jueves, 1 de noviembre de 2012

Mis flores para los que partieron


Sí, mientras hoy tengo la fortuna de estar acompañado de mis padres en este día de Madrid otoñal.
Mientras hoy tantos recuerdos de fechas importantes de mi vida me vienen a la memoria. Días con nombre de inicios de nuevas responsabilidades laborales, de encuentros nuevos y de dulces especiales mercedonianos.
Mientras las sepulturas de pueblos y ciudades se visten de flores y candelas.
Mientras se va imponiendo, no sé si mucho o poco, una fiesta de tradición americana que suple a otras costumbres ancestrales con calabazas vaciadas simulando calaveras iluminadas por lamparillas de aceite.
Mientras todo eso va sucediéndose en mi alrededor, yo quiero por medio de la palabra homenajear a aquellos seres queridos que tanto me apoyaron y que ahora son residentes eméritos del País de los Sueños.
No os olvido, bien lo sabéis, formáis parte de mi vida y de mi otro yo que es “Huellas de luz” en lugar preferente.
Siento que seguís estando junto a mí, velando por mí, protegiéndome como siempre lo hicisteis.
Abuelos y abuelas, tíos y tía, amigos, grandes todos vosotros, seguís viajando conmigo.
Hoy, como seguramente cada día, pero especialmente hoy, el País de los Sueños está de fiesta, hay rosas, gladiolos, claveles y siempre vivas, ¿siemprevivas en el País de los Sueños? La música suena, la algarabía se monta. El rey del País, el señor Dios, se pasea magnánimo entre todos los y las concurrentes.
-Susana, Benito, Alejandro, Gloria… mis saludos afectuosos. Venga un abrazo.
Alfredo, Amelia, Emiliano… Anímense, que es fiesta. Cojan una pasta de colores de esta bandeja que Santa Agueda ha preparado.
Juan Rafa… Corra que su perro Canelo le espera para recibir sus arrumacos de veterinario maestro.
Carlos… Ande, hagamos una excepción y tenga este regalo en forma de pipa.
Elías… el mejor cocinero. Vaya, que los pinches le aguardan para dar el toque final al banquete.
Moisés… Usted prepare el vino, ya sabe: para cada plato el mejor. Lo dejo en sus manos expertas.
Mauro… alegre esa cara. Ahí abajo las cosas no están tan mal y por Burgos se le recuerda.
Todos son importantes, se sienten importantes mientras los de abajo siguen igual que siempre, con sus cuitas, sus anhelos, sus prisas y adelantos, sus pequeñas rencillas y miserias que arriba dejarán de tener sentido.
Qué más da. Mientras haya quienes les recuerde con sereno cariño, aquéllos seguirán vivos, eternamente vivos.




No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...