Lo sé, seguramente mis palabras no llegarán a sus padres y
familiares, aunque quién sabe. La tecnología y la magia de los buenos corazones
que se abrazan ante momentos trágicos tal vez hagan el milagro de que lo que
hoy estoy escribiendo yo aquí pueda servirles de luz y calidez. No aspiro a ser
pretencioso o creer que vaya a solucionar su inmenso dolor, pero sí quiero
estar ahí, desde la distancia, como uno más, como tantos otros seres de bien,
en silencio, tendiéndoles mis manos que son luz y diciéndoles que no están
solos. Que Isabel, Almudena, Camilo y Alfonso son estrellas que desde el cielo
ya iluminan para siempre a quienes sepan mirar con ojos limpios y soñadores,
que ya permanecen eternamente libres y que su proyecto de vida, lo que habrían
sido, no queda destruido sino transformado en luz y fuerza.
Yo qué sé. Seguramente uno no es capaz de imaginar lo que
esas madres que ayer les dejaron jugando, como en tantas otras ocasiones, en
Villadgio (Doha), puedan sentir, no ahora en plena vorágine, si no el día de
mañana cuando ya la rutina tenga que volver a sus vidas. Pero ¿cómo afrontar
esas rutinas sin sus hijos tan pequeños? ¿Cómo volver a caminar de nuevo?
En fin, desde mi alma de ciego bondadoso que aspira a dar
luz con su corazón, desde mi ordenador en que tecleo estas palabras que volcaré
en Tiflohomero, deciros: ¡MUCHO ÁNIMO! ¡Adelante!
Estoy aquí, junto a vosotros, mirándoos a los ojos y
conmoviéndome con vosotros.
Para Santiago y Yolanda, Camilo y Elena. Va por vosotros.
7 comentarios:
Conmovedor mensaje. Y hay una frase que destaca: "ya permanecen eternamente libres y que su proyecto de vida, lo que habrían sido, no queda destruido sino transformado en luz y fuerza."
Muy cierto, Alberto, estoy totalmente contigo: lo que somos en esencia no muere, se libera.
Esos desconsolados padres recibirán miles de mensajes como el tuyo, nacidos de la buena voluntad y del corazón. Ojalá vivan con resignación la esperanza de un reencuentro, algún día.
Me uno a tu sentir. Un abrazo.
Rosa, no sé si mi mensaje les llegará o no, pero ahí queda. Quién sabe.
Gracias por sumarte.
Besitos de luz.
Querido Albertiño. No llegó a mi la noticia de esa desgracia, pero me uno a ese dolor a la par e rezar por las madres que han perdido a los seres que han parido. Dicen que es el dolor más desgarrador que puede sufrir el sur humano. Por ellas y todas las madres que han pasado o pasarán por tal desdicha. Yo sé lo que es, dado que vi sufrir a mi madre directamente por la pérdida de mi hermano. Hoy plantaré una oración por todas las madres que sufren ese momento. Por otra parte no me gusta que te denomines "ciego", ya que tú mi querido Bertiño, tienes el "don" de la visión del alma, y eso es más grande que nada concerniente a visión.
Un besiño grande mi amigo de sonrisa fácil. Te intuyo con la sonrisa puesta desde que te despiertas y como un hecho natural: la ducha o calzarse. Tú también te calzas la mueca de la proximidad y la felicidad.(sonreir)
Un biquiño machote¡
Bertiño. Ahora vuelvo otra vez (antes no me pareció el momento para darte mi felicitación) Nuestra amiga Mercedes me ha pasado la misiva con la noticia del libro. Sabes que me alegro desde mi fuero interno, con el júbilo de la felicidad. Te lo mereces amigo. Sé que la vida te ha privado de algo (que ya has superado) y te va a colmar con la partida de la felicidad en muchas ocasiones. Un besiño con mis ojos cerrados para llegar y comprenderte más en éste momento de FELICIDAD. ¿Sabes? Con ésta oscuridad he sentido la paz que intuyo en ti, por eso de llamarte ciego, no me gusta ni un poco.
Besiños amiguiño con ojos en el alma.
¿Cómo puedo comprar el libro?
Rosa Mª, jejejjeje. Nada nada, que sí, que soy mu ciego, más que topo de escayola. Ya sé, veo con el corazón y demás, pero la realidad es que la vista no es lo mío.
Bueno, ya pondré cómo hacerse con Huellas de Luz.
Gracias por tu estima y tan bonitas palabras.
Biquiños.
le aseguro que su mensaje ha llegado. Muchas gracias y por fvor, sigan rezando por los padres de estos niños
Anónimo comentarista, buen día de luz.
Gracias por hacerme llegar su recibo de mis buenos deseos. Si sirvió de algo, me doy por muy satisfecho.
Sigo ahí, a su lado.
Un cariñoso abrazo para ellos y para ellas.
Con cariño y de corazón.
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