Estos días, entre el 3 y el 6 de mayo, se está celebrando la I Semana de las Letras organizada por la madrileña Universidad Complutense. Yo he tenido oportunidad de participar en ella a través de la charla que impartí en torno a “El reto del acceso de las personas ciegas a la información” y leyendo, en braille, un fragmento de una de las obras de Mario Vargas Llosa, “Los cuadernos de don Rigoberto”.
Este hecho es para mí muy ilusionante y como ya tuve ocasión de comentar cuando hablé de mi experiencia en Villamayor de Santiago, creo que debe frecuentarse más el hacerse visible, a la sociedad, a través de testimonios como el que yo pueda aportar.
En la primera de las actividades repasé la evolución de cómo los ciegos hemos ido accediendo a la información y cómo actualmente hemos ganado bastante terreno en ello, aunque aún quede mucho camino por recorrer: la importancia del braille, las nuevas formas de acceso a la información (el sonido digital y el ordenador) y sobre el hecho de avanzar en conceptos como el diseño para todos y la accesibilidad.
En la segunda, junto a otros dos compañeros ciegos, hemosestado presentes en esa lectura multilingüe del autor peruano, último premio Nobel de literatura.
Pero más allá de la parte divulgativa de los temas del braille y la ceguera, me ha resultado emotivo el volver a la universidad, respirar el ambiente del campus, escuchar las voces de jóvenes con sus preocupaciones e ilusiones, trasladarme a cuando yo iba como ellos en busca de unos conocimientos y una titulación, y saber que estaba pisando lugares que han sido escenario de episodios de nuestra Historia.
Llegar a la estación de Metro de Ciudad Universitaria, escuchar a la salida a gentes que ofertaban actividades, notar las prisas de unos chicos y chicas que corren en pos del mundo. No he podido resistir un sentimiento de nostalgia por los años pasados y por pensar que a la edad de quienes se cruzaban en mi camino, yo aún veía y soñaba con un futuro de arqueólogo.
En fin. Lo importante, más allá de alguna mohinez, ha sido el que he estado ahí y que he sido escuchado y quién sabe si hasta admirado.
jueves, 5 de mayo de 2011
Volver a la Universidad
Publicado por Alberto en 9:47 p. m.
Etiquetas: Así soy
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Pues no te quepa la menor duda: segurisimo que has sido escuchado y admirado !felicitaciones Alberto!, y, cómo no, estoy contigo en ese avanzar en post de facilitar la tecnologia para el uso de las personas ciegas... respecto a las emociones y sensaciones del reencuentro con la universidad, te entiendo, yo volví despues de muchos años a estudiar francés (por mero gusto, en mi trabajo no necesito el francés para nada, y además, el idioma del mundo no es el francés sino el inglés, aunque a mí, he de confesarte que me gusta ir a veces un poquito a contracorriente: el mundo mundial aprendiendo inglés y yo, francés), jas,ja,ja, enfín, que cuando empecé 1º, lo que más me atraía era esa nostalgia desmayada que me invadía las tardes de los martes y los jueves cuando iba a clase de francés, recuerdo que me encantaba llegar temprano y quedarme sentada en uno de los bancos del patio mirando el ir y venir de estudiantes, yo creo que rejuvenecí y todo fíjate... !me encantó volver a la uni y recordar mis tiempos mozos!, ya somos dos.
Mil besotes gordotes
Debes quedarte con la parte más dulce de ese retorno al ambiente universitario, que es la misión que te llevaba allí, una misión importante y muy interesante y que no todo el mundo puede hacer tan bien como tú.
Besósculos de buen fin de semana. Que tengas todo el tiempo del mundo para reposar, jeje. Mua.
Hola, Alberto!
¡Qué emocionante ha debido de ser para tí participar en la Semana de las Letras!
Me alegro que respirases de nuevo el ambiente universitario, siendo además un elemento clave de la comunicación.
¡¡Sacúdete la nostalgia y quédate con la experiencia y la satisfacción recibida!!
Abrazos!
Publicar un comentario