domingo, 4 de noviembre de 2012

Laika



Porque, como alguna vez ya he comentado, el regalo tiene la categoría de quien lo hace, simboliza el momento mágico de una amistad.
Que estéis bien y comencéis con fuerza otro nuevo mes.
Con cariño. Feliz semana.

Laika también será una heroína como lo fue su omónima rusa, aquélla que subió al espacio sideral y protagonizó una canción.
Laika está destinada, aunque su dueña aún lo desconozca, a ser necesaria para alguien.
¿Necesaria ella? Si es tan pequeñita, tan poquita cosa, una bola de peluche informe.
Un tejido de lana cosido por manitas diestras, con sus ojitos de cristal y su colita de piel. Qué bonita le ha quedado. Hasta un lazo de colores le ha puesto y todo.
Eva había pensado regalársela a su tía porque la quiere mucho. Se dijo que para Navidad estaría muy bien, pero…
-Niños, niñas, mañana van a venir otros como vosotros para que les enseñéis lo que hacéis. Son de cultura muy diferente a la nuestra y hablan distinto pero son muy buenos. Recibidles y habladles, jugad con ellos. Muchos perdieron a sus papás en la guerra, allá en Africa y casi no tienen de nada.
 Eva, con su curiosidad de niña curiosa, está ansiosa por conocer a esos otros chiquillos. Su maestra les ha dicho que tienen muy poco. ¿Tampoco tendrán tías como la suya? Qué pena. Su tía es la mejor del mundo, la toma de la mano, le cuenta cuentos y hasta le compra chuches y la lleva a la piscina.
Eva, apenas si ha dormido pensando en cómo serán esos niños que hoy vendrán a su clase.
Hoy le toca a Gema acompañarla, su tía se iba de viaje. Bueno, con Gema, otra de sus tías, tampoco es que esté a disgusto pero como su otra tía… no hay nada mejor.
 Ya están todos en clase. La maestra hace las presentaciones. Una muchachita se le acerca.
-Hola _ha chapurreado.
-Hola, me llamo Eva, ¿y tú?
-Cathi. ¿Quieres ser mi amiga?
-Bueno.
Eva coge una manita casi escuálida pero cálida. Piensa en hacerlo igual que lo hace su tía con las suyas. Le gusta su voz, sus ojos grandes y su sonrisa. Es muy negra aunque su mirada y su sonrisa son blanquísimas. Nunca ha visto algo igual.
Pasan la mañana unidas, se han dicho cosas con el lenguaje universal del buen corazón y la ilusión de la infancia. Han comido juntas, han hecho equipo en el juego de la comba, sienten que podrían ser cómplices si tuvieran más tiempo. Llega la hora de decirse adiós.
-Jooo, profe, yo no quiero despedirme de mi amiguita Cathy.
Doña Emilia sonríe triste. Sabe que, ese día para unos y otros siempre será especial. Algunos, tal vez, olviden, pero muchos de los niños que van a separarse seguramente para siempre, podrían haber tenido un futuro bien distinto al que les aguarda.
Los africanos retornarán a sus países de origen, después de haber disfrutado de un curso en España, gracias a un programa educativo de la Unesco y los españoles seguirán con sus estudios y sus rutinas.
Pasarán los años, casi treinta,  y Eva ignorará que allá lejos, en Nigeria una joven anciana, cargada de hijos y exhausta después de trabajos sin fin, de recolectar mijo ymandioca, de acarrear agua desde lejos y dejarse las  manos en el fuego del hogar de su hombre, después de haber amamantado a su prole, seguirá contemplando aún una perrita de peluche que alguien le regaló una vez, que ese objeto le ha dado fuerzas todo ese tiempo, las fuerzas que otorgan los sueños de lo que podría haber hecho si aquel día no las hubiesen separado.
Y que otra joven, ésta sí, joven de verdad, llegará un día a un ignoto poblado, en la selva, como cooperante de cierta ONG y que en una mísera choza descubrirá un peluche y más aún: la mirada blanquísima y la sonrisa más blanca todavía de una mujer.
-¡Cathy! ¿Puede ser que seas tú?
Y que dos mujeres se abrazarán sin tiempo, sin excusas, sin tristezas. Mientras, el mágico ladrido alegre de una perrita coreará su encuentro. ¿Qué importa que sea de lana, cristal y piel si siempre estuvo allí? ¿Aguardando? ¿Siendo signo de esperanza?




