lunes, 31 de marzo de 2008

Garret Morgan

Garret Augustus Morgan (1877-1963) nació en Kentucky, hijo de antiguos esclavos. Tuvo poca educación formal, pero le gustaba experimentar con cachivaches mientras se ganaba la vida reparando máquinas de coser. Trasladado a Cleveland en 1895, consiguió abrir su tienda de reparaciones en 1907, a la que más tarde añadió una exitosa
sastrería.
En 1914 Morgan patentó dos capuchas de seguridad para uso en atmósferas llenas de humo, que se publicaron como US 1090936 y US 1113675 para
la National Safety Device Company. Aunque parecían sacadas de una película de ciencia-ficción, eran efectivas. Las usó en el rescate de varios hombres
atrapados en un túnel el 25 de julio de 1916, lo que fue una noticia de alcance nacional. Los pedidos crecieron y las tropas norteamericanas utilizaron
el equipamiento como máscaras antigás en la I Guerra Mundial.
Su segundo invento más importante fue el semáforo. Cada vez más y más automóviles compartían las carreteras con carruajes y bicicletas. Un día Morgan vio
un accidente entre un automóvil y un carro de caballos en el que una niña resultó seriamente herida. Entonces había un mecanismo para ceder el paso operado
por un policía. Era costoso en mano de obra, no permitía las paradas completas y asumía que el tráfico siempre se movía en una dirección u otra. Se le
ocurrió colocar señales rojas y verdes combinadas con un timbre de advertencia y consiguió que la American Traffic Light Company los instalara el 5 de
agosto de 1914 en la esquina entre la calle 105 y la Avenida Ludid, de Cleveland. Este invento no fue patentado y otras versiones de otros inventores,
como una utilizada en Nueva York en 1918 con luces rojas, verde y ámbar tampoco lo fueron.
El invento de Morgan constaba de manivelas eléctricas que giraban los brazos que mostraban el derecho de paso o la obligación de pararse. Todavía aparecía
el usual «stop».
Un semáforo manual llegó a Londres en 1926 y un sistema automático se instaló en Wolverhampton en 1927. El invento de Morgan se utilizó en todo Estados
Unidos hasta que fue reemplazado por los semáforos modernos. Finalmente, vendió sus derechos a General Electric por 40.000 dólares, una cantidad considerable
para la época. Murió en 1963, poco después de recibir una condecoración del gobierno norteamericano por su contribución a la seguridad del tráfico.

2 comentarios:

amelche dijo...

¡Quién hubiera dicho que el inventor del semáforo era el mismo que el de la máscara de gas!

Merche Pallarés dijo...

Qué interesante la historia. Aprendo mucho contigo. Besotes, M.

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