Los parques, terreno vedado para los ciegos

Hace un tiempo mi médico me decía:
--tienes que caminar. Debes hacerlo, para que sea efectivo, por un lugar tranquilo, sin cruces, agradable… vaya, un parque es lo más recomendable.
A esto le contesté:
---Muy bien, estoy de acuerdo. Ahora bien, dígame cómo un ciego se orienta en él. Sin referencias ni paredes paraapañarme.
Y es que es así. Realmente los parques no son nada fáciles para las personas ciegas. Y no creáis que no me gustaría poder desenvolverme por ellos, porque es verdad que es lo ideal para pasear, con el sonido de los pájaros y sus fuentes, el frescor de los árboles y la fragancia de sus plantas.
Pero claro, yo que vivo cerca del madrileño parque del Retiro, no me apetece meterme en él, porque no hay manera de aclararme. Si tuviese una vereda marcada o algún camino de textura diferente, pues genial. Pero, mirad que lo he intentado y al final nada, tengo que recurrir a preguntar a unos y a otros y al final acabo harto y cabreado.
Seguramente no habéis pensado en ello y os parezca una tontería pero, el caso es que no hay forma. Y realmente me gustaría poder entrar al Retiro, pasear, sentarme en uno de sus bancos con mi librito y todo eso. Pero no hay manera, a lo peor es que soy muy torpe.
Así que al final tengo que resignarme y si quiero pasear, tengo que hacerlo por la acera.
Otro tema en el que queda mucho por hacer.
Porque claro… si contase con una buena acompañante que me ofreciese su brazo y su charla… pues genial, pero como sólo cuento con mi bastón… pues nada, a buscarme otros caminos.