martes, 11 de octubre de 2011

Gracias, Steve

Permitidme que dé traslado aquí a una carta elaborada por un compañero, también ciego, profesor de matemáticas.
Creo que lo que en ella se expresa representa buena parte de lo que yo pienso más allá de que me resista a utilizar los dispositivos que este genio haya inventado porque sigo prefiriendo los teclados.
Pero su legado y lo que hizo con respecto a los discapacitados debe ser ensalzado y recordado. Ah, si otros siguieran su ejemplo,cuánto se nos facilitarían las cosas...

"Hola, Steve:

Quizás sea exagerado para algunos que un ciego como yo te
dé las gracias. Pero no. Ya veréis.
En primer lugar, tendría que darte las gracias por tu época
de joven ilusionado y luchador. Lo del garaje, ya sabes.
Aunque eso está más que repetido, hoy, en estos tiempos de
crisis económica y laboral, pienso que es un buen ejemplo
que nos dejas. Gracias por enseñar que se empieza como se
pueda, sin tener ni pedir, poniendo ideas, estudio, ilusión,
tenacidad. Y si fracasas una vez, quizás la próxima será la
del éxito.
También tendría que darte las gracias por tu lucha y
esfuerzos, con el cáncer a cuestas. Por tu gastarte
trabajando hasta el último mes, hasta el último día casi.
Gracias por no desfallecer y animar a muchos a no dejarse
vencer fácilmente.
Pero como ciego tengo un agradecimiento especial: gracias
por demostrar que se pueden diseñar los dispositivos
digitales de forma que sean accesibles para todos, ¡y sin
costar ni un céntimo más! Gracias por tus ipo's, iphone's e
ipad's de los últimos años. Gracias por demostrar que no
hacen falta aparatos diferentes, porque los ordinarios
sirven a todos.
Debería decir: gracias por escuchar a aquel grupo de
estudiantes ciegos de tu país, por tu decisión de ordenar a
los ingenieros que les escucharan y que sometieran los
prototipos a su evaluación.
Gracias por tu sensibilidad y buen hacer.
A partir de ti, nada debería ser igual en el mundo del
diseño industrial.
¡Ah!: y espero que ahora, desde arriba, desde ese lugar que
seguro te ganaste muy cerca del Inventor Supremo, te
dediques a recordarnos al oído a todos que las cosas se
pueden hacer mejor pensando en los que tienen dificultades
para ver, para oir, para tocar, niños, jóvenes, adultos o
ancianos. Recordándonos que es más fácil dar que recibir.
Hasta luego."

José Enrique

2 comentarios:

Rosa Sánchez dijo...

Bonito homenaje, Alberto. Al final de una vida, la mejor recompensa es sentirte querido y valorado, sin duda. Evidencia que todo tu esfuerzo valió la pena. Y me gusta el final de la carta.
A mi me gusta despedirme así: ¡hasta luego!

brujita dijo...

Un genio sin lugar a dudas, pongo en duda que ahora sea capaz de descansar allá arriba... seguro que estará poniéndoles las "pilas" a todos , de San Pedro para abajo, je,je.

Besitos volados.

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