No quiero ni puedo dejar pasar este 11 de marzo, otro 11 de marzo más sin invitar al recuerdo de aquel otro 11 de marzo en el que gentes sin alma hicieron que se apagase la luz de miles de personas con su sinrazón y brutalidad siniestra.
Y, sin embargo, esa luz que quisieron oscurecer sigue alumbrando porque la memoria y los sentimientos de quienes antes de aquel jueves la recibían en forma de afectos, proyectos, alegrías y tesón se transformó en estrellas.
Yo quiero mirar a esas estrellas y pedir por ellas, y ellos, soñar con que nunca se diluirán mientras haya memoria.
Si hubo culpables que no han sido culpados o si hubo quienes se beneficiaron ellos sabrán qué precio les impondrá la conciencia. Yo sólo quiero, desde el corazón y la honestidad, mandar un guiño de saludo y esperanza.
7 años ya. 7 años, número lleno de simbología y magia.
Con mis mejores deseos y afectos.
viernes, 11 de marzo de 2011
¡Que no se apague la luz!
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3 comentarios:
¡Uno mi petición a la tuya, Alberto!
Abrazos.
Gracias Alberto. Que no se nos olvide nunca mirar a las estrellas...
Un abrazo entrañable
Ana
Pues yo también me uno a esa petición de esperanza tuya que es la mía también y la de muchos, y, tienes razón, si hubo culpables que no han sido culpados o si hubo quienes se beneficiaron, su conciencia les cobrará el precio que les corresponda.
Por otra parte Alberto, con la inestimable ayuda de Mercedes -que me dijo donde tenía que clicar paso a paso-, pude al fin quitar de los blogs lo de la verificación de palabra... pero el mérito ha sido todo de ella, porque anda que no había trasteao yo las tripas del blog sin dar con la tecla, y es que, una ayudita siempre sabe a gloria.
Mil besitos
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