ANDAR AL RETORTERO. TRAER AL RETORTERO. Retortero significa dar vueltas alrededor. Andar al retortero equivale a vagar sin sosiego de aquí para allá. Y traer a uno al retortero, traerle engañado con falsas promesas.
Tortera era la rodaja que las hilanderas acomodaban en el remate del huso, de modo que girase con ésta para retorcer la hebra.
ANDAR O ESTAR HECHO UN AZACÁN. Significa estar muy ocupado en diversos trabajos.
El término azacán deriva de una voz árabe que significa aguador, y como éstos suelen estar muy afanados, de aquí se aplicó su nombre para expresar una persona que está muy cargada de negocios y que éstos lo tienen continuamente ocupado.
AL FREIR SERA EL REIR. Se utiliza para pronosticar el cumplimiento de un hecho adverso o para reprobar la poca prudencia en la ejecución de una cosa.
Según Sbarbi su origen es el siguiente: En tiempos del rey Felipe IV había en la corte un calderero con fama de tuno. Un pillo se propuso engañarlo, se fue a la tienda y le pidió una sartén; el calderero le dio una que estaba rota, éste no lo notó pero le dio en pago una moneda falsa, viendo que el comprador se estaba riendo le dijo: Al freir será el reir. A lo cual contestó el contrario: Al contar será el llorar.
¡APAGA y VÁMONOS! Este dicho significa que algo toca a su fin. Hace siglos, en el pueblo granadino de Pitres, dos clérigos aspiraban a una capellanía castrense y apostaron un día quien sería capaz de decir la misa en menos tiempo. Como uno oyó al otro comenzar diciendo Ite, misa est, fórmula litúrgica que antecede a la bendición final, vuelto hacía el monaguillo exclamó: ¡Apaga y vámonos!
ARDER EL HACHA. Significa que se va a organizar algo ruidoso, insólito y violento.
Cuando los leñadores trabajan enérgicamente en el corte de árboles se calienta el hacha como si estuviera ardiendo.
ARMARSE UN TIBERIO. Significa cualquier situación de alboroto, desorden o ruidosa pendencia.
Claudio Tiberio fue el segundo emperador romano, hijo de Tiberio Nerón y de Livia, después esposa de Augusto. A la muerte de Augusto se apoderó del Imperio, al que gobernó con acierto en sus comienzos.
Tras el fallecimiento de su hijo adoptivo, Germánico, se convirtió en un déspota cruel y despiadado y sus desmanes sembraron el terror y la confusión en toda Roma. De la infausta memoria de aquellos días procede esta expresión.
ARRIMAR EL ASCUA A SU SARDINA. Esta expresión significa aprovechar toda ocasión en beneficio o interés propio.
En otra época era usual, entre los cortijeros del campo andaluz, dar de comer sardinas a los obreros. Estos solían disponerse en torno a una fogata; para asar la sardina tomaban el ascua de la lumbre y la iban arrimando al pescado. El procedimiento debilitaba la fogata hasta el punto de terminar con ella en muchas ocasiones. Las sardinas llegaron a suprimirse del menú pero la expresión quedó en el habla popular.
martes, 11 de noviembre de 2008
Los dichos, 1
Publicado por Alberto en 8:20 p. m.
Etiquetas: Curiosidades de la Historia
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1 comentario:
Los archivo en la memoria, nunca te acostarás sin saber una cosa más... besos.
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