Y yo que cada vez que alguna voz femenina se dirige a mí
para dejarme su brazo o abrirme la puerta u ofrecerse a ayudarme siempre le
devuelvo su acción con un “racias guapa” y una sonrisa, hoy he recibido, por
primera vez, ese mismo saludo. Te cuento:
Esta mañana, camino del trabajo, iba por el andén del Metro
algo escorado hacia el hueco por donde circula (con el fin de no tragarme
bancos y demás obstáculos que suele haber pegados a la pared), eso sí, siempre
con la referencia de la banda de textura distinta habilitada al efecto,
controlando no caerme, cuando una cálida voz de mediana edad (supongo, claro
porque al no verla…), me ha dicho: “buenos días, guapo, vete un poco a la
izquierda” para dar con el primer peldaño de las escaleras que conducen al
vestíbulo de la salida. Y he notado cómo me sonreía al decírmelo.
¿Qué queréis? Me ha emocionado. Que si, lo sé, que no soy
guapo, ni mucho menos. Pero que te lo diga una mujer que no te conoce de nada…
Seguro que ha sido una forma de hablar o yo qué sé. Pero,
por no estar acostumbrado, me ha hecho gracia ese piropo.
Ha sido una bonita manera de encarar un día muy agobiante en
el trabajo y con frío en la calle.
Quiero creer que cuando yo digo eso mismo a las féminas que
me ayudan, haya alguna de ellas a la que le alegre el día y con una sencilla
palabra amable de este ciego que no la ve, contribuya a alegrarla por un
instante y a que se sienta bien.
Si así es, qué orgullo.
6 comentarios:
¿Por qué no has de creerlo? A todos nos gusta que nos valoren, nos gusta agradar: eso es, sencillamente, humano. Lo que ocurre es que las palabras usadas al buen tuntún se devalúan. Sin embargo, el adjetivo que tú has recibido, valía su peso en oro, era sincero y dicha con el corazón y eso es lo que la ha hecho tan bella. Bueno, como añado siempre, esa es mi opinión.
Un abrazo. Franziska
Pero Bertiño ¿quién te ha dicho que no eres guapo? Ante cualquier atisbo de duda, me pregutas a mi. Eres guapo y guapetón. Esa mujer te ha calificado muy bien. Tu cara de buena persona es un caudal de mucho, a la par de ser un escritor "FAMOSO"
Pero Bertiño ¿qué más quieres?
Un abraciño de tu siempre admiradora.
Rosa María Milleiro
Francisca, así es. No es que no me lo crea, es que uno no está acostumbrado a recibir piropos de ese tipo. De otro sí, pero de ésos, no.
Los buenos deseos, dichos de corazón, valen su peso en oro, sí sí.
Cuidado con las nieves alcarreñas.
Gracias por todo.
Besos de luz.
Rosa Mª, es que me miras con buenos ojos, que no soy para tanto.
Y eso de escritor famosos, menos aún.
Bueno, ahí andamos y gracias por los ánimos y por verme tan bien.
Cuídate y que estés bien.
Buen fin de semana.
Besiños cálidos.
El ser humano es vanidoso por naturaleza, y a nadie le amarga un dulce. ¿No?
Jaja, imagino tu expresión al escucharlo. La verdad es que a un hombre no se le suele decir. Incluso no le suele gustar tanto como a una mujer.
Abrazos
Querido Alberto:
Pues sí, estamos hablando del poder de la palabra, de cómo un comentario nos puede animar, y si además es sincero, pues ya es el no va más. Aunque La belleza es un concepto relativo, depende de los gustos y preferencias del otro, es curioso que a veces tenemos un concepto de nosotros mismos que difiere mucho del que nos muestran otras personas. Por eso se dijo que necesitamos de otros para crecer y complementarnos.. Pues eso, que es verdad, que eres más chulo que las pesetas, y eso te hace aún màs valioso, pues no están éstas en circulación ya y tú sí, tan incombustible como siempre. Un beso muy guapo.
Montse, pues a mí sí que me gustó. Como dices, a nadie le amarga un dulce y más si viene a esas horas tan tempranas y sentido con el corazón.
Feliz sábado de diciembre.
Besitos, guapa.
Rosa, como siempre tú tan bondadosa y piropeadora hacia mí. Gracias de corazón.
Y vaya esas mismas palabras, con su poder, para ti: GUAPAAAAA.
Besitos agradecidos.
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