El marciano que me verbaliza la información que aparece en la pantalla del ordenador me ha dicho que he recibido un nuevo mensaje en la bandeja de correo.
Voy a ella y oigo:
“tiflohomero…ha dejado un nuevo comentario.” (los puntos suspensivos hay que sustituirlos por Anónimo, amelches, Pilar, techun, Peter Pan, Merche Pallarés, Margee, Las cosas de lua y tantos otros y otras que aportáis vida a Tiflohomero.
La emoción, plagada de gratitud y alegría, se apodera de mí. El aguijón de la intriga se introduce: ¿qué me dirán?. Voy a la entrada en cuestión y leo, o mejor escucho. Sus elogios, sus ánimos, sus aportaciones, sus experiencias. Gracias. Tengo que seguir agudizando el ingenio para exponer temas interesantes que les motiven a seguir viniendo a verme.
Todo esto me pasa por la cabeza en la soledad del cuarto donde tengo el ordenador. Pero también me surgen otras curiosidades, ya sé, ya; en cada blog tenemos puesto cómo es el perfil de cada uno de nosotros. Pero aun así: ¿cómo será quien me está visitando? ¿qué voz tendrá? ¿qué perfume usará?...
Hasta hace no mucho tiempo, quienes dejaban sus comentarios eran personas conocidas, pero últimamente, afortunadamente, cada vez más, son gente que no me conocen ni conozco, por lo que aún es más meritoria su aportación.
Entonces, como no puedo ver sus fotos, aunque sí leer sus intereses y aficiones, me surge la curiosidad, ah la curiosidad (que dicen que mató al gato), si algún día pudiese charlar con ellas, estaría bien, muy bien. Además, ya se sabe: de bien nacidos es ser agradecidos. Y semejantes comentarios merecen una cervecita o un café.
¿No os ha pasado a vosotros, cuando oís la radio, que querríais ponerle cara a los locutores? Pues eso me pasa a mí con vosotros y vosotras.
domingo, 2 de marzo de 2008
Ponerle cara a vuestras visitas
Publicado por Alberto en 7:51 p. m.
Etiquetas: Reflexiones
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8 comentarios:
Alberto, aunque no nos conozcas, no creo que te pierdas nada, somos,o por lo menos lo soy yo, gente del montón que disfrutamos entrando en tu blog porque nos aportas tus vivencias tan interesantes y tan enriquecedoras. Besotes, M.
Vas a tener razón.
Usando mi estilo descriptivo voy a pasar a relatarte quién soy.
Me llamo Maite vivo en Alicante, tengo dos hijos, divorciada y un gato.
Mi carácter es abierto, dialogante y muy curioso, similar al tuyo.
Soy muy amiga de dar confianza y conocer mucha gente de distintas edades y nacionalidades incluso.
Me gusta escribir, pasión que llevo a cabo todos los días. Paso bastante tiempo en la red, soy muy amiga de mesenguer, también aporto conocimiento y presencia a dos foros,uno de ellos cultural, publicando escritos de diversas índoles.
Físicamente soy bastante de buen ver, alta, morena de cabello largo y oscuro, ojos grandes y expresivos, un cuerpo normal y si algo me define es mi sencillez y humildad en el trato, ya que no distingo nunca a las personas por su posición en la vida.
Algo rebelde, me defino como anarquista en utopía, librepensadora porque algo hay que ser, de mente inquieta y muy reflexiva.
Mis intereses por la cultura y descubrir nuevas cosas cada día son una carta de presentación, nunca se sabe lo suficiente y siempre estoy abierta al conocimiento y la superación personal.
Si quedó algo en el tintero puedes preguntar, así ya sabes algo más de esta nueva amiga.
Gracias por tus palabras y tus correos tan amistosos.
Maite
Hola Alberto.
A todos nos pasa lo mismo.
La mayoría de las caras de los que visitamos y nos visitan son un misterio. Y terminamos haciéndonos una fantasía, les ponemos un rostro de mentiritas, o no, los dejamos en una nebulosa, para quedarnos con la sensibilidad de lo que expresan.
Yo, casi, casi, prefiero esto último. Y tiene una explicación: vivimos en un mundo que nos impone lo exterior, la apariencia de las personas. Y, así vamos por un desfile de cáscaras, con un tiempo cada vez más limitado para encontrar lo que de verdad vale: lo que está adentro y no se ve con los ojos, sino con el corazón.
En cuanto al perfume, te cuento, prefiero los frescos, ligeros, cítricos.
Por eso, quizás, el avatar que uso junto al nick es una rodajita de limón.
Que tengas un muy buen lunes.
Un abrazo
Ana
Alberto, no sé si el marcianito, lee los comentarios que se dejan en los post antiguos, así, que por las dudas, te lo repito, acá.
Quería saber, si conocés el cuento del círculo del 99.
Que responde muy bien a tu post sobre: desear lo que no se tiene.
Si no lo conocés, haceme saber como puedo hacertelo llegar. Si puedo copiarlo entero en una respuesta, o es muy largo para que te lo lea.
Un beso
Hola, llegué de casualidad y me apetecía decirte que aquí, en la red, no tienes ninguna discapacidad por no poder vernos.
Nadie ve por aquí. Sentimos todos la misma curiosidad o, al menos, la sensación de ceguera en cuanto al otro.
Tal vez hablamos con personas durante meses. Se mantiene un hilo constante de comunicación, carente total de olores, tactos, vistas y sonidos.
¡Mira por donde! tu dispones de sonidos.
Un abrazo. Espero que nos comuniquemos de vez en cuando.
Me ha gustado tu blog.
Natacha.
Creo que eso nos pasa un poco a todos cuando nos conocemos los unos a los otros. Y no sé si has llegado a conocer a otros blogueros, pero es una sensación extraña saber que esa persona sabe muchas cosas de ti y tú de ella y, sin embargo, no sabes muy bien qué decir en los primeros momentos, porque estás asombrada de estar delante de esa persona y te fijas en si es más alta o baja que tú, o la voz, o palabras que repite constantemente... Es algo curioso.
Hablé de eso en un post que te pongo aquí un enlace: A este lado de la pantalla. Si no puedes usar el enlace, está en mi blog, en los archivos de abril 2007, el día 13.
Por cierto, acabo de descubrir que Techum es casi vecina mía, ella vive en Alicante y yo en Elche... ¡Ja,ja! Además, yo también tengo un gato y dos años menos que ella.
Oye, que digo yo que tu ordenador te podría leer los posts y los comentarios con la voz de cada uno, aunque eso sería pedir mucho a la tecnología, ¿no?
Por cierto, hay varios blogueros (Anaví, Aylandara, e, incluso, Interino Garin, todos ellos están en los enlaces de mi blog, si los quieres leer) que me han dicho la primera vez que hemos hablado por teléfono que tengo voz de locutora de radio. Supongo que será sólo por teléfono, porque cara a cara, nadie me lo dice, se ve que pierdo el encanto, ¡ja,ja!
Aunque, una vez, en el máster de traducción que hice, estábamos en una cabina de intérpretes haciendo pruebas de interpretación simultánea y, cuando acabamos de traducir, mi compañera me dijo que cara a cara no lo había notado, pero por el micrófono y al estar escuchándome con los auriculares, mi voz sonaba como la de una intérprete profesional o actriz de doblaje.
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