     

14 comentarios:

Amig@mi@ dijo...

Lo he leído al tirón y sin poder despegarme de tu historia. Muy humana. Muy hermosa y sobre todo, muy actual.
abrazos

Alberto dijo...

MOntse, me alegro mucho de que te haya gustado esta historia nacida de mi forma de pensar sobre el tema.
Ojalá que siga teniendo tan buen ojo con mis relatos de cada domingo y con las demás historias que comparto.
Besitos de luz.

Rosa Sánchez dijo...

Querido Alberto: creador de sueños en forma de relatos fascinantes, a ti me dirijo con ilusión, y al igual que a Ana, Fran y pilareño, darte gracias por estar ahí, porque te haces sentir tan cerca que hasta parece que te huelo… por cierto: ¿qué perfume usas? Lo digo porque me encanta… je, je.
He reunido cuatro comentarios en mi última entrada en poco tiempo, comentarios provenientes de las personas que más aprecio, ¿qué más se puede pedir? Ahí estáis dándome ese impulso que tanto necesito, dando sin esperar a cambio… es maravilloso. Alguien dijo una vez: si el amor pudo morir, no fue amor. ¡Y qué cierto es! El tiempo nos da la razón, tanto en el camino de la vida como en el de la amistad, sí, sí…
Tu entrada de Laika es tan tierna y humana como nos tienes acostumbrados. Siempre impulsando aquellos valores de los que tan necesitados estamos, Alberto. Me pregunto cuántas cosas maravillosas me habré perdido durante mi ausencia. Es por ello que te pido que sigas encuadernando tus historias y mediante libros nos des la oportunidad de tenerlas siempre a mano.
Por otro lado, tengo una buena noticia que darte: mi próxima novela está en marcha; sí, Alberto, amenazo con volver, prepárate… que esta vez va en serio. (Bueno, ésta y las anteriores, je, je...) Espero poder anunciarla para Navidad, pero ya veremos porque eso ya depende del editor… y tampoco quiero vender la piel del oso antes de cazarlo, que ya sabes lo que pasa luego... ¡bajón al canto y otra temporadita de ausencia, je, je!
Alberto, si vienes por Alicante por motivos literarios, espero que me dejes un huequito en la próxima feria del libro, por favor, no te lleves a todos los lectores a tu stand, que, conociéndote, seguro que es el más visitado. Por cierto, ¿nuestro proyecto sigue en pie? ¿Cómo te encuentras de ánimo y tiempo? Ya me dirás, ya, que yo no tiro la toalla tan fácilmente… al igual que a ti, los retos me atraen. Un abrazo grande, campeón.

Alberto dijo...

Rosa, cómo me alegro de leerte. Claro que sí, ahí estamos. Que lo que yo hablo o escribo no es palabrería sino de corazón, de ese corazón que ofrece amistad de la buena.
Me alegraré mucho de poder volver a leer otra de tus novelas. Que, sin duda, será tan buena como las anteriores.
De nuestro proyecto a dúo ahora mismo no estoy en condiciones de acometerlo. Bien es cierto que me atrae mucho y que podría intentarlo, pero...
Que va, no creo que vaya a la Feria del Libro de Alicante, como mucho iré a comerme el turrón. No te preocupes que te aviso cuando vaya, que será un placer conoceros.
Besos de luz y ya sabes, que ahí estoy.

Rosa Sánchez dijo...

Alberto, siento de veras lo de tu móvil, menuda faena, eh!
Te respondía en mi entrada que no me dices nada de tu perfume, que no sé nada de él y me tienes intrigada...
Bueno, a ver si te animas con nuestro proyecto, que yo ahora que voy a ver otra novela publicada me voy animando y me conozco... siento de nuevo la ilusión de emprender una nueva aventura. ¿Te subes al carro? Bueno, no quiero presionarte, que tú también llevas mucho para adelante y el estrés luego pasa factura...
Un abrazo y que me alegro de veras por sentirte cerca, a mi lado, aquí.

Alberto dijo...

Rosa, no sé si subirme a tu carro no sea que vuelque, jejejeje. Que tu carro es muy fino y muy elegante para este cegatón.
En cuanto al perfume.... jejejejje ¿intriga? Vaya vaya vaya. ¿Te suena Bambú de Adolfo Domínguez? Algo así.
Bueno, gracias y lo dicho.
Besitos olorosos y perfumados a... rosa.

