Cómo no escribir hoy sobre la festividad del Pilar, felicitar a las Pilares (que bien lo merecen) y presumir de pertenencia a esta España con todas sus letras, sin eufemismos ni pacatas vergüenzas.
Quiero compartir mis recuerdos de otras fiestas pilaristas, de aquellos tiempos en los que veía…
Esas quedadas en la Bola del mundo de la plaza zaragozana del Pilar mientras mi sobrina Susana pasaba a dejar las flores ante la Virgen.
Ese colorido de trajes típicos de baturra, tantas y tantas flores, el manto, la devoción de miles y miles de personas a quienes no les ha importado tener que permanecer oras para llegar hasta allí y que una vez desfilado comparten almuerzos en armónica alegría.
Y, claro, la música de la tierra, las jotas, el son de castañuelas, de gaitas y bandurrias.
Pero también recuerdo cómo me afanaba en ver los fuegos artificiales porque era la forma de ver colores cuando ya mis ojos empezaban a perderlos. Recuerdo las tonalidades naranjas, verdes, blancas en medio de la noche, las culebrinas, los rosetones. Ahora ya ¿para qué verlos si ya sólo me queda la nostalgia de lo que vi y ya no veo?
Y esos conciertos en las calles, esa feria de productos gastronómicos de Aragón y, por qué no, esos intentos de cenar en medio del gentío en céntricos bares del Casco Viejo.
En fin, y hoy, en mi casa madrileña alejado de la fiesta.
Me gustaría ir a ver el desfile de nuestras fuerzas Armadas, pero ésos son de los lugares a los que sólo iría viendo. ¿Qué queréis? Hay ocasiones en las que no me conformo sólo con estar.
Bueno, sonríamos y brindemos por la fiesta y por las Pilares y Pilaricas.
2 comentarios:
Un abrazo y vete a darte una vuelta por el Retiro. Seguro que vuelves más animado. Aquí hace buen día con sol, no sé por ahí.
Bonitos recuerdos que nadie te va a quitar nunca.
Ahora queda la celebración de la Almudena, no lo olvides.
Y mientras, te deseo una buena semanóscula cortóscula. Muamua!!
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