Porque hay cosas que no queremos, ni debemos permitir, que cambien.
Seguro que a vosotras y vosotros os sucede lo mismo. Algo será imperecedero: ¿El recuerdo de aquel primer beso? ¿Una buena amistad? ¿Ese lugar que visitamos cada verano?
A mis ojos nublados por la ceguera hay algo que nunca deja de cautivarles: la emoción.
Superar retos pese a la ceguera.
Ver a través de mis manos el pétalo de una flor, la melena de una guapa mujer, la rugosidad de un árbol centenario.
Imaginar la cara de esas adolescentes en las que se pinta el mundo por descubrir mientras la luna se complace en la magia del amor cómplice.
Todo eso es emoción, luz.
Y si por un milagro, recuperase la vista, seguiría cerrando los ojos para ver con el alma esa conmoción de mis sentidos.
viernes, 30 de abril de 2010
Mi eterna emoción
Publicado por Alberto en 7:08 p. m.
Etiquetas: Así soy
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
con mis ojos cerrados, te veo.
hermoso,Alberto
mil besos!
Alberto, seguro que conoces esta frase de "El principito":
"Lo esencial es invisible a la vista, sólo se ve bien con el corazón".
Yo también lo creo así. Me gusta tu manera de sentir el mundo.
Un abrazo.
¿Sabías que para mí es una eterna emoción pasar por aquí? Dígotelo por si todavía no te habías enterado. Bravo por esa nueva joya de la poesía.
Besósculos admiradósculos! Mua!
Sigue encantándome este texto tuyo, como te dije ayer por e-mail.
Yo tampoco quiero perder la emoción, pero el paso de los años me ha hecho demasiado dura, al menos al exterior.
Se que escondo demasiado mis emocines.
Gracias por tan bello post, me has emocionado.
Publicar un comentario