Un paso más hacia adelante

Las elecciones a representantes en las Cortes Generales que se han celebrado ayer, día 9 pasarán a la Historia, al menos para las personas ciegas. Esto es así, porque por primera vez hemos podido votar de manera autónoma y secreta, es decir por nosotros mismos. Algo que, tal vez, os parezca tan simple como el hecho de elegir una papeleta o marcar tres cruces, hasta ahora para mí era imposible hacerlo solo. Había que pedir la ayuda de una persona de tu confianza.
Para lograr este hito ha sido necesario modificar la ley electoral y el trabajo de mucha gente.
Como todo avance que da comienzo es susceptible de ser mejorado, pero el hecho es que ahí está y que se ha abierto un camino por el que ir dando pasos hacia algo general que dé la oportunidad de hacer extensivo el derecho a todo el mundo, recordad mi aspiración de que se diseñe para todos.
En este caso del voto, pienso que lo ideal será el sistema electrónico ya que, sin negar el avance y la importancia del braille, llegaría a más personas.
Os cuento cómo ha sido esta vez y luego ya se irá viendo por donde evolucionan los tiempos. Lo importante es iniciar algo.
Hubo que solicitarlo a través de una llamada telefónica gratuita al ministerio del Interior y en éste te tomaban tus datos y se confirmaba que recibirías un kit de voto accesible..
El kit consistía en unas instrucciones de manejo, un paquete con tantos sobres rotulados en braille como candidaturas y uno normalizado (que era el que se introducía en la urna) para el congreso de los Diputados y una plantilla con agujeritos troquelados con la indicación alfanumérica de las distintas candidaturas al Senado, que venían desarrolladas en una guía que las relacionaba.
Al llegar al lugar de la votación, los componentes de la mesa me ofrecieron toda su colaboración y se mostraron muy interesados en saber cómo lo iba a hacer. No puedo por menos que agradecerles sus atenciones, tanto a la presidenta como a los dos vocales, lo mismo que al sr. alcalde por cederme su despacho para que dispusiese de un lugar confortable en el que elegir mi voto.
Me sentí bien, emocionado aunque de forma contenida. Es un paso más hacia delante en busca de nuestra normalización. Tampoco quiero que se caiga en la demagogia ni en la utilización de este hecho de forma interesada. Cada vez que se consigue un avance para que alguien se sienta más libre y válido, es la sociedad la que lo logra y la que se enriquece.
En esta ocasión hemos sido 1623 personas en toda España y en Soria, la provincia en la que yo voto, 2.