Felicidades, Albertito

Sí, parece mentira. Hace un año, mi creador, Alberto, me adornó con guirnaldas de cumpleaños. Y transcurridos otros 365 días ha dejado que pasara el tiempo sin preparar nada para mañana.
Ya sé, vosotras y vosotros también lo sabéis: últimamente anda bastante agobiadillo por cosas de trabajo. Y, sin embargo, ahí sigue dedicándome su atención, buscando cómo alimentarme para que no decaiga. Claro, como cualquier padre que quiere a sus hijos, él también se desvela por su Tiflohomero.

Así que seré yo, quien le felicite. Estoy seguro de que, además, en mi felicitación, estarán también las vuestras. ¿Eh que sí?
Sé, por aquello de la magia, que anda diciendo, él con sus ironías, que a partir de mañana va a tener un4x4. Qué gracioso. Cualquiera diría que siendo ciego se va a atrever a conducir un todoterreno. Pero no, lo que pasa es que Alberto, Albertito (como a él le gusta que le llamen) cumple 44 añazos. ¿No os parece que los lleva fenomenal?
¡Felicidades, papá!
Y sé que quienes le queréis, quienes os habéis hecho cómplices de él a través de mí, os querréis sumar a mi felicitación y decirle algo. Ya conocéis su buen corazón, su sensibilidad. Andad, alegradle el día. ¿Verdad que lo haréis?
¿Y yo? Ppues qué va a ser. Continuaré ahí, sirviéndole de intermediario entre tanta gente que le admiráis y seguiré siendo testigo de su sencillez y ahinco.
Y, de paso, shshshsh, que no se entere. Encargaré una gran tarta de queso con guindas para ponerle las velas y que, al tiempo de soplarlas, pida alguno de esos deseos con los que suele soñar.
Ah, y de momento, que dé intro en el título de esta felicitación para que escuche cómo le cantamos…
“Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz te deseamos…”