Me gusta esta frase, atribuida al filósofo chino Confucio (551-478 A.C.) porque, no sin ironía, me viene al pelo, ese poco pelo que tengo. Bueno, valga una sonrisilla para este sábado primaveral de principios de mayo.
Aparte bromas de cegato, creo que es muy cierta. Más nos valdría tener esa capacidad para, cuando nuestras mentes se obcecan,poder saber encontrar esa luz que nos guíe a puerto seguro. ¿Quién mejor que un buen amigo para hacérnosla descubrir?
sábado, 1 de mayo de 2010
Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad
Publicado por Alberto en 12:32 p. m.
Etiquetas: Una frase: un pensamiento
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Sí, tienes razón. Pero a veces nos obcecamos mucho, como tú dices, y aunque tengamos la vela delante, ni nos enteramos.
Muy cierto, Albertito. A veces estamos tan ofuscados con algo que necesitamos una mano amiga que nos dé esa vela para que la podamos encender y veamos el camino a seguir
Bueno, a veces tampoco es malo obcecarse; es una manera de tocar fondo y empezar a salir a flote...
Eso sí, un buen amigo siempre es justo y necesario porque nos da luz!
Que estés pasando un domingo luminoso. Mua!
Publicar un comentario