Rosa Sánchez dijo...

Maese Alberto: ¿en serio pensáis que os iba a dejar caer? Aunque me fuera la vida en ello, crea y se convenza vuesa merced, que a mi lado ni se atrevería a resbalar.
Y ya os comentaré sobre lo de vuestro perfume, que de seguro que fará buena olor, y será tan embriagante como lo humilde de su portador.
Un abrazo afectuoso.

Alberto dijo...

Ah, galana doncella, de su mano siempre anudado y a sus pies me descubro.
Nunca tal humilde servidor cual este afligido visual al par que deudo vuestro, podría pretender holganza tal que en su carro subir. ¿Pero voto a bríos, qué digo carro, berlina o landau mejor dijera que nunca mejor fuera tal su aderezo.
En lo tocante a perfumes olorosos, yo véome abocado a usarlos a falta de otras fragancias, no por deseables, menos lejanas de mi fina nariz. Que vedadas me están las esencias que la flor que su nombre y persona adornan.
Siempre suyo servidor, afectuoso deudo de la simpar reina de las letras claras e inquieta valedora de las palabras prohibidas.
Gracias sean dadas al creador por hacerme la gracia de contar con su ilustre persona, tan llena de virtudes y hermosura..

Rosa Sánchez dijo...

Alberto: eres muy bueno, muy bueno, de verdad. Es más que un deleite... es un placer indescriptible leerte, y todo un honor poder contar con un escritor de tu nivel; me ha encantado cómo manejas esa lengua romance, tu ingenio y creatividad no conocen límites, de verdad. Con esta lengua, con este estilo... se rendiría a tus pies hasta el mismísimo Alatriste, aunque imagino que preferirías que lo hiciera la legendaria Dulcinea...
Un abrazo de luz.

Rosa Sánchez dijo...

Distinguido y denodado caballero: me complazco en anunciaros, haciendo gala y ornato de toda humildad, en señal de sumisión y sin artificio alguno, conocedora como soy de mis propias limitaciones y reservando para obras de bien las pocas fuerzas que me restan, mi voluntaria retirada de este digno duelo de palabras, puesto que a vuestra altura, prego a Dios, no alcanzo. Pues tal es la simpatía que he llegado a sentir por vos (por vuestro buen hacer y numerosos méritos personales que no voy a precisar por lo luengo de su descripción), que hago público este manifiesto hoy, siete de noviembre del Año del Señor de dos mil doce, quedando así mismo a vuestra entera disposición para lo que sea menester como fiel y firme servidora vuestra.

Alberto dijo...

Pues si su ilustrísima y gallarda doncella así lo manifiesta y demanda, queden aquí nuestras disputas literarias, que hablar de disputas a sus castos oídos no cabe y si vuesa merced afirma de mi manejo en lengua mejor no mente tal, que lengua es a ascua como rosa a jacarandosa.
Quedo a sus pies y manifiéstome de la mesma manera deudo de vos. Que su galanura y porte no se alegen de mi poca luz.

Rosa Sánchez dijo...

Je, je, je, Alberto, eres único.
Y yo, fíjate, sigo sin saber cómo hueles, salgo a menudo pero me acuerdo de Bambú siempre al llegar a casa, cuando al entrar me da ese olor viciado a oso panda... pero tomo nota en mi agenda y ya te diré qué me parece.
Un perfumado abrazo y que pases feliz finde.

Franziska dijo...

Que relato tan emotivo. Los regalos que se dan y se reciben con el corazón siempre perviven. Lo que les da valor es precisamente que no se tasan por el dinero sino por el cariño. Es toda una lección que no conviene que olvidemos.

Voy siempre con retraso en mis obligaciones de visitar vuestros blogs y leer vuestros mensajes, opiniones pero aunque con la lentitud del caracol, llego con la sinceridad de mis sentimientos hacia las personas a las que me acerco. Un abrazo. franziska

Alberto dijo...

Rosa, que estés bien y empieces nueva semana con mejor ánimo.
Ya me dirás ya, de mis andanzas y cuitas.
Besitos y gracias siempre.

Francisca, sé que así lo haces. Que estás atenta a tu gente y a lo que compartimos contigo. Gracias por ello.
Qué tú tengas la dicha de recibir regalos como ese peluche con nombre de perrita.
Besos agradecidos y feliz semana.

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