Cuántas veces hemos hablado de los caminos: “tal o cual persona no va por buen camino?, “todos los caminos llevan a Roma”, “se hace camino al andar”…
Sí el camino es un símbolo. Es la vida. Nosotros andamos por ella como por un camino en el que hay bancos para descansar, fuentes para beber agua fresca, o árboles que nos dan sombra; pero también hay espinos que nos arañan, socavones que, de no estar atentos, nos harán caer.
No importa cómo sean, lo importante es atreverse a recorrerlos, sin miedo, con esperanza y sabiendo que podremos disponer de gentes que nos ayuden.
Sé de la importancia y bienestar que sienten aquellos que han emprendido el viaje a Santiago de Compostela. Enhorabuena a quien lo ha logrado.
A mí me gusta pasear, viajar, superarme… todo ello va en la línea de andar la senda que me ha tocado en suerte y quién sabe, a lo mejor aprendo otras maneras de hacerlo. Sólo es cuestión de estar atento, tener los oídos abiertos y el ánimo despierto.
Al final de ese camino, seguro que hay una puerta, crucémosla con esperanza y sin miedo a lo desconocido.
Un abrazo.
sábado, 26 de abril de 2008
El Camino
Publicado por Alberto en 4:45 p. m.
Etiquetas: Reflexiones
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1 comentario:
Precioso este post que has escrito. Perdona si no te sigo como me gustaría pero entre el trabajo, mi "pata quebrada" y los posts que sigo todos los dias,no tengo tiempo para nada. Besotes,M.
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