de perder por la tecnología, nuestra identidad esencial.
es buena, no cabe duda, pero en su justa medida.
nos ha quitado parte de nuestro tiempo, en un montón de cosas.
por no llenar este espacio de ejemplos, solo voy a fijarme en uno que a mí me quita muchas horas de libertad.
muchos días, gracias a Dios, tengo montón de niños a mu alrededor. tengo 17 nietos y un viznieto que me alegran muchas horas de mi vida, pero que más me las alegraarían si no existiera internet pues cuando ellos entran a jugar en el ordenador, yo solo puedo sentarme a su lado para que internet no extorsione su mente que aún se conserva angelical. así podría describir montones de esclavitudes que nos proporcionan las nuevas tecnologías; a pesar de todo esto, soy partidaria de la tecnología bien usada.
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