Un pequeño reto más superado

He puesto aquí ya alguna otra vez mi afán por participar de forma normalizada en cuantas actividades se organizan, en mi entorno social, de acuerdo con mis gustos.
Hoy, por fin he hecho algo de esto.
Cuando en septiembre pasado me puse como retos el crear Tiflohomero y participar en la biblioteca pública de mi barrio, Retiro, lo pensé con este propósito y con el de aprender. Aprender lo que se hace por ahí en relación con las bibliotecas y demostrar que una persona ciega es capaz.
Bueno, lo de Tiflohomero lo cumplí mejor de lo que pensaba, en un princippio, pero lo de la biblioteca, quedó ahí, en buen propósito. Me apunté para que me mandasen las actividades que hacen y ppunto.
Hoy he dado un pasito para cumplirlo y he vencido a la pereza.
El caso es que he asistido a una lectura dramatizada sobre leyendas guatemaltecas. Ha estado bien, aunque un poco corto, pero lo más importante es que he estado allí. Se han portado muy bien.
Era en el salón de actos, ubicado en la tercera planta. Me han llevado hasta allí y luego me han acompañado hasta la calle. Es más, resulta que quien la ha representado, conocía a otra persona ciega, compañera mía. Y es que el mundo es un pañuelo y nosotros somos… jejejej
Os parecerá una tontería, pero estas cosas me dan vidilla. Ir solo, estar allí, dejarme ver, aprender cosas…