martes, 1 de julio de 2008

Los cometas


Foto: NASA.cometa Hele-Bopp

La voz cometa deriva del griego y significa astro cabelludo. Con pocas excepciones los antiguos creían que eran fenómenos atmosféricos. Para algunos eran
exhalaciones terrestres que se tornaban incandescentes al llegar a la región del fuego en el cielo, para otros, los espíritus de personajes importantes.
Los cometas no son indiferentes a nadie. A lo largo de la historia, su paso por el cielo ha despertado terror, sorpresa y sobrecogimiento ante su particular
belleza.
En el pasado, los astrólogos interpretaban el paso de estos brillantes viajeros del espacio como presagio de hambrunas, inundaciones y muerte de reyes.
En 1910, cuando reapareció el cometa Halley, astutos comerciantes se llenaron los bolsillos de dinero vendiendo máscaras de gas a desprevenidos
compradores que temían que la Tierra fuera sofocada al quedar envuelta por la cola del cometa.
En el siglo IV antes de Cristo, el filósofo griego Aristóteles concluyó que los cometas eran una suerte de emisión que emanaba de la Tierra y llegaba al
cielo. La bóveda celeste, sostenía Aristóteles, era perfecta y ordenada, por lo que un fenómeno tan inesperado y errático como un cometa no podía ser parte
de ésta.
En 1577 el astrónomo danés Tycho Brahe estudió detenidamente las posiciones de un cometa y de la Luna con respecto a las estrellas. Brahe comparó las mediciones
hechas al anochecer y al amanecer.
Debido al fenómeno conocido como paralaje, un objeto cercano parece cambiar su posición respecto de las estrellas de manera más notoria que un objeto lejano.
De hecho, en sus observaciones, Brahe descubrió que entre el atardecer y el amanecer la Luna parecía moverse más que el cometa en relación a las estrellas.
Esto le llevó a concluir que el cometa estaba al menos seis veces más lejos.
Cien años más tarde, el físico inglés Isaac Newton estableció que un cometa que apareció en 1680 seguía una órbita casi parabólica.
Empleando el método de Newton, el astrónomo inglés Edmond Halley (1656-1742) estudió las órbitas de dos docenas de vistas de cometas. Las órbitas de tres
de ellos, registrados en 1531, 1607 y 1682, eran tan similares, que el astrónomo concluyó que en realidad se trataba de un solo cometa girando alrededor
del Sol en una órbita elíptica de aproximadamente 75 años. Halley predijo de manera exitosa que la próxima visita sería en 1758-9. Desde entonces, este
cometa lleva su nombre.

Orbita y composición de los cometas
A partir del hallazgo de Halley, los astrónomos concluyeron que algunos cometas vuelven de manera relativamente frecuente en intervalos de 3 a 200 años.
A éstos se les llama cometas de período corto.
Otros tienen órbitas enormes, que los hacen visibles sólo una vez cada cientos de miles de años. Estos son los cometas de período largo.
A mediados de 1800, los científicos comenzaron a preguntarse sobre la composición de los cometas. Los astrónomos ya habían notado que de manera frecuente
las grandes lluvias de meteoritos ocurrían cuando la Tierra pasaba a través de la órbita de algún cometa. Esto los había llevado a concluir que estos objetos
eran aglomeraciones de polvo o arena.
Hacia principios del siglo XX los astrónomos estudiaban los cometas empleando técnicas de espectroscopia, que permitía separar el espectro de colores de
la luz del objeto celeste. Con esto lograban revelar la estructura química del objeto observado. Así concluyeron que los cometas emiten gases e iones moleculares.
En 1950, el astrónomo estadounidense Fred L. Whipple (1906-2004) escribió un importante estudio donde proponía lo que luego se conoció como el modelo de
la “bola de nieve sucia”, y que describe el núcleo de un cometa.
Este modelo, que desde entonces ha sido ampliamente adoptado, describe el núcleo de un cometa como una mezcla de materia orgánica oscura, guijarros y hielo.
(El término “orgánico” se refiere a compuestos sobre la base de carbono e hidrógeno, pero no necesariamente de origen biológico).
La mayoría de los núcleos de los cometas tienen un tamaño que oscila entre 1 y 10 kilómetros de diámetro.

