domingo, 8 de junio de 2014

Belleza



Paz y bien. Feliz domingo de pentecostés.
Después de días intensos de emociones y plenitud, los días siguen su curso inexorable de dígitos en un calendario al que se le van arrancando hojas.
El verano se anuncia, las calles se pueblan de belleza álgida de colorido y ligereza, en el vestir y el andar.
Ah, la belleza. Esa belleza que la ceguera me obliga a verla con el corazón / imaginación, y, claro, con los recuerdos.
Una belleza que trato de asir con los dedos de la magia y la fantasía. Aún las flores que recibí el viernes se conservan lozanas y los dulces toledanos que iré paladeando a la hora del café, están jugosos.
La belleza de los pájaros que trinan cerca, los ojos de quienes, amigas mías, brillan felices al saber que se vieron cumplidas sus espectativas cuando planearon regalarme esas sorpresas que los pasados jueves y viernes me hicieron.
 Esa belleza, esos grandes gestos son tan bellos.
Belleza que permanece eterna.
Aquello que dijera Confucio es bien cierto: “Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.” Tal vez por eso, yo creo que sí lo hago, porque como no veo la cosa, sí veo la belleza, jejejje. El Albertito y sus paradojas.
¿Será verdad? La belleza está junto a mí, a mi lado, colores bonitos, curvas atractivas, objetos deslumbrantes, magníficas creaciones de la naturaleza y del poder creador del ser humano.
Belleza en el detalle: una sonrisa cándida, un dibujo improvisado, una filigrana en una cajita, una pluma de pajarillo, un cascabel en un tobillo insinuado… ¡¡TÚ!!



No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...