Seguramente muchos lo habréis escuchado: hoy se celebra el Día de Internet.
Quiero, por ello, en este espacio, sumarme a él y reflexionar acerca de lo que la red de redes significa para una persona ciega.
Todo un mundo de posibilidades, una ventana abierta a los ojos de quienes no vemos. Cómo poder imaginar hace años que podríamos leer el periódico en tiempo real, consultar cualquier curiosidad o saciar nuestra sed de conocimientos y darnos a conocer.
Tiflohomero no habría podido ver la luz y no me habríais conocido ni yo habría tenido la suerte de disfrutar de vuestro afecto y apoyo.
Y, sin embargo, también en Internet nos encontramos con barreras, con obstáculos insuperables por el diseño de las páginas y demás.
Da rabia no poder comprar determinados productos o servicios porque no son accesibles las páginas que los gestionan. Da rabia no poder dejar comentarios en blogs porque tienen puesta la verificación visual de caracteres. Y da rabia que se siga diseñando, especialmente, desde organismos oficiales sin tener en cuenta las normas de accesibilidad de la web.
Y si es indudable la revolución que ha supuesto Internet para los ciegos, no por ello debemos caer en la trampa de cegarnos ante su tentador atractivo aislándonos del mundo más próximo a nosotros. Aprovechemos lo bueno de Internet por la autonomía que nos proporciona, pero aferrémonos a lo tangible de una caricia o de una conversación cara a cara en torno a una mesa.
En cualquier caso, felicitémonos por su existencia y por lo que nos aporta.
martes, 17 de mayo de 2011
Día de Internet
Publicado por Alberto en 9:49 p. m.
Etiquetas: Así soy
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1 comentario:
!pues nada sabía yo de lo del día de Internet, Alberto!... y es que ultimamente estoy de lo más pluriempleá: por la mañana (y parte de la tarde) en la oficina -ahora hago jornada continua y salgo a las cinco y media... desde las ocho que llego, para poder estar en casa a las seis y "estudiar" con mi hija, de exámenes de la 3ª evaluación-, y te aseguro que apenas llego a casa, sin casi resuello me tengo que poner con mi hija a preparar los exámenes, según lo que nos vaya tocando: historia, lengua, inglés, francés, filosofía... etc., terminamos sobre las doce, y yo superagotá, pues ella es de distraerse, escaquearse y poco memorizar, pero ya sabes, hay que dar el último empujón como sea que ya se está terminando el curso.
Respecto a lo primero, -a lo del Internet-, estoy de acuerdo contigo !como no!, y, esa es y debe ser la postura creo yo: el ir con las nuevas tecnologías y no aislarse bajo ningún concepto, uno no debe nunca ponerse trabas a sí mismo, si se dificulta el acceso por verificaciones de palabras etc, protestar, protestar y protestar... que hablando se entiende la gente y, al final y a la postre, lo razonable siempre es justo y siempre se termina imponiendo.
Mil besitos
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