viernes, 8 de febrero de 2008

El paisaje de mi Castilla


Os pongo aquí un texto que dibuja con palabras lo que es mi tierra, la Castilla de Miguel Delibes, de Antonio Machado o de Gerardo Diego.
Está tomado del libro “Castilla, roca y verbo” de Silvano Andrés de la Morena

El paisaje de mi Castilla
No Nnecesita adjetivos
Pero no sé qué fuerza me lleva a que
Manen
Tras las colinas,
Mirad
Haré
Un esfuerzo.
Lomas de Soria,
Falta de vigor en su reborde Cebollera.
Cerros,
Ríos que surcan parameras,
Mientras el Duero labra valles encajonados
Allá con Zamora y Salamanca.
El páramo se convierte en espigón,
Nombres donde los zócalos y cerros cantan al granito.
Castilla,
La de la Babia,
La de Navarredonda,
La de Castrogeriz y Frómista,
La depresiva del Duero,
La de los campos de Soria,
La del invierno,
La de la encina,
La del jabalí,
La del águila, el buitre y el halcón,
El paisaje de mi Castilla
No necesita adjetivos
Entre la perdiz roja y la paloma torcaz.
Azul, grisácea, purpúrea.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando en el Colegio nos hacían estudiar poesía de Antonio Machado entre otras siempre tenía otro interes, quizás porque te acuerdas de tu tierra, tus origenes, te sietes ligado a ella.

A UN OLMO SECO
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

Antonio Machado
Saludos y besos

Desde mi Atalaya dijo...

Alberto, que lindo escrito, y ademas te hace sentir el amor al terrina, a ese pedazo de tierra que te ha visto nacer, te ha acogido y te ha hecho suyo.

Un beso,

Soraya

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