miércoles, 8 de agosto de 2012

Avila: la ciudad de las yemas y la Historia


Sí, como os prometí ayer, paso a contaros mi excursión avulense que, junto con Elena, llevé a cabo el pasado fin de semana.
Llegamos en autobús sin problemas, con la consiguiente ayuda para localizar la dársena de la que partíamos, nos va a buscar a la llegada una compañera de Elena que nos lleva al hotel reservado, un fantástico palacio renacentista en pleno centro con un claustro donde disfrutar de tranquilidad, regada con un glorioso tinto de verano. Fantaseo sobre épocas palaciegas (que no para ciegas), galas y boatos.
Hacemos tiempo hasta que llegue la hora de la inauguración. Buscamos un bar para tomar un tentenpié. Resulta que conocen a una ciega con la que, casualmente, tengo muy buena amistad. Ya se sabe… el mundo es un pañuelo y nosotros somos los…
Paseamos a lo largo del tiempo por los lugares céntricos de la ciudad: las calles de la Vida y la Muerte, la de los Reyes católicos o la del Rastro, la muralla, sus plazas del Mercado Chico y Mercado Grande, la de Adolfo Suárez o la de la Santa,. Nos adentramos en su catedral y en la Basílica de san Vicente. Y tenemos ocasión de disfrutar de dos representaciones teatrales al aire libre en el denominado Episcopio, además de dos visitas guiadas, una de ellas teatralizada y recreamos la vida de los místicos san Juan de la Cruz y santa Teresa de Jesús, cómo no. En definitiva, que no perdemos detalle, lo que hace que uno sienta gran orgullo por hacer turismo aun siendo ciego, desenvolviéndote por un entorno desconocido y disfrutando de la Historia y la gastronomía en un ambiente fantástico de complicidad y armonía.
Nos atienden estupendamente tanto en las visitas guiadas  como en nuestros paseos y paradas en terrazas veraniegas, recibiendo la amable ayuda de gentes anónimas que nos orientan.
Avila está declarada como ciudad de la accesibilidad. En relación con la ceguera, he de hablar de que hay maquetas en el Centro de Recepción de Visitantes, estando éste, además, adaptado con encaminamientos y ascensor que habla. Hay también maquetas en el interior de la Basílica de San Vicente y en el de la Catedral. Estamos exentos de abonar las visitas guiadas. En este sentido, la maqueta de la catedral no la vemos porque no sabemos que existe y la persona que se encarga de controlar la entrada no nos lo dice. Sí cogemos una audioguía que explica en profundidad todo el monumento. La maqueta de san Vicente es de planta, no de alzado con lo que nos decepciona. Echamos en falta encaminamientos para llegar a determinados sitios, folletos en braille y creemos que las maquetas deberían de estar junto a los monumentos representados (nos referimos a la muralla). Es verdad, los semáforos son acústicos.
  Nos traemos de la ciudad la sensación de que es un buen sitio para pasar unos días de vacaciones, muy tranquila para vivir, sin bullicio ni agobios, donde se come de maravilla y se recrea la Historia.
Una amiga de Elena, Lili, nos regala la tarde del viernes y la mañana del domingo, junto con su pareja, invitándonos a degustar una soberbia comida, en su casa de un pueblo cercano. Hospitalidad, acogida, cariño son sus mejores presentes.
El poder asistir a las representaciones teatrales al aire libre, son otra sorpresa no esperada. Por 10 euros podemos disfrutar de “Los árboles mueren de pie” y “Somos tres, un gitano y un marqués”. Aquélla nos parece fantástica por su interpretación y moraleja y ésta es más ligera, una comedia.
Como anécdotas, diré que no nos resistimos a entrar en la catedral (nos habían sentado en un banco para escuchar la audioguía ubicado en el pórtico, pero nosotros queremos más, notar cómo es por dentro, cómo es lo que nos ha contado la audioguía. Entramos, damos una vuelta por ella _es gigantesca_, nos perdemos al querer encontrar la salida, nos topamos con una señora francesa, le pido en su idioma que nos acompañe a la salida, se demuestra cómo la mejor maestra, una vez más, es la Señora Necesidad. No hablaba francés desde hacía años, casi siglos diría.
En san Vicente preguntamos por dónde está la maqueta para tocarla. ¿Sabéis dónde nos llevan? Sí, a donde empieza la “moqueta” y uno que lo que espera tocar es un relieve, lo que pisa es una alfombra. Me digo, “tampoco soy tan importante como para que me pongan la alfombra por donde piso”. En fin.
Compramos las clásicas yemas y otro dulce llamado torrecillas en una pastelería de pro, qué buenas deben de estar. Y yo que tanto cuido mis yemas de los dedos (por aquello de que con ellas leo y veo), me digo que de lo que se come se cría, así que… vengan yemas sin medida. Oh, qué ricas.
En la visita teatralizada, uno de los que participan es hospitalero del camino de Santiago, qué ilusión me hace coincidir con él. no sé, es muy entrañable conversar sobre caminos y peregrinos, sobre ingredientes de entrega y cariño, sobre escritura y cuentos.
En resumen,, un fin de semana espléndido, cargado de emotividad y aprendizajes que te animan a repetir, a ir más allá, a seguir descubriendo lugares en compañía.


  

2 comentarios:

Piedad dijo...

Hola, Alberto.
Hoy me has hecho recordar mi visita a esta hermosa ciudad, Ávila, por la que tuve el gusto de pasear hace ya unos años, pero no supe de sus maquetas hasta hoy. ¡Con lo que a mí me gusta tocar! Claro, si no es así no veo, jajaja, y las ciudades, si no es tocando poco podemos ver como son sus edificios.
Me alegro mucho que pasarais un fin de semana tan estupendo y te agradezco que lo compartas con todo/as nosotro/as porque de alguna forma yo también viajo... ¡y es que explicas todo tan bien, que es como si estuviera con vosotro/as!

Por cierto, ¿tienes ya vacaciones? o ¿las has hecho ya?

Si aún las tienes que hacer, que disfrutes tanto como puedas y luego nos cuentas...

Abrazos.

Alberto dijo...

Piedad, me alegro de hacerte sentir lo que dices.
Efectivamente, muchas veces solo se habla de accesibilidad para decir que hay rampas y poco más olvidando que si no se nos informa de que hay maquetas, no hay forma de saberlo y, por tanto, de disfrutarlo.
Cojo vacaciones el día 17, aparte de la semana pasada viajera. Me iré a mi pueblo de Soria para estar con mis padres, leer y pasear.
Buen verano también para ti.
Abrazos de luz.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...