Dónde nacen los cometas
Si los cometas contienen hielo, éstos deben originarse en algún lugar mucho más frío que el relativamente tibio Sistema Solar.
En 1950, el astrónomo holandés Jan Hendrick Oort (1900-1992) infirió de sus observaciones la existencia de una vasta nube de cometas que orbitaban a miles
de millones de kilómetros del Sol. Tal vez a 50 mil unidades astronómicas (UA) del astro o a mitad de camino de la próxima estrella más cercana. Desde
entonces esta región se conoce como la Nube de Oort.
Un año más tarde, el astrónomo holandés nacionalizado estadounidense, Gerard Kuiper (1905-1973) señaló que la Nube de Oort estaba demasiado lejos como para
ser la sala cuna de los cometas de período corto. Kuiper sugirió entonces que éstos se originarían en una zona con forma de disco ubicada un poco más allá
de la órbita de Neptuno, posiblemente a unas 30 a 100 UA del Sol. Esta zona es hoy conocida como Cinturón de Kuiper.
Otros astrónomos, como Frederick Leonard y Kenneth Edgeworth, también especularon sobre la existencia de tal cinturón en los años 1930 y 1940, por lo que
algunos se refieren también a esa zona como el Cinturón de Edgeworth-Kuiper o el Cinturón de Leonard-Kuiper.
Los encuentros cercanos con otros cometas inactivos pueden a veces cambiar sus órbitas, eyectándolos hacia el Sol y haciéndolos caer bajo la influencia
gravitacional de los planetas gigantes o exteriores (primero Neptuno, después Urano, a continuación Saturno y finalmente Júpiter.)
Por su parte, la Nube de Oort sería el hogar de los cometas de período largo. Estos son periódicamente eyectados de sus órbitas por influencia de uno o
varios fenómenos: tal vez la fuerza gravitacional de una estrella que pasa, la interacción con una gigantesca nube molecular o las fuerzas de marea de
la Vía Láctea.
Además del tiempo transcurrido entre cada visita, hay otra característica que distingue a los cometas de período largo y corto. Las órbitas de los cometas
de período corto son todas bastante cercanas al plano eclíptico, es decir, aquel en el cual la Tierra y los demás planetas orbitan el Sol.
Por el contrario, los cometas de período largo se aproximan al Sol desde prácticamente cualquier parte del cielo. Esto sugiere que el Cinturón de Kuiper
es un cinturón relativamente plano, mientras que la Nube de Oort sería una esfera tridimensional que rodea al Sistema Solar.

El Halley
Este cometa ha pasado 30 veces por el perihelio desde el año 239 A.C., que es la aparición segura mas antigua de la que se tenga noticia. No hay datos históricos
de los pasos de los años 391 y 315 A.C..
Un paso memorable fue el del año 837, durante el reinado de Luis I el Piadoso. Un cronista de la época, conocido como 'el Astrónomo', habla del cometa en
los siguientes términos:
'En los días Santos de Pascua apareció en el cielo un fenómeno siempre funesto y de tristes presagios. Desde que lo vio el emperador, siempre atento a estos
fenómenos, no tiene un momento de reposo. Un cambio de reinado y la muerte de un príncipe es lo que este fenómeno anuncia, dice'.
Por consejo de los obispos, se dedico a la oración y fundó monasterios, pero a pesar de ello (o por ello ..........), murió tres años mas tarde.
Edmond Halley, astrónomo inglés, publicó en 1705 un catálogo de 24 cometas. Con la ayuda de las ya bien establecidas leyes de Newton, calculó cada una de
las órbitas de estos astros y notó, que los de 1531, 1607 y 1682 tenían órbitas casi idénticas, y las diferencias de período eran de 75 y 76 años respectivamente.
Con esto supuso que los tres eran en realidad el mismo cometa y predijo su regreso para 1758.
Nunca se había esperado un fenómeno con tanta expectativa, ya que permitiría predecir muchas cosas del Sistema Solar.
El año pasaba y el cometa no llegaba. Tomó cartas en el asunto un astrónomo llamado Clariaut.
Analizando el problema, desarrolló unas ecuaciones mucho más perfeccionadas, para la predicción de las perturbaciones planetarias sobre el cometa, pero
dejó la terrible tarea del cálculo numérico a dos personas, el astrónomo Lalande y la señora Hortensia Lepaute. El proceso duró 6 meses - una computadora
hoy en día lo hace en una fracción de segundo!!!!.
Saturno retardaría el paso 100 días, y Júpiter 518, o sea un retraso total de 618 días, por lo que fijaron el paso por el perihelio del Halley a mediados
de abril de 1759, con un error de mas o menos 1 mes. El cometa efectivamente pasó por las posiciones previstas por los calculistas y el 12 de mayo de 1759
pasó por el perihelio, un mes después de lo previsto.
Sin duda fue una de las mayores proezas astronómicas de ese siglo, y así quedó confirmada la profecía de Séneca.
Halley lamentablemente había fallecido en 1742, y no pudo ver concretada su predicción.
Curiosamente el mayor conocimiento sobre los cometas quedó reducido a los científicos, por lo cual, en el paso de 1910, hubo miles de suicidios de personas
temerosas ante la 'segura' destrucción de la Tierra, alentadas por pseudo-científicos y la prensa. Como vemos, hay cosas que no cambian.
El paso de 1986 no fue glorioso, ya que no pasó demasiado cerca, ni en un buen ángulo. Adicionalmente la tecnología hizo que las ciudades estuvieran tan
iluminadas que era casi insignificante. Habrá que esperar hasta el año 2061 para la próxima visita, que no sabremos como será exactamente.
Cuando se lo podrá volver a fotografiar? En el estado de la tecnología actual, se puede fotografiar aun ahora. Por ejemplo se lo ha fotografiado con el
telescopio VLT (Very Large Telescope) del ESO en cerro Paranal - Chile, entre el 6 y 8 de marzo de 2003, en 81 exposiciones individuales con el telescopio
de 8,2 metros. Combinadas son como una exposición de 9 horas, mostrando al núcleo del Halley de magnitud 28,8. Se encontraba en ese momento a 4080 millones
de kilómetros de la Tierra. Como puede verse el telescopio guió sobre el cometa, por lo que las estrellas se ven como trazos. el Norte esta arriba y el
este a la izquierda.

2 comentarios:

amelche dijo...

¡Qué cosas! Que Halley fuera capaz de calcular eso con los medios que había en sus tiempos demuestra que era muy observador e inteligente.

amelche dijo...

Me da la impresión de que el primer comentario en inglés es spam, o sea, que quiere llevarte a su blog para venderte algo, hacer propaganda de algo, meterte un virus... A saber.

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