Os pongo, que hace ya tiempo que no lo hago, una reveladora anécdota acerca del acicate que supone, para el ser humano, lo misterioso y cómo, en no pocas ocasiones, una vez desvelada, la sorpresa no resulta agradable.Bueno, al menos, habrá que intentarlo porque quién sabe. ¿Y si resulta que merece la pena atreverse?
Cuando en 1738 murió el célebre físico y químico holandés Herman Boerhaave, dejó un libro sellado con el título "El Único y Más Profundo Secreto del Arte Médico". Muchos años más tarde, la obra fue vendida por 20.000 dólares en oro a un terrateniente americano que, al romper el sello, se encontró con que 99 de las 100 páginas estaban en blanco. Al final, había una nota manuscrita: "Conservad la cabeza fría, los pies calientes y convertiréis en pobre al mejor médico".
jueves, 25 de noviembre de 2010
El libro sellado
Publicado por Alberto en 9:26 p. m.
Etiquetas: Anécdotas
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3 comentarios:
Me gustaría haber sido quien lo vendió, jajajajajaja!
No sé, no sé...No siempre es posible, pero antes de comprar hay que inspeccionar siempre la mercancía...
Vaya, pero si es viernes! Te lo compro! Besósculos animósculos.
Si es que... hay quién paga sólo para tener lo que otros no pueden pagar, así que, le está bien empleado, por avaricioso.
Una nueva forma del timo de la estampita... no, si ya lo decía mi abuela: no hemos inventado nada.
Un saludo, Alberto. Y disculpa mis largas ausencias, la verdad es que tu blog me gusta, es ameno, original e interesante, por eso me sabe mal no dedicarle más tiempo. Hasta pronto